Esta es una de las preguntas más analizadas de la historia por parte de los inversores, porque si no es posible, ¿qué sentido tiene analizar con microscopio empresas para tratar de hacerlo mejor que el mercado? ¿No será mucho más eficiente invertir directamente en algún instrumento financiero que replique el mercado?
Para dar respuesta a esta inquietante cuestión, en primer lugar tenemos que establecer una premisa previa, a saber, qué es “batir al mercado”… ¿Meter todas las acciones del S&P 500 en una coctelera, batir enérgicamente y preparar un exótico Mai-Tai?… Sigue leyendo.
¿Qué es batir al mercado? Tres factores a explorar
Siempre que medimos algo, ya sea una carrera de 100 metros listos, la altura de un edificio o la rentabilidad de una cartera, tenemos que saber qué es exactamente lo que vamos a medir, cómo lo vamos a medir y cuál va a ser la vara de medir. Es decir, la marca o referencia con la que comparar y, en su caso, a superar.
Para muchos inversores, batir al mercado es conseguir una rentabilidad superior a la que ha registrado la bolsa de valores históricamente. Es decir, consideran que el mercado es el mercado de acciones y lo miden utilizando la media anual histórica.
Además, se suele usar como referencia la bolsa de Estados Unidos porque es la que tiene mayor registro histórico de datos y, porque supone más de la mitad de la bolsa mundial, todo un coloso.
Si aceptamos esta forma de medición y comparación como válida, la siguiente cuestión lógica sería, y ¿cuál es el hito que tenemos que batir?
Según Jeremy Siegel que recogió datos desde 1871, la rentabilidad de la bolsa de Estados Unidos fue de un 10% anual, aunque si descontamos la inflación, se quedaría entre un 6,5% y un 7% anual. De modo que, batir al mercado sería conseguir una rentabilidad superior al 7% anual todos los años, por encima de la inflación.
Dicho esto, ¿deberías concluir que sólo bates al mercado cuando ganas más de un 10% anual? ¿Y si la bolsa mundial sube un determinado año un 25%? Si has conseguido un 12% de rentabilidad, pero el resto del mundo ha alcanzado un 25% porque es lo que ha subido, por ejemplo el índice de renta variable mundial ACWI, es probable que te quedes en estado de shock’n’roll.
Imagina ahora que el índice en un determinado año hubiera caído un 8% y tú hubieras conseguido ese 12% de rentabilidad, entonces sí, rock’n’roll.
¿Qué conclusiones podemos extraer de aquí?
Para empezar, el primer factor a tener en cuenta para saber si se puede batir al mercado es el número de años. Y, en este sentido, cuantos más años podamos comparar mejor, dado que aumentaría la validez de los resultados obtenidos. No nos sirve de nada batir al mercado un año si, al año siguiente, perdemos el doble que el mercado.
En segundo lugar, saca a relucir el papel estelar que juega la volatilidad, a la que nos referiremos más adelante.
Teniendo en cuenta estas primeras hipótesis, y con el catalejo apuntando al largo plazo, podrías considerar que batir al mercado es conseguir más de ese 10% anual, que ha registrado la bolsa históricamente. Y aquí terminaría el misterio.
Pero, ampliemos ahora el zoom y exploremos, ¿y si en lugar de acciones inviertes en otro tipo de activos?
Deteniéndonos en la renta fija, los registros históricos nos informan que ha tenido cerca del 7% de rentabilidad anual, un 4% si descontamos la inflación. Aunque con mucho menos riesgo y menor volatilidad en comparación con la renta variable, por ejemplo.
Concretamente, en los últimos 30 años, el drawdown de la renta fija global, es decir, la máxima caída desde el pico más alto, ha sido del 11%. En cambio, la bolsa mundial ha tenido un drawdown del 54%.
Y todo esto es lo que provoca que el tercer factor para saber si podemos batir al mercado sea el tipo de activo en el que se invierte y su riesgo intrínseco.
Para batir al mercado no podemos comparar cebras con gallinas. Al igual que en los combates de boxeo se clasifican los luchadores por peso, en nuestro caso tenemos que separar por clase de activo. Sabemos que los pesos pesados son las acciones, que es el activo que más rentabilidad ha dado históricamente, pero con mar arbolada en términos de volatilidad.
Y de la misma forma que dentro de cada color hay muchas tonalidades, dentro de cada activo tenemos muchos segmentos. Los cuales, a la hora de organizar y agrupar para medir correctamente la rentabilidad, tenemos que ajustarla al riesgo. Si no es como hacer una carrera entre motos y bicicletas.
Está claro que las motos siempre ganarán. Para medir correctamente, tenemos que medir, por un lado, los resultados de las motos y, por otro lado, los resultados de las bicicletas. Seguro que las motos lo harán mejor que las bicicletas. Pero una caída en moto es mucho más peligrosa que una caída en bicicleta.
A la hora de invertir ocurre lo mismo. La rentabilidad hay que ajustarla al riesgo, medido como la volatilidad, que queremos asumir. No es lo mismo si tu cartera es 100% bolsa, que si tienes también renta fija.
Volviendo ahora a la pregunta del inicio, ¿qué significa batir al mercado? Y, tomando los tres factores clave a considerar, podemos concluir que para batir al mercado tendremos que mejorar la marca de la clase de activo en la que se está invirtiendo, durante un periodo suficiente largo de tiempo y ajustando la rentabilidad al riesgo.
¿Y cómo sabemos si alguien está batiendo al mercado?
Para saber si tu cartera o la de un fondo de inversión en el que te gustaría invertir, bate al mercado, debes comparar su rentabilidad con la del índice que usa como referencia, la vara de medir. Al respecto, todos los fondos indican siempre cuál es su índice de referencia, a excepción de los de inversión libre o hedge funds.
