¿Podemos tener pistas sobre el futuro de la economía? ¿Cuáles son las señales del inminente comienzo de una recesión? La respuesta está en los indicadores económicos adelantados.
Estos indicadores sirven para anticipar el devenir de la economía. Gracias a su análisis, los gobiernos implementarán medidas económicas y los ciudadanos y empresas se hacen una idea de cómo afectará el horizonte económico a sus finanzas.
Cabe señalar que estos indicadores económicos son elaborados por organismos oficiales y por organizaciones privadas. De este modo, los indicadores económicos adelantados no solo ofrecen una visión sobre el futuro económico de un país, sino que ayudan a predecir los escenarios a los que se enfrentará una empresa en particular.
Un caso concreto que pone de manifiesto la utilidad de los indicadores económicos son los registros de los cuellos de botella producidos tras la pandemia. Gracias a ellos, fue posible anticipar un crecimiento económico excesivo. La demanda era excesiva y no había una suficiente oferta para atenderla, al menos rápidamente, de ahí que se generasen cuellos de botella y la consiguiente inflación.
¿Es posible predecir el devenir económico?
Estamos habituados a unos indicadores económicos que ofrecen registros a posteriori. En otras palabras, analizamos los datos que reflejan lo que ya ha ocurrido. Podemos saber cuánto creció la economía, el empleo que se destruyó el último trimestre o el incremento de los precios a lo largo del último mes.
Sin embargo, en el mundo de la economía y las finanzas, la anticipación es vital. Los gobiernos deben adelantarse para corregir efectos adversos sobre la economía, los bancos centrales necesitan esbozar el panorama de la inflación antes de aplicar la política monetaria, las familias necesitan saber si podrán gastar o ahorrar y los inversores tratan de predecir los cambios de tendencia en los mercados.
Los registros de compras y afluencia de público a las superficies comerciales, la demanda de alimentos o de productos de alta tecnología ayudan a anticipar el desarrollo de los acontecimientos. Si bien es cierto que la Estadística no es infalible, ayuda a predecir una serie de tendencias, pues se están analizando los síntomas de la economía.
Entre los indicadores económicos adelantados más destacados encontramos las bolsas, el Índice de Confianza del Consumidor, la construcción de viviendas, los registros del transporte y los indicadores industriales de manufacturas.
1-La bolsa
La bolsa es el fiel reflejo de las expectativas de los inversores. Así, cuando las bolsas suben, se espera que las compañías vayan a obtener buenos resultados. No obstante, si las bolsas caen, suele ser indicativo de pérdidas, caída de la actividad económica y, por tanto, crisis.
Así pues, la tendencia general es que el incremento del valor de las acciones de las empresas se traduzca en periodos de bonanza económica. Ahora bien, hay que señalar que esto no siempre es así. Un claro ejemplo es la crisis subprime, cuando, entre 2007 y 2008, mientras la economía se estancaba y después se deprimía, las bolsas registraron sustanciosas ganancias.
2-El Índice de Confianza del Consumidor
Este índice comprende un amplio abanico de consumidores, pues abarca personas de toda clase social. Gracias a él, es posible esbozar el horizonte económico no solo de las familias, sino de la evolución de los niveles de empleo y de la economía nacional.
A través de una serie de encuestas, se analizan las compras y la confianza de los ciudadanos. Un ejemplo es el CIS que, tomando una muestra de 3.000 individuos mayores de 16 años, les pregunta sobre sus expectativas y niveles de gasto.
Así, si un encuestado teme perder su empleo, responderá reduciendo su gasto y ahorrando. Todo ello indicará una caída de la confianza y una posible futura depresión de la economía.
Si bien se analiza fundamentalmente la futura tendencia que pueda seguir el consumo, este indicador es de gran utilidad. Este es el caso concreto de los Estados Unidos, donde el consumo de las economías domésticas supone las dos terceras partes de su Producto Interior Bruto.
3-La producción industrial de manufacturas
Uno de los indicadores más fiables son los registros de producción industrial. Estos datos muestran los niveles de producción, los precios, la ocupación en el sector industrial y los pedidos.
Para ello, se toma información de las empresas industriales más destacadas, analizando sus compras de materias primas o la contratación y despido de personal. Así, si una empresa incrementa sus compras de materias primas, es indicativo de que la producción aumentará y, por tanto, la actividad económica crecerá.
Otros registros a los que se presta una gran atención son las ventas de chips y de automóviles. El incremento de artículos de gran valor como los automóviles y las maquinarias son indicativo no solo de un aumento de la inversión empresarial, sino de una expansión económica. En cambio, ante futuros escenarios de crisis, las empresas posponen la compra de bienes de inversión y los ciudadanos compran menos automóviles.
4-La construcción
La evolución del sector de la construcción ayuda a evaluar la situación económica y el futuro de un país. Para ello, se estudia la evolución de las licencias de construcción concedidas.
Así, un incremento de la concesión de permisos de construcción se traduce en un crecimiento del sector. Como consecuencia de ello, aumentan los puestos de trabajo, lo que genera una serie de efectos encadenados que llevan al crecimiento económico.
Tampoco hay que olvidar que también se tiene en cuenta el precio pagado por metro cuadrado y los confiables informes del Observatorio Internacional de la Construcción.
5-El transporte
El flujo de mercancías transportadas permite hacernos una idea de los niveles de actividad económica. Gracias a ello es posible prever las variaciones de la oferta y la demanda en la industria y hacerse una idea de lo que puede suceder en la economía mundial.
En este sentido, cabe destacar el denominado Índice Baltic Exchange Dry. Este índice es muy representativo, pues aglutina las rutas marítimas de hasta 600 empresas del sector naviero. Así, es posible disponer de un indicador que nos oriente sobre el precio de materias primas como el carbón y el hierro, así como de los costes de las rutas.
Queda claro que los indicadores económicos aportan pistas más que reveladoras sobre el futuro de la economía. Estos síntomas económicos permiten diagnosticar si el porvenir nos deparará una recesión, una etapa de expansión o un escenario de inflación.
Asimismo, los indicadores económicos adelantados funcionan a modo de alerta, permitiendo a empresas e inversores protegerse en situaciones adversas o aprovechando oportunidades en proyecciones favorables. Igualmente, los consumidores decidirán si gastar ante expectativas de bonanza económica o apostarán por ahorrar para protegerse de futuros períodos de crisis. Todo ello sin dejar de lado a gobiernos y bancos centrales, que dispondrán de una valiosa herramienta para orientar sus políticas económicas de cara al futuro.