El negocio de mayor liquidez del planeta se encuentra en Silicon Valley, territorio interactivo por excelencia, con Google, Apple, Microsoft y Facebook formando la cima del iceberg financiero.
Son, en definitiva, las cuatro compañías más grandes del mundo en términos de capitalización bursátil, ofreciendo así un fiel reflejo de la fuerza y envergadura que actualmente sostienen las organizaciones del segmento TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación), con apenas 10 años de vida.
Google o, mejor dicho, la nueva Alphabet, empezó a cotizar en el Nasdaq en 2004 para aproximarse a un valor actual de 550.000 millones de dólares superando de este modo a Apple, que se acerca a los 530.000 millones. A este respecto, hay que tener muy en cuenta que el buscador ha logrado sobrepasar incluso la llegada del iPhone, una línea de teléfonos inteligentes diseñada por la firma de Cupertino que ha desbancado la supremacía del petróleo, el eje energético sobre el que se mueve el consumo mundial. Es más, mediante el ingente mercado que supone el comercio de los datos electrónicos, la empresa de la manzana -Apple- ha dejado atrás a petroleras del peso y volumen que representa, por ejemplo, ExxonMobil, siendo el año fiscal 2015 el mejor de su historia.
En tercer lugar se ubica Microsoft, con 425.000 millones de dólares y, a continuación, Facebook con 335.000 milllones. Pero en este punto también hay que observar que la firma de Bill Gates era, hace diez años, la única del sector que aparecía entre la decena de corporaciones más valiosas y, hoy en día, como se puede ver, ha pasado a otras posiciones inferiores.
Las cuatro tecnológicas tienen un valor de mercado equivalente al 10% del S&P500, el índice que integra a las mayores compañías cotizadas o, lo que es lo mismo, el resultado de su capitalización -que alcanza los 1,8 billones de dólares- representa la mitad de todo el segmento TIC y supera el Producto Interior Bruto (PIB) de economías como la de Canadá.
Estrategias I+D
La razón de semejante escalada financiera en el grupo descrito, y al que también se podría añadir Amazon ocupando un quinto lugar, se encuentra en el proceso de Innovación y Desarrollo (I+D) al que este tipo de empresas se halla permanentemente sumergido y al que debe la revitalización de sus estrategias de negocios. Por el contrario, grandes firmas de la industria hasta la fecha se ven obligadas a plantearse nuevos criterios estructurales que les ofrezcan el impulso y la determinación necesarias para afrontar desafíos presentes y futuros.
En este sentido, no hay que olvidar que tras la crisis global financiera, un gran número de compañías tecnológicas han ocupado las posiciones de grandes bancos como Citigroup, Bank of America y AIG.
Con todo, hay que prestar especial atención a que las diez mayores compañías cotizadas proceden de Estados Unidos, una buena demostración del liderazgo norteamericano que se sigue manteniendo en la esfera económica y corporativa mundial. Sin embargo, el hecho de que las cinco primeras organizaciones pertenezcan al sector tecnológico plantea una duda: ¿se está formando una nueva burbuja como la que estalló en el año 2000? Puede que sí pero los expertos aseguran que las condiciones del mercado son muy diferentes a las de aquel entonces. Ahora el nicho de negocio está mucho más maduro, desarrollado y experimentado.