Pero esto no será todo. Si estamos analizando un fondo de inversión, tenemos que fijarnos también en qué está invirtiendo realmente el gestor, dado que puede decir que su índice de referencia es uno, pero en realidad está siguiendo a otro totalmente distinto.
De esta manera, se simplifica en extremo averiguar si alguien ha batido al mercado un año en concreto: se compara contra su índice de referencia y no more.
Pero, no debemos olvidar el primer factor del paréntesis temporal para determinar si alguien es realmente capaz de batir al mercado, debiendo apuntar hacia el largo plazo. No basta con batir al mercado un año en concreto.
Puede haber sido por un acierto puntual, o incluso por casualidad, o por buena suerte. Si queremos saber si es posible batir al mercado de forma consistente, tenemos que analizar un periodo más largo de tiempo.
Finalmente, ¿se puede batir al mercado o no se puede?
Para hacer la prueba del algodón, nos basaremos en los datos de SPIVA, que son los más completos y accesibles.
Según estos datos, 9 de cada 10 fondos de inversión de renta variable no consiguen batir a su índice de referencia en un periodo de 20 años… ni en Europa, ni en Estados Unidos.
Fíjate en esta tabla.
Vemos un grupo de fondos de Estados Unidos comparados con su categoría de activo, divididos en periodos de tiempo: un año, tres años, 5, 10 y 20. La tabla nos muestra el número de fondos que no batieron a su índice.
Por ejemplo, a un año, tomando el 2021, el 85% de los fondos que tienen como referencia el S&P 500, lo hicieron peor que el índice. A 20 años, el 94,12% lo hicieron peor que el S&P 500.
Es decir, que si hubiéramos invertido directamente en un fondo indexado o ETF que replique al S&P 500, lo hubiéramos hecho mejor que el 94% de los fondos de inversión.
Si analizamos todos los datos de la tabla, ¡solo el 10% de los fondos han batido el mercado en los últimos 20 años! Para poder elegir un fondo de inversión que bata al mercado, es necesario analizarlos de la forma correcta. Aquí puedes aprender a hacerlo: Curso de análisis de fondos de inversión.
Y para ser justos, vamos a ver también otro tipo de activo. Si analizamos los fondos de renta fija, los datos mejoran un poco, pero siguen siendo poco esperanzadores. Solo el 12% de los fondos baten a su índice.
Aunque en algunas categorías concretas la habilidad de los gestores se hace notar un poco más. Por ejemplo, en la que más se ha batido al índice es en deuda global, aquí tan solo un 65% de los gestores lo hicieron peor que su índice.
Con los datos en la mano vemos que es posible batir al mercado. Aunque también dejan claro que es tremendamente complicado conseguirlo y que muy pocos lo logran.
Por eso, gestores como Ray Dalio, Warren Buffett o Jim Simons son los Cristiano Ronaldo y Messi de la gestión de activos. Tienen récords realmente extraordinarios que les hacen dignos ganadores de su balón de oro.
En cambio, para la inmensa mayoría de los mortales, es casi imposible batir al mercado. Debido a esto, a la hora de invertir, para la mayoría es aconsejable replicar al mercado. Se puede hacer invirtiendo en fondos indexados, ETF, o teniendo una cartera de acciones que replique el comportamiento del mercado. Si quieres aprender a invertir en estos vehículos de inversión, te recomiendo este contenido relacionado: Curso de inversión en fondos y ETF.
Por último, al principio de esta guía comentamos que un factor fundamental es ajustar la rentabilidad al riesgo, pero los datos de la tabla mostrada son rentabilidades absolutas.
¿Y por qué es tan importante esto? Te pondremos un ejemplo que seguro que te ayudará a verlo más claro. Imagina un inversor que hace lo mismo que un índice de referencia, pero utiliza apalancamiento para conseguir más rentabilidad.
Si por cada euro invertido de su bolsillo tiene otro euro invertido con deuda, lo que sería un ratio 2:1. Si la bolsa va bien, su rentabilidad será el doble que la bolsa. Pero cuidado porque todos sus movimientos serán el doble, tanto las caídas como las subidas. Además, que tendrá un coste adicional que pagar por los intereses de esa deuda.
Es por ello que las rentabilidades hay que mirarlas siempre ajustadas a riesgo, o en este caso a la volatilidad, dado que nos ofrecerá una idea más precisa sobre si realmente estamos batiendo al mercado.
Conclusión
Hemos podido desvelar el gran misterio a la gran pregunta que inquieta a muchos inversores: sí, es posible batir al mercado de forma consistente, pero es tremendamente complicado.
Además, cuando hablamos de rentabilidad, no solo nos importa saber si batimos al índice o no, si no lo lejos que quedamos de batirnos. Fíjate en la distancia al índice. No es lo mismo que el índice obtenga un 10% de rentabilidad y nosotros un 9%, que si no lo batimos porque hemos alcanzado tan solo un 2%.
De la misma forma, dentro de ese 90% de fondos que no baten a su índice, podemos encontrar todo tipo de casuística, como fondos que se quedan muy cerca y otros con mayor lejanía. Si bien es cierto, que nosotros no podríamos ni soñar con el equipo y los recursos que tienen muchos fondos.
Por ello, para la mayoría de pequeños inversores, al carecer de tiempo y recursos suficientes, intentar batir al mercado no es la mejor idea.
¿Y entonces qué opción nos queda? Indexarnos, es decir, replicar lo que hacen los índices. Piensa que, en el peor de los casos, lo harás mejor que el 90% de fondos de inversión del mundo, que no está nada mal, ¿verdad?
Ya sabes lo que dicen: si no puedes con el enemigo, únete a él.
¡Buena inversión!