Lo primero de todo, ten en cuenta que el S&P 500 es un índice bursátil y por tanto no puedes invertir directamente en él, sino que tienes que hacerlo a través de un vehículo de inversión, un derivado financiero o replicando tu mismo. A continuación, te mencionamos las opciones más comunes para invertir en el S&P 500:
¿Necesitas un bróker para tus inversiones?
Vehículos de inversión del S&P 500:
1. ETFs (Fondos Cotizados en Bolsa). Estos fondos replican el rendimiento del índice S&P 500 y se negocian en bolsas de valores al igual que las acciones individuales.
Algunos de los ETFs más vendidos que siguen el S&P 500 (según Bloomberg) son:
- SPDR S&P 500 ETF (SPY)
- iShares Core S&P 500 ETF (IVV)
- Vanguard S&P 500 ETF (VOO)
Tienen la ventaja de ser líquidos, con bajos costos de gestión, y permiten diversificar al invertir en muchas empresas con una sola transacción.
2. Fondos de inversión indexados. Estos fondos también replican de manera casi exacta y pasiva el rendimiento del índice S&P 500, pero, a diferencia de los ETFs, suelen negociarse una vez al final del día a su valor liquidativo.
Vanguard, BlackRock, Invesco, Amundi y State Street son algunas de las gestoras que ofrecen fondos indexados que rastrean el S&P 500.
Replicando el S&P 500 con acciones:
Inversión directa en acciones. Aunque es menos común (y mucho más costoso y laborioso), técnicamente podrías construir tu propia «réplica» del S&P 500 comprando acciones de todas las empresas que lo componen en proporción a su peso en el índice.
Una estrategia muy común es escoger las acciones más representativas, por ejemplo comprando las 5 más importantes de cada sector. De esta manera no replicarás de forma exacta el índice pero sí tendrás una aproximación. Para ello es muy importante que el número de acciones que compras sea equivalente a su peso en el índice.
Derivados financieros del S&P 500:
Los derivados financieros son productos complejos, que por su naturaleza están apalancados y no son recomendables para inversores minoristas.
Futuros sobre el S&P 500. Los futuros son contratos que obligan al comprador a adquirir (o al vendedor a vender) el índice a un precio predeterminado en una fecha futura. Son más adecuados para inversores experimentados y para estrategias a corto plazo o de cobertura.
Opciones sobre el S&P 500 o sobre ETFs que lo replican. Las opciones otorgan al titular el derecho, pero no la obligación, de comprar o vender el índice a un precio determinado en o antes de una fecha determinada. Al igual que los futuros, las opciones son más complejas y son adecuadas para inversores con más experiencia.
CFDs (Contratos por Diferencia) sobre el S&P 500. Los CFDs son instrumentos financieros derivados que permiten especular sobre los movimientos de precios del índice sin poseerlo realmente. Tienen un alto nivel de riesgo y no son adecuados para todos los inversores.
Moraleja: antes de invertir en cualquier vehículo financiero, es crucial hacer una investigación adecuada, comprender los riesgos asociados y, si es necesario, consultar con un asesor financiero. También es vital considerar las implicaciones fiscales y los costos de transacción asociados con cada opción.
Hemos preparado esta guía para facilitarte la vida. Así que sigue leyendo para ver las mejores formas de invertir en el S&P 500.
Invertir en ETFs del S&P 500:
Y para poder invertir, lo fundamental y lo más importante es tener un buen bróker para poder realizar nuestras operaciones de compra y venta en el mercado.
Lo primero que hay que hacer en todo bróker antes de empezar a operar, es abrirse una cuenta. Esto es un proceso que suele ser bastante fácil, mostrándote un botón en su página web que diga “Hazte cliente”, o “Abrir una cuenta”.
Como en toda aplicación, tendrás que definir tus criterios de acceso como p.e. correo electrónico, nick, y crear una nueva contraseña (¡sí otra más!).
Una vez has logrado cumplir con todas las reglas de las contraseñas, tendrás que aportar tus datos personales y bancarios, además de realizar un test para perfilarte como inversor.
Presta especial atención al cuestionario del perfilado como inversión y no mientas…. Además de ser un cumplimiento regulatorio es crucial por varias razones:
- Determina tu aversión al riesgo.
- Determina tus objetivos de inversión.
- Determina tu horizonte temporal de inversión.
- Determinado tus conocimientos financieros, experiencia inversora y de productos y mercados.
- Determina tu situación financiera general.
