Con el fin de rentabilizar el ahorro, se ha animado a la ciudadanía a invertir en bolsa. Si bien es cierto que es posible alcanzar mayores rentabilidades, también hay que saber cuáles son los riesgos a los que se enfrenta el inversor, cómo valorarlos y qué precauciones tomar para protegerse de ellos.
En esta guía trataremos dos asuntos a este respecto. Por un lado los tipos de riesgo a los que hacemos frente y, por otro lado, haremos referencia a las precauciones que hemos de tomar a la hora de invertir.
En esta guía puedes ver todos los riesgos de invertir en bolsa detallados uno a uno. Si quieres ver cómo evitar algunos de estos riesgos y evitar perder hasta la camisa, te recomiendo la Guía básica: Cómo invertir en bolsa para no perder dinero.
Tipos de riesgos en bolsa
Comencemos por conocer cuáles son los principales riesgos que pueden amenazar una inversión en bolsa.
Riesgo de mercado
Consiste en las variaciones de valor en el mercado, también conocidas como volatilidad. Tiene su impacto en toda clase de activos financieros y comprende todas aquellas circunstancias que puedan influir de manera directa o indirecta en la cotización de las empresas.
Riesgo de liquidez
Se produce al intentar vender acciones por un precio determinado. El problema se presenta al no encontrar compradores para ese valor determinado, lo que obligará a vender a por debajo del precio de mercado. Ahora bien, si nos encontramos con un activo de gran liquidez, el valor no se desplomará cuando queramos venderlo o liquidarlo.
Este tipo de riesgo no solo afecta a los títulos de renta variable, puesto que también se da en los títulos de renta fija. La liquidez de los títulos de renta fija se medirá en función de la calidad crediticia o lo que es lo mismo, la capacidad para atender puntualmente las deudas.
Riesgo no sistemático o específico
Es el riesgo propio de cada empresa. Se debe a la situación interna de la compañía y no a factores externos. Por tanto, el riesgo no sistemático o específico, no depende del mercado.
Para valorar el riesgo no sistemático se tendrá en cuenta la situación financiera de la empresa. En el riesgo no sistemático o específico se deben analizar los balances de la compañía, los flujos de caja, las expectativas de futuro, los planes de negocio de la empresa, la cuenta de resultados, los productos y el tipo de gestión cotidiana.
Una buena estrategia para protegerse de este riesgo es la diversificación, es decir, no invertir todo el dinero en un mismo valor, sino repartirlo entre los valores de distintas empresas.
Riesgo operativo
Se produce como consecuencia de las pérdidas que puedan causar los fallos tecnológicos y humanos. Los orígenes de este problema pueden ser los propios trabajadores que lleven a cabo fraude, robo, no estén capacitados para el trabajo o bien que se desenvuelvan en un ambiente de trabajo hostil. Un diseño incorrecto de los procesos de trabajo de la empresa, una estructura inadecuada, una información deficiente y la mala implantación de la tecnología también se encuadran dentro de los riesgos operativos.
No solo la tecnología, el diseño de la propia empresa o el factor humano influyen en los riesgos operativos. Los cambios en las circunstancias políticas (cambios en las leyes, estabilidad del país) y económicas también afectan a la cotización, por no hablar de las importantes consecuencias que pueden tener las variaciones en los gustos de los consumidores y eventos no previstos como las catástrofes naturales.
Riesgo de contrapartida
Tiene lugar si en una operación de compraventa una de las partes no cumple con sus compromisos. Los métodos empleados para reducir este riesgo consisten en el pago de fianzas, la autorización a las entidades reguladoras a la compra a plazos mediante un préstamo o la posibilidad de anular una venta mediante una operación de recompra.
Riesgo de inflación
Si la inflación es superior a la rentabilidad obtenida en bolsa, el incremento de los precios producirá una pérdida de poder adquisitivo. Por decirlo de una manera más coloquial, la inflación terminará por engullir las ganancias obtenidas en bolsa. No obstante, la experiencia histórica ha demostrado que, habitualmente, la rentabilidad de las inversiones suele situarse por encima de los niveles de inflación.
Cabe señalar que el riesgo de la inflación siempre está presente, incluso aunque no se invierta en bolsa.
Riesgo de tipo de interés
Incide fundamentalmente sobre aquellos títulos que ofrecen una rentabilidad fija, como los bonos. Así, un descenso de los tipos de interés por debajo de la rentabilidad del bono, provocará que los bonos se aprecien, pues ofrecerán un interés superior al del mercado. Si por el contrario el tipo de interés aumenta por encima del interés que ofrece el bono, el valor del bono caerá.
Hay que tener en cuenta que, cuanto mayor sea el plazo de duración del título, mayor será la posibilidad de sufrir un aumento de los tipos de interés.
Una buena forma de reducir el riesgo a la hora de invertir es eligiendo un buen broker. Por ello, te dejo por aquí la guía de los mejores brokers para invertir desde España para que puedas elegir el bróker ideal.
Ante todo, precaución en las inversiones
Conociendo cuáles son los riesgos en bolsa, también hay que tomar una serie de sencillas medidas para evitar disgustos a la hora de invertir en bolsa.
