La teoría más extendida sobre la creación del Universo conocido es el Big Bang, la Gran Explosión ocurrida hace más de 13.800 millones de años y que dio a luz a nuestra existencia.
Hoy en día estamos presenciando un nuevo Big Bang que a pesar de no tener tanta trascendencia como el anterior, sí que apunta a cambiar en gran medida todas nuestras interacciones sociales.
Como estarás pensando, y tras leer el título de la guía, ya te imaginarás que estoy hablando del archi famoso Metaverso. Ya, ya todos estamos muy cansados de que el Metaverso aparezca hasta en la taza de cereales, pero hazme caso, es muy importante que entendamos lo que es, lo que no es y lo que supone para nuestras vidas. Y tranquilo, que no voy a hablar mucho de Facebook, perdón de Meta, que a mí Zuckerberg también me parece más siniestro que un malo de James Bond y el cambio de nombre es mucho más cosmético que de fondo.
Algunas personas piensan en el Metaverso como si fuera una visita al dentista. Esto es algo que va a pasar, pero que les gustaría evitar mientras que otras personas sienten la emoción previa al entrar en un parque de atracciones.
Seas de uno u otro bando, no te preocupes. Ya has dado el primer paso al abrir esta guía. Los pies los tienes al borde del trampolín y solo te queda dar un pasito más. Abre tu mente, ponte cómodo y relájate porque te voy a mostrar el mayor viaje de tu vida: los secretos, mitos y leyendas de lo que implica esta nueva frontera para la humanidad.
¿Preparado? Vamos allá.
Está todo inventado, aunque nos lo vendan como nuevo
El Metaverso no es un concepto ni mucho menos nuevo, la primera vez que se acuñó fue en una novela de ciencia ficción, Snow Crash, del autor Neal Stephenson en 1992.
Allí ya se desgranaban los conceptos de vidas virtuales que posteriormente han tenido tanto recorrido. Podemos verlo en películas de ciencia ficción como Avatar, Matrix, Ready Player One y en menor medida en las ciencias sociales y en la filosofía.
Sin embargo, este concepto tampoco es original de esa novela, ya que el ser humano ha tratado de vivir otras vidas desde su nacimiento. ¿No piensas que los ritos funerarios son una creencia en otros universos diferentes al nuestro? El mundo onírico, los conceptos de Cielo e Infierno o incluso la reencarnación, no son más que metaversos con diferentes significados y finalidades.
Ya, ya voy al grano, que me estoy poniendo muy trascendente y esto no es una clase de filosofía existencial.
Lo verdaderamente diferenciador de este nuevo Metaverso es que es virtual y diseñado enteramente por el ser humano. En 2002, con la creación de Second Life, ya se intentó una prueba piloto del concepto, pero quedó muy patente que la tecnología del momento no estaba a la altura.
Nadie quiere vivir otra vida a través de unos muñequitos digitales sin ninguna semejanza real con sus contrapartidas humanas. Pero la semilla de lo que iba a venir ya estaba plantada en ese primer intento.
20 años después, la tecnología ha dado un salto tan grande que a veces hasta es difícil de creer. Hoy en día podemos recrear actores fallecidos con CGI para que terminen sus películas, envejecer a nuestros amigos con Face App para reírnos de ellos o sumergirnos en la II Guerra Mundial para machacar algunos nazis con un realismo que asusta.
En la industria del videojuego ya llevan tiempo disfrutando de estos importantes avances. Epic Games, la creadora del famoso Fortnite, recrea a seres humanos con un nivel de realismo alucinante.
Es precisamente en esta última industria, la de los videojuegos, donde se han dado los mayores avances sin que nadie llegara a valorar realmente lo que se estaba consiguiendo. A ver si pensabais que el único regalo a la humanidad de los videojuegos iba a ser el FIFA….
Y no, esto no vale como excusa para jugar más horas de las permitidas con las Playstation, que te estoy leyendo el pensamiento ;).
Ámalo u ódialo, pero primero compréndelo
El entusiasmo que han generado las posibilidades del Metaverso palidece ante las críticas que han aparecido prácticamente desde su concepción:
“La gente no puede estar todo el día jugando videojuegos”
“Nadie va a querer sustituir el mundo real por algo irreal”
“En mis tiempos había relaciones personales de verdad y no virtuales”
“Va a ser un divertimento para ricos que los pobres no van a poder disfrutar”
Todos estos argumentos y muchos más se están vertiendo en contra del uso del Metaverso. A pesar de todo, la realidad es que ya vivimos conectados desde hace mucho tiempo, y se llama internet.
