Auditoría bancaria
La auditoría bancaria es la revisión a nivel contable y legal de las cuentas de una entidad bancaria por una empresa independiente.
Este tipo de auditorías suele ser realizada por grandes compañías de consultoría y auditoría. Es decir, tanto por las denominadas big four, como por empresas de reconocido prestigio en la materia.
Si bien es cierto, que como podemos ver en el caso de auditorías internas, no tiene por qué ser realizada por una empresa independiente.
¿Por qué se realiza una auditoría bancaria?
Los procesos de auditoría son obligatorios en empresas que posean bien un interés público, o bien cumplan con una serie de requisitos mínimos. Estos requisitos mínimos consisten en un mínimo de activos en posesión, de facturación y número de trabajadores.
Por tanto, para las entidades financieras es bastante fácil cumplir con estos objetivos. Cotizar en bolsa de valores también es un factor determinante en las auditorías, ya que sirve de control a la empresa de cara inversores y accionistas.
En definitiva, se puede afirmar que una entidad bancaria debe realizar una auditoría bancaria por los siguientes motivos:
- De obligatoria realización por requisitos mínimos cumplidos.
- Es una empresa de interés público.
- La mayoría cotiza en bolsa de valores.
- Por salud financiera.
El último motivo es relativo, ya que en teoría una auditoría puede identificar posibles errores y problemas no resueltos que necesiten la atención de la entidad en cuestión.
Tipos de auditorías bancarias
Tenemos que tener en cuenta que una auditoría no sólo la tiene por qué realizar una empresa independiente a la auditada, sino que puede ser la propia empresa la que se encargue de ello.
Hablamos pues de auditorías externas e internas respectivamente:
- Auditoría externa: Consiste, de nuevo, en la revisión y comprobación de cuentas y normativa, pero por una empresa profesional independiente de cualquier vínculo de la empresa auditada.
- Auditoría interna: En este caso es prácticamente lo mismo que una auditoría externa sólo que es la propia empresa la que realiza una autorrevisión y comprobación de cuentas y regulación, siendo a efectos prácticos inservible de cara a accionistas, inversores y Estado, ya que no posee el factor neutral e independiente.
Dicho lo cual, cabe destacar que ambas auditorías son un buen recurso. Tanto la interna, que permite revisar uno mismo sus cuentas y estar prevenido de imprevistos en la auditoría externa; como la externa, que nos permite en este caso obtener un crédito de confianza y credibilidad de cara a agentes externos que estén relacionados de una forma u otra con la empresa.
Algunas empresas, y principalmente los bancos, realizan tanto auditoría externa como auditoría interna.