Cada vez son más los trabajadores que operan sin un contrato laboral en Europa. Esto ocurre especialmente en las plataformas de economía colaborativa. Este tipo de relaciones no garantizan al trabajador unos derechos mínimos, ni especifican adecuadamente las obligaciones de empleado y empresario. Por ello, la Comisión Europea pretende imponer obligaciones en este tipo de contratos, de tal manera que queden detallados los horarios, las condiciones y el periodo de prueba máximo.
Se habla mucho de la recuperación económica en Europa, pero más allá de los datos de crecimiento, hay una cuestión muy importante por resolver: la precariedad laboral. Estamos hablando de seis millones de personas con empleos irregulares y tres millones de personas que desempeñan empleos domésticos.
Para lograr una economía y una sociedad fuertes es fundamental el empleo de calidad y por ello, los trabajadores necesitan tener garantizados unos derechos laborales básicos. Encontramos que los trabajadores las nuevas empresas de economía colaborativa como Uber o Airbnb, los empleados del hogar o los trabajadores por horas no disponen de unas condiciones que garanticen una estabilidad y seguridad mínima.
De la flexibilidad laboral al pilar social de la Unión Europea
Bien es cierto que desde Europa se ha hecho hincapié en la flexibilidad laboral, es decir, una regulación que permita contratar y despedir fácilmente a los trabajadores. Pero la Comisaria europea de empleo, Marianne Thyussen ha declarado que van a “dar más protección” aunque no prohibirán este tipo de relaciones entre empresa y trabajador. Así pues, el objetivo será dar mayor cobertura a unos tres millones de personas que se beneficiarán de estas mejoras.
Tanto en la vida pública como en la relación entre empleado y trabajador la transparencia es un elemento clave. Las condiciones de trabajo, las funciones desempeñadas y la jornada laboral son aspectos que deben quedar claramente detallados en la contratación. Después de años abogando por la austeridad, ahora se pretende fortalecer el pilar social, buscando una legislación que permita armonizar unos derechos mínimos entre los países que conforman la Unión Europea.
Precisamente, en esta línea se sitúa una reciente sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que considera a Uber empresa de transporte y no plataforma digital, lo que consolidará los derechos de los trabajadores que prestan servicios para esta clase de empresas.
Mejoras en los derechos de los trabajadores precarios
Pero volviendo a la cuestión de la transparencia, los nuevos contratos deberán informar sobre la duración del servicio a prestar, la jornada laboral, el modo en que se remunerará al empleado, el periodo de prueba, la formación y los componentes salariales. Respecto al periodo de pruebas, Bruselas propone dejarlo en un máximo de seis meses.
Otro aspecto importante que quedará regulado será la eliminación de la exclusividad al trabajador, es decir, la empresa no podrá solicitar al trabajador que preste servicios exclusivamente para ella. A estas obligaciones habrá que añadir el requisito de entregar por escrito la información desde el primer día y el derecho a la formación gratuita de los trabajadores.
Al tratarse de empleos considerados atípicos, el trabajador tendrá la posibilidad de solicitar un puesto de trabajo estable. La respuesta del empleador o empresario deberá formularse por escrito bien sea de aceptación o de rechazo.
Cabe recordar que al tratarse de una Directiva europea, los estados miembros podrán fortalecer o mejorar los derechos de los trabajadores, pero en ningún caso disminuir el nivel de protección establecido por la legislación europea.