Los móviles, los complementos, la cosmética y los juguetes definen los principales artículos del consumo electrónico que, en estas fechas, moverá cerca de 16.000 millones de euros, más de un 11% de incremento con respecto al pasado año.
Parece que el comercio electrónico va tomando fuerza en el mercado español. La compra de productos y servicios a través de Internet va sumando tal número de adeptos que el resultado de su facturación ha sido de 15.891 millones de euros en 2014, lo que supone un crecimiento del 24,8% respecto a 2013, según datos publicados por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Es más, las agencias de viajes y operadores turísticos, el transporte aéreo, las prendas de vestir, junto con el material informático, forman la punta de lanza de este área de negocio.
Y ahora, con las Navidades encima, nos hacen recordar que el año pasado las compras digitales crecieron más del 6% por estas fechas, pero en 2015 los analistas esperan que aumenten aún más; de hecho, se estima que este segmento alcance al menos los 16.000 millones de euros, representando un incremento de entre un 11% y un 18%.
La posibilidad de comparar precios y la facilidad de poder comprar a cualquier hora y desde cualquier lugar son algunos de los ingredientes que han propiciado el cultivo del consumo online: un sector en el que los productos estrella de este periodo navideño 2015 serán, por este orden, la telefonía móvil, complementos, cosmética y juguetes.
Factores que impulsan el comercio electrónico
Los principales factores que han inducido al incremento de la compra online se apoyan tanto en razones de seguridad económica como en el sentido práctico; es decir, lo que hasta ahora se ha considerado como uno de los mayores obstáculos a la hora de adquirir productos vía telemática -la desconfianza en el momento de pagar- ha tocado techo: el mercado ha ido desarrollando opciones de pago con altos niveles de seguridad como, por ejemplo, tarjetas monedero, sistemas como PayPal o Google Wallet (estructura de pago móvil) e incluso a través de la solución Trustly, basada en la transferencia bancaria directa.
Tampoco hay que olvidar el índice de comodidad que supone el comercio interactivo, el cual, mediante el ordenador, tablet o smartphone, evita desplazamientos innecesarios, nos permite ahorrar tiempo y, además, recibir el producto allí donde indiquemos. Sin embargo, el Observatorio Cetelem asegura que las compras electrónicas se verían optimizadas si aumentara la oferta de servicios online, es decir, si se mejoraran los procesos post venta, la entrega a domicilio o la posibilidad de disponer de asistencia durante la operación.
Operaciones online fuera de la Unión Europea
Pero ¿qué ocurre cuando compramos un producto vía Internet lejos de nuestras fronteras, no ya de España, sino fuera de la Unión Europea (UE)? Pues que si nos hemos encaprichado de un producto -valga como ejemplo- estadounidense o australiano, tendremos que hacer frente a los gastos de aduana que se aplican a la importación de artículos cuyo importe supere los 22 euros. Y a ellos hay que sumar el IVA (21%) y los correspondientes pagos de gestión.
En este sentido, hay que subrayar que los tipos de aranceles a las importaciones en España dependen de la mercancía y suelen oscilar entre el 0% (libros) y el 17% (ropa y calzado), efectuándose el pago directamente al mensajero cuando nos trae el producto a casa.