Hoy día ya nos pasamos horas delante de una pantalla accediendo a información (mundos) totalmente virtuales. Lo utilizamos para nuestra vida personal, profesional, ocio, inversiones y prácticamente para todo.
Nos conectamos además desde un ordenador, pero también desde un teléfono móvil o un televisor. Siempre estamos conectados, enviando y recibiendo información desde diversas plataformas y sistemas de comunicación. ¿Te imaginas hablando de esto a una persona que viviera en 1990? Nos trataría de locos y probablemente utilizaría los mismos argumentos que hoy día usamos en contra del Metaverso.
El Metaverso, o casi mejor dicho el MultiMetaverso ya que de momento hay varios Metaversos no conectados entre sí, tiene aplicaciones infinitas. Tanto a nivel lúdico (cine, música, literatura), como educativos o generando nuevos negocios en mundos virtuales sin conexión con el mundo real.
Soy consciente de que este tipo de vaticinios generan mucha incomodidad, porque la mayoría de las personas se resisten a pensar en los mundos virtuales como algo real. Lo que sucede es que el concepto de realidad y ficción se va a ir difuminando cada vez más, y no importará tanto si es real como si se “siente” real.
Piensa en los espectáculos de magia, los parques de atracción o las películas de terror. No por saber que son “mentira” te hacen sentir menos emociones, de hecho, en muchos casos te hacen sentir mucho más que en tu vida cotidiana.
Lo que nos parece impensable no es tan diferente a la inmersión que ya hacen nuestras mentes cuando leen una buena novela o visualizan una película interesante. Lo que ha cambiado es el nivel tecnológico, esto permite llevar la experiencia a un nivel superior y amplía el número de posibilidades prácticas.
El ser humano tiene una memoria muy frágil y una tendencia enorme a temer lo nuevo y diferente. Sin duda se lo debemos a la evolución, la misma que nos ponía en guardia todo el día para no ser comidos por un diente de sable hambriento. Y está muy bien que sea así, pero hay que saber diferenciar entre el peligro real y el miedo innecesario.
Todas las tecnologías pueden tener usos buenos y malos, pero eso no es culpa de la tecnología, sino de quién la utiliza. El Metaverso no es diferente, pero no por tener aplicaciones potencialmente negativas, tenemos que temer su desarrollo. ¿Alguien quiere cerrar internet porque exista la Dark Web, que además supone más del 90% del contenido mundial total? No lo creo.
Vale, vale, que sí, que el Metaverso puede ser una cosa muy cool, pero aún no sabemos para qué sirve además de para jugar a unos videojuegos muy bonitos. Tranquilo, que solo estaba calentando, os va a volar la cabeza con las implicaciones que tiene.
Todo está conectado y no lo estamos viendo venir
Realidad virtual, realidad aumentada, hologramas, gafas cibernéticas, NFT, negocios virtuales, avatares que generan riqueza… ¿Ves por dónde voy?
La convergencia es un concepto de la tecnología del que nunca se habla. Sin embargo, es la mayor fuente de innovación de la humanidad. La convergencia permite, por ejemplo, que el desarrollo de la inteligencia artificial se aplique a la industria farmacéutica para descubrir nuevos fármacos en tiempo record. ¿Os suena la polémica por la velocidad en que se ha descubierto la vacuna contra el Covid? Convergencia en funcionamiento.
Hay miles de ejemplos, tecnologías de reconocimiento visual que se aplican a los coches autónomos o por citar un gran clásico, el teflón que recubre nuestras sartenes, originariamente se usó para la reentrada de los cohetes espaciales a la atmósfera terrestre. Recordadlo la próxima vez que alguien se ría de los planes espaciales de Virgin o Tesla, de ahí vendrán muchas maravillas del futuro.
El Metaverso, en este caso, está funcionando como una especie de anillo único que reúne todas estas nuevas tecnologías de realidad aumentada, tarjetas gráficas o chips ultrarápidos para crear algo más grande que la suma de todas sus partes. Que no, que no, que Zuckerberg no es Sauron, que os estoy viendo venir.
