El caso de Abengoa ha vuelto a ser noticia debido a que tanto sus acciones de clase A como las de Clase B protagonizaron ayer la mayor subida del año. La clase A acumula una subida de más del 45% en lo que va de año, mientras que tanto el Ibex 35, como el resto de bolsas mundiales se han desplomado. Los motivos de esta mejoría apuntan al nuevo plan de viabilidad que ha presentado la compañía.
La incertidumbre sobre el futuro de Abengoa parece haber disminuido con la nueva estrategia empresarial que llevará a cabo la empresa. Esta nueva estrategia consiste en un plan de estructura empresarial, es decir, se centrará en las actividades de ingeniería y construcción. En cuyos sectores lleva trabajando desde hace más de setenta años. Esta estructura ayudará en la reducción de la deuda y mejorar la liquidez de la compañía.
¿Cuáles pueden ser las consecuencias de este nuevo plan empresarial?
Si bien es cierto que esta nueva estructura puede mejorar la situación económica de Abengoa y así poder convencer a sus acreedores para reestructurar su abultada deuda, detrás de estos cambios existen bastantes consecuencias negativas:
- En primer lugar, para desarrollar la nueva estructura, la compañía tendrá que seguir un plan de desinversiones, que provocará la venta de muchos de sus negocios y activos. Es por ello que Abengoa ya ha puesto en venta su filial de Bioenergía. De esta forma, esta estructura puede afectar a países como Brasil o Estados Unidos, pues son países en los que se desarrolla la actividad de biocombustible y que por lo tanto no está dentro de sus actividades principale, ingeniería y construcción, que serían las únicas dos actividades en las que se centraría la compañía de llevar a cabo el plan.
- Reducirá su presencia en países como Australia, Turquía y Brasil. Se centrará en
- Provocará la desaparición de numerosos puestos de trabajo a nivel nacional e internacional, pues no olvidemos que Abengoa cuenta con 29.000 trabajadores.
A pesar de la nueva estrategia, la compañía aún no ha cerrado un acuerdo con sus acreedores y por consiguiente deberá seguir negociando con ellos para la reestructuración de la deuda y para conseguir los recursos necesarios que le permiten continuar con su actividad empresarial.