Y todo esto que determina, es crucial para que recibas las recomendaciones (e incluso permisos para contratar) de instrumentos financieros ajustados a ti como inversor y no acabar buscando monedas hasta en las costuras del sofá.
Una vez termines todo este proceso, el siguiente paso será realizar una transferencia a tu cuenta de efectivo del bróker. Esta cuenta es algo así como una especie de cuenta corriente, pero que sólo utilizarás para hacer compras a través del bróker que hayas escogido.
Conceptos importantes que debes saber para invertir en ETFs
Si estás buscando invertir en un ETF que rastree el S&P 500 como cualquier otro índice, hay varios criterios que puedes considerar para tomar una decisión:
- Gastos de gestión (TER): Se refiere a la tasa de gastos totales que se cobran anualmente como un porcentaje del capital invertido. Por tanto, busca un ETF con una TER baja.
- Liquidez: Un mayor volumen de negociación suele traducirse en un spread (diferencia entre precio de compra y de venta) más estrecho, lo que puede reducir los costos de trading. Además de dotarlo de mayor liquidez.
- Diferencia de seguimiento (Tracking Error): Mide cuánto se desvía el rendimiento del ETF del índice subyacente. Cuanto menor sea este valor, más preciso es el ETF en rastrear el índice.
- Método de replicación: Algunos ETFs replican el índice comprando todas las acciones que lo componen (replicación física), mientras que otros utilizan instrumentos derivados para lograr el mismo resultado (replicación sintética). La elección entre uno u otro dependerá de tus preferencias y de tu percepción del riesgo asociado a cada método.
- Moneda de denominación: Algunos ETFs pueden estar denominados en euros, dólares u otras monedas. Si prefieres no estar expuesto a fluctuaciones cambiarias, elige uno en tu moneda local o considera ETFs que estén cubiertos contra el riesgo cambiario.
- Dividendos: Dependiendo del ETF, los dividendos pueden ser reinvertidos automáticamente (acumulativo) o pagados directamente a los inversores (distributivo). Decide cuál prefieres según tu estrategia de inversión y consideraciones fiscales.
- Tamaño del fondo: Los fondos con activos bajo gestión más grandes suelen ser más líquidos y pueden ofrecer un tracking más preciso al índice subyacente.
- Proveedor del ETF: Puedes tener preferencias por determinadas gestoras debido a su reputación, historial o experiencia en el manejo de ETFs.
- Fiscalidad: Dependiendo de tu lugar de residencia, algunos ETFs pueden ser más eficientes desde el punto de vista fiscal que otros.
Si tienes dudas con respecto a qué clase de fondo elegir, puedes ver nuestra guía para saber diferenciar las clases de fondos.
Fondos de inversión indexados
Si eres más de chocolate que de vainilla, te decantarás por la opción de los fondos de inversión indexados. El principal ejemplo de una gestora que ofrece este tipo de productos es Vanguard, una compañía estadounidense que es nada más y nada menos que la mayor gestora de fondos del mundo.
Fue la primera empresa que ofreció fondos indexados al mercado, de la mano de su fundador y director ejecutivo John Bogle, considerado el padre de la inversión indexada.
Para comprar directamente fondos de Vanguard es necesario residir en Estados Unidos, que es donde la empresa tiene su sede fiscal. Por fortuna, a día de hoy existen multitud de opciones para invertir en fondos de este tipo desde otros países. Muchos bancos y gestoras de fondos locales llegan a acuerdos comerciales con Vanguard para contratar sus fondos y ofrecerlos a sus clientes. Solo tienes que buscar un banco o una gestora de fondos de tu país que ofrezca la inversión en el índice S&P 500, ya sea a través de Vanguard o de cualquier otra forma, y contratar ese fondo.
En resumen, si quieres invertir en el índice S&P 500:
- Si resides en Estados Unidos, contrata directamente el fondo indexado de Vanguard.
- Si resides fuera de Estados Unidos, busca en tu país un banco o una gestora de fondos que ofrezca este producto, ya sea como intermediario de Vanguard o de alguna otra forma. Y también puedes encontrar otra gestora que ofrezca fondos indexados del S&P 500, como por ejemplo Amundi o Fidelity. ¡Pregunta a tu bróker!
Igualmente, no dejes de mirar por el rabillo del ojo las comisiones, ya que unas comisiones bajas son fundamentales para aumentar tu rentabilidad a largo plazo.
Ruta de la guía
Esta guía forma parte de un conjunto de guías en las que analizamos en profundidad el S&P 500 para invertir en él. Aquí te dejo las demás guías: