La prima de riesgo bancaria aumenta hasta alcanzar los 1.100 puntos. Esto significa que el coste que los bancos deben afrontar para obtener capital es cada vez mayor.
Los bancos españoles y europeos se están encontrando con problemas de rentabilidad. ¿Cómo puede afectar este desafío al sector financiero y a la economía?
Una prima de riesgo de la banca situada en torno a los 1.100 puntos es una clara señal de desconfianza hacia los bancos españoles. Recordemos que la prima de riesgo son los intereses adicionales que deben pagarse en función de los riesgos que atraviesa el emisor. Así, entre los riesgos que incrementan la prima de riesgo bancaria se encuentran la baja rentabilidad y la creciente regulación, lo que impone mayores exigencias a la banca.
Es un hecho que la prima de riesgo tan elevada supone un mayor coste del capital. Esto se explica porque el coste del capital del universo cotizado se situaba el año pasado en el 6% frente al 10% de los bancos, lo que significa que las entidades bancarias tienen que pagar 400 puntos más de prima de riesgo.
¿Cómo se mide la prima de riesgo bancaria?
Comencemos por explicar el método que se utiliza para calcular el coste del capital en el sector bancario.
Medir y valorar adecuadamente el coste del capital no es una tarea sencilla. A pesar de ello, se está empleando una técnica para tratar de calcular el coste del capital. Para ello se toma la ratio PER, que se obtiene dividiendo el precio de la acción entre el beneficio por acción. Este cociente nos indica cuánto estarán dispuestos a pagar los accionistas por cada euro de beneficio.
Por tanto, a mayor PER, menor será la exigencia de beneficio de los accionistas. Por el contrario, cuando el PER disminuye, aumenta el coste de capital. Es lo que se ha llegado a conocer como inversa del PER.
Actualmente, la banca española se mueve en un PER que va del 7 al 12, sin embargo, las expectativas de futuro no parecen buenas. La desconfianza aumentará ocasionando un aumento de la prima de riesgo, dando un mayor peso al beneficio por acción en la ratio PER y, en consecuencia, disminuyendo el resultado del PER.
Causas de la desconfianza
Ya sabemos cómo se mide el coste del capital. Ahora expliquemos las razones que han provocado la desconfianza en el sector bancario.
Bajos tipos de interés y problemas de rentabilidad
Las perspectivas no parecen muy buenas para los inversores, pues aunque se esperan datos positivos en las cuentas de resultados, esto no afectará positivamente al valor de las acciones de los bancos. Y es que, el Banco Central Europeo ha decidido continuar con una política de tipos de interés bajos. Con un escenario de bajos tipos de interés, se hace difícil que los bancos obtengan una rentabilidad superior al coste del capital. Pues bien, esto no ha caído demasiado bien entre los bancos, dado que una de sus funciones principales es la de prestar dinero.
Precisamente, en un país como España, donde las empresas suelen recurrir a la financiación bancaria, es fundamental que los bancos continúen prestando dinero. Estamos hablando de alrededor de 900.000 millones en créditos que son muy necesarios para mantener en funcionamiento la economía española. Solo si los bancos son rentables podrán conceder crédito de manera fluida.
Desaceleración
Otra amenaza que afecta negativamente a la banca es la situación de la economía global. Hay quienes hablan de desaceleración y quienes se ponen en el peor de los escenarios, prevén una nueva recesión, cosa que podría llevar a los bancos a dotar nuevas provisiones para protegerse ante futuros riesgos. He aquí otra causa que explica el aumento de la prima de riesgo.
Riesgos políticos
La existencia de riesgos políticos como el Brexit, la situación política en lugares como Brasil, México y Turquía también afecta negativamente a la prima de riesgo bancaria. Es por ello que grandes entidades bancarias como el Banco Santander y el BBVA pueden verse afectadas por los acontecimientos que se desarrollen en economías emergentes como los tres países anteriormente señalados.
La banca en la sombra
Por último, hay que tener en cuenta el crecimiento de otros competidores en el sector financiero. Estamos hablando de la denominada “banca en la sombra” formada por fondos de alto riesgo, fondos del mercado monetario y vehículos de inversión estructurada. Este tipo de entidades suponen una alternativa a la clásica financiación bancaria, aunque ni en España ni en el conjunto de Europa han llegado a proliferar tanto como en Estados Unidos.
No obstante, por el momento, hay que subrayar que la “banca en la sombra” tiene una importancia minoritaria en el sector financiero español.