Concentración empresarial
La concentración empresarial es aquella situación en la que dos o más empresas se encuentran unidas con el objetivo de ampliar su capacidad y poder de mercado.
Con la concentración empresarial, las compañías buscan poder repartir el poder de decisión y financiero entre pocas manos. Además, otro gran beneficio de esta estrategia es la reducción o eliminación de la figura del intermediario que conecta a unas empresas con otras.
Las corporaciones pueden practicar la concentración empresarial mediante: fusiones, adquisiciones, acuerdos, participaciones económicas, etc.
Aquella compañía que aporte más capital será la denominada “empresa matriz”, más autónoma o autosuficiente, mientras que el resto serán dependientes de ella. Este fenómeno acostumbra a ser perjudicial para el consumidor. Esto se debe a que provoca una disminución de libertad y de diversidad en el mercado, ya que hay menos empresas que ofertan, pero se mantiene la demanda.
Un grupo empresarial puede destinar un presupuesto mucho mayor en investigaciones y avances tecnológicos, penetrar en más mercados y producir su propia cadena, lo cual le ahorra dependencia respecto a otras empresas y muchos gastos que se pierden por el camino, como por ejemplo los intermediarios.
Tipos de concentración empresarial
Entre los distintos tipos de concentración empresarial que existen, distinguimos la concentración horizontal y la concentración vertical.
- Concentración horizontal: Se da con empresas que trabajan en un mismo sector y tienen la finalidad de eliminar la competencia.
- Concentración vertical: Resulta de las empresas que complementan su actividad productiva para mejorar su rentabilidad.
Ejemplo de concentración empresarial
Imaginemos que Gastromet SL es una empresa encargada de producir comida ecológica de calidad, para posteriormente venderla a supermercados y restaurantes.
Actualmente, Gastromet tiene que aceptar los precios que decide el mercado, normalmente, demasiado bajos. Para conseguir tener más poder de decisión en este asunto hay una solución, seguir una estrategia de concentración empresarial.
Unirse o bien a empresas competidoras que produzcan el mismo producto, lo cual se trataría de concentración horizontal. O bien, podría unirse a las empresas situadas antes y después en la cadena de producción. Es decir, a las empresas proveedoras, como podrían ser ganaderos o agricultores, y clientes, restaurantes y supermercados, lo que vendría a ser concentración vertical. En este caso aumenta el poder de decisión del precio final. Dependiendo de nuestro objetivo usaremos un tipo u otro de concentración empresarial.