Información y asesoramiento
En primer lugar, hay que disponer de un asesoramiento de calidad y de una buena base de conocimientos previos. Para ello será necesario investigar en libros y manuales específicos. Organismos oficiales como Bolsas y Mercados Españoles o la Comisión Nacional del Mercado de Valores ponen a disposición del público manuales gratuitos para acercarse al mundo de la bolsa. No lo son todo, pero sin duda, nos ayudarán.
Así pues, quien quiera sumergirse en los mercados financieros debe ser consciente de que está jugando con su propio dinero, por lo que es necesario contar con una buena formación previa.
Una opción que tampoco se puede descartar es la de contar con el apoyo de profesionales especializados. La llamada gestión de activos consiste en destinar nuestro dinero a fondos de inversión que serán administrados por terceros. Estos gestores de fondos son profesionales, trabajadores formados específicamente para operar en los mercados financieros. Ahora bien, no siempre acertarán, por lo que una buena rentabilidad nunca está asegurada.
Perfil de riesgo
La bolsa es un mercado de gran amplitud, con activos financieros muy diversos a nuestra disposición. Esto implica adaptar nuestra inversión a nuestro perfil de riesgo. Así, quienes sientan más aversión al riesgo, contaran con un perfil de inversiones más conservador, mientras quienes busquen una mayor rentabilidad tendrán que apostar por perfiles más arriesgados.
Al comenzar una andadura en bolsa es recomendable hacer pequeñas inversiones sin buscar grandes rentabilidades a corto plazo. De ahí que se aconseje a quienes invierten por primera vez que operen a medio y largo plazo. Por tanto, queda claro que conviene comenzar con prudencia y, una vez, adquirida la experiencia y conociendo a la perfección el funcionamiento de la bolsa, se podrán llevar a cabo movimientos más arriesgados.
Estar informado
La información es vital a la hora de invertir en bolsa. Habrá que estar al tanto de las fluctuaciones, de la documentación que nos envíe nuestro asesor financiero y permanecer atento al desarrollo de los acontecimientos económicos, empresariales y políticos.
No obstante, siempre debemos tener en cuenta que leer todos los días la prensa económica podría ser negativo. Todos los días existe mucho ruido, mucha información aparentemente relevante que luego no lo es. Esto podría provocar que tomemos decisiones basadas en las emociones y de corto plazo, en lugar de decisiones meditadas, racionales y con perspectiva.
Diversificación
Una estrategia muy recomendada para reducir los riesgos que anteriormente mencionábamos es la diversificación. En otras palabras, no hay que poner todos los huevos en el mismo cesto. Esto significa en invertir en distintos valores, pues de este modo, el riesgo se diversifica, se reparte.
Muy importante, eso sí, decir que el riesgo nunca se elimina. El riesgo puede reducirse, pero no existen inversiones sin riesgo.
Invertir en empresas solventes
Siempre se aconseja invertir en empresas sólidas, que sean solventes. Los asesores recomiendan invertir en grandes empresas. Por otra parte, es recomendable informarse sobre la situación de la compañía en la que se va a invertir, examinando sus cuentas anuales y sus planes de futuro. Y es que, los estados financieros de la empresa son la verdadera radiografía de una empresa, dado que nos indican su situación financiera y económica.
Con todo, hay empresas infravaloradas por el mercado que podrían ofrecer buenos rendimientos. No se trata de comprar aquello que va mal, sino de comprar aquello que parece ir mal, cuando realmente no lo está. Para ello hay que ser experto analizando negocios y empresas, pero vale la pena destacar que algunos inversores invierten en este tipo de compañías.
Atentos a las comisiones y a los impuestos
Dos aspectos que no deben olvidarse y que pueden mermar la rentabilidad alcanzada son las comisiones y los impuestos. Los intermediarios financieros nos cobrarán comisiones por acceder a sus plataformas de compraventa, de ahí que sea necesario comparar los servicios y las comisiones que ofrecen. También habrá que tener presente el efecto de los impuestos sobre las plusvalías, es decir, el dinero que debemos pagar a Hacienda por las ganancias conseguidas con la venta de acciones. Por el contrario, en caso de obtener pérdidas, estas se podrán compensar.
Es fundamental ser consciente de que alcanzar rentabilidades espectaculares en bolsa es algo francamente complicado, casi imposible. Operar en bolsa requiere paciencia y análisis, por lo que no existe una estrategia mágica que nos permita hacernos ricos de la noche a la mañana.
Jan Pool Martinez Ovalle dice
Exelente platafoma, no la conocía.
Brinda un buen contenido con temas específicos y da la oportunidad de aprender y adquirir temas y contenidos que pueden ser de ayuda en el caso que se necesite aplicarlos, gracias Dios los bendiga.
Adolfo dice
Otro riesgo a considerar es el riesgo de la divisa con la que operas, por ejemplo, si tu moneda base, es el euro y el broker te pide convertirla a divisa norteamericana, tendrás comisión por el cambio de divisa y además tendrás que considerar en tu rentabilidad la volatilidad o fluctuaciones del par de divisas euro/dolar.