Lo que es importante tener en cuenta es que el Metaverso es un concepto en construcción que se encuentra en constante evolución. De igual manera que en el nacimiento de la computación casera, teníamos que “programas” en MS-DOS antes del nacimiento del Windows Home. O por ejemplo, en los primeros años de internet que era muy complicado el sistema de búsquedas. Pues bien, el Metaverso también va a sufrir esa evolución.
Las aplicaciones son infinitas, empezando por las lúdicas (cine, música, literatura), pasando por la educación y terminando en la generación de nuevos negocios en mundos virtuales sin conexión con el mundo real.
¿No te lo crees? No hace falta que confíes en mi vaticinio porque muchas de estas cosas ya han sucedido en la realidad. En abril de 2020, 12,3 millones de personas asistieron de manera virtual a un concierto en vivo de Travis Scott, representado en el famoso juego Fortnite. Lo más alucinante es que en diferido, la cifra de visionados ascendió a 50 millones de personas.
Sumado a esto, varios campus universitarios, como el de Berkeley, recrearon virtualmente durante la pandemia todo el campus real. También organizaron su ceremonia de graduación en Minecraft a través de avatares individuales, que incluso recogieron individualmente sus diplomas virtuales.
Mientras lees estas líneas, miles de jugadores están gastando dólares reales en los casinos de Grand Theft Auto, otro videojuego muy popular, y altos directivos corporativos están teniendo sus reuniones alrededor de la Mesa Redonda de Camelot.
Incluso marcas de lujo como Gucci o Louis Vuitton, tienen su propia división de NFT para vender trajes especiales para el League of Legends, otro videojuego.
Todos estos usos del Metaverso los podemos considerar pasos iniciales del “Homo Metaversus”. Las primeras escaramuzas fuera de la cueva analógica al salir al nuevo mundo digital.
Estas interacciones están siendo indirectas, todavía sentados desde nuestras casas, como en el caso de Berkeley, o a través de dispositivos analógicos, gafas y guantes, en el caso de los videojuegos.
Es probable que incluso en el futuro, estos se consideren pseudo metaversos o pre-metaversos antes de la experiencia definitiva. Pero sea como sea, son los primeros pasos necesarios para lo que vendrá después. Volveremos a vivir un momento similar al de 1969 con la primera llegada a la luna: “un pequeño paso para el hombre, pero un gran paso para la Humanidad”.
La industria del videojuego, que ya mueve más millones de USD anuales que el cine y la música juntos, es la que está capitalizando con mayor fuerza las posibilidades de ocio en el Metaverso.
Sin embargo, negocios tan tradicionales como el real estate, también están creciendo con fuerza en este nuevo entorno. Republic Realm, tiene el récord de la operación de tierra virtual más grande de la historia, 4,3 MM USD. Así es como se ve un pedazo de tierra virtual en Sandbox, una de las plataformas más populares actualmente:
Otro caso genial es la “Casa en Marte”, vendida por 512,000 USD y que albergará la primera boda en el Metaverso.
Sin duda alguna, comprar una casa virtual para realizar una boda en un Marte virtual suena a excentricidad y a exuberancia irracional de los mercados. Y no digo que no, pero eso no debería empañar la foto completa.
Usos indebidos o exagerados de las tecnologías hay y habrá siempre. También hay gente que paga millones de USD por pañuelos de Michael Jackson, Maradona o el que usó Messi para secar sus lágrimas en el adiós al Barcelona.
Pongamos un ejemplo que hoy en día no es real, pero está a muy poco tiempo de serlo:
“Me registro en un casino de realidad virtual con mi identificación virtual y me acerco a una silla donde el crupier reconoce mi avatar como TBI” (representación digital de propiedad).
Dado que esta es mi décima vez en el casino, y estoy en racha, la tarjeta de mi jugador brilla (de manera programada), lo que indica a otros a unirse a mi mesa. El casino está encantado al traerle clientes, por lo que decide enviarme un «ticket de bebida» virtual, que se puede canjear en UberEats, Drizzly o cualquier aplicación que reconozca que esos NFT son créditos de consumo.
Más tarde, asisto a un concierto virtual que se desarrolla en un estadio creado dentro Decentraland, justo al lado de mi vivienda virtual. Desde que se abriera el centro de convenciones y varios negocios como Nike, Loewe y Walmart empezarán