Computación cuántica
La computación cuántica es un tipo de computación que se sustenta en los principios de superposición y entrelazamiento cuántico.
En otras palabras, es una computación distinta a la que se puede apreciar en ordenadores o dispositivos tradicionales. A nivel de hardware no necesita de procesador ni memoria, ya que los ‘qubits’, son la unidad principal y única de esta tecnología.
Un símil que podemos utilizar para explicar la ausencia de procesador y memoria es el del caso de las cámaras fotográficas que usaban carrete. Estos dispositivos en su origen separaban la cámara y el carrete, siendo dos objetos obligatoriamente complementarios, lo que terminó cuando se instauraron las cámaras digitales que podían realizar todo el proceso centralizándolo en un sólo procesador junto con su memoria.
Hasta el momento estos superordenadores cuánticos están orientados a un uso empresarial o corporativo, ya que todavía no se ha desarrollado la tecnología necesaria para si quiera deslumbrar su adaptación al público en general.
Cómo funciona la computación cuántica
La computación cuántica se basa en dos principios:
- Superposición cuántica: Si bien la computación tradicional se basa en un sistema binario absoluto, es decir, en valores absolutos de ‘1’ y ‘0’, la computación cuántica puede determinar que un valor sea ‘1’ y ‘0’ a la vez con distinto peso. Es decir, que la tecnología cuántica puede trabajar con valores que sean un 60% ‘1’ y un 40% ‘0’. Esto rompe con las reglas establecidas en la computación tradicional, lo que permite desarrollar nuevos algoritmos y por ende, la posibilidad de resolver problemas que antes no se podía.
- Entrelazamiento cuántico: Este término consiste en que el estado de un objeto perteneciente a un sistema de objetos puede tener un mismo estado. En otras palabras, si un objeto fuera un átomo y un estado fuera un lugar determinado, se podría afirmar que el entrelazamiento cuántico posibilita que un mismo átomo pueda estar en dos lugares distintos, siendo el mismo objeto con un mismo estado, ya que al ser el mismo objeto podemos afirmar que el estado es el mismo aun siendo el lugar espacialmente distinto.
Debido a ambos principios, la computación no utiliza los ‘bits’ pertenecientes a la computación tradicional, sino que utiliza los denominados ‘qubits’.
¿Qué son los ‘qubits’?
En esencia los ‘qubits’ cuánticos abarcan más información, son más rápidos al procesar y la potencia es superior a la de los ‘bits’ tradicionales, por lo que son la mejor opción para realizar trabajos relacionados con el big data, la simulación de escenarios o el cálculo masivo de probabilidades.
Pero no todo es color de rosa en la computación cuántica, ya que la estabilidad y las condiciones que se deben dar para que un dispositivo con esta tecnología funcione correctamente es la principal barrera de la computación cuántica.
Aplicación en sectores clave
Esta forma de computación se prevé que pueda servir para sectores donde los datos son tan extensos y complejos, que en ocasiones la computación tradicional se queda corta en términos de potencia y velocidad.
Estos sectores serían en un principio el sector salud, el financiero, el de ciberseguridad y cualquiera relacionado con la tecnología en general:
- Sector salud: El principal escollo en este sector es la simulación e identificación de escenarios que creen un escenario parecido al que presenta nuestro organismo. La cantidad de datos, simulaciones simultáneas y conclusiones necesarias hacen que a la computación tradicional le sea casi imposible recrear estas simulaciones más allá de casos locales.
- Sector financiero: Si bien es el sector que en teoría menos necesita este tipo de tecnología, si nos orientamos a los procesos y tecnologías Fintech podemos decir que tarde o temprano la computación tradicional se quedará obsoleta. En este sector la tecnología blockchain es un recurso que se repite su uso una y otra vez en criptomonedas que usan un cifrado mediante códigos basados en ‘bits’, por lo que el paso de la computación tradicional a la cuántica será un adelanto natural.
- Sector de la ciberseguridad: En este caso la ciberseguridad de por sí no está considerada como un sector pero bien podría serlo en el futuro. El aspecto de la ciberseguridad es clave para entender la computación cuántica, ya que un sistema de cifrado que se base en ‘bits’, puede ser teóricamente fácil de invadir y dañar con otro sistema diseñado en ‘qubits’.
- Sector tecnológico. En este sector podríamos aglutinar los sectores Fintech o el de ciberseguridad. Sin embargo abarca todo aquel sector que tenga alguna relación con la tecnología. El símil en este caso se podría plasmar en que si en su momento el telégrafo fue un gran avance y se propagó en todo el mundo como sistema de comunicación por excelencia, la posterior llegada del teléfono consiguió desbancarlo.
Si bien estos son algunos de los sectores en lo que se prevé mayor proyección en esta tecnología, su propagación a otros sectores no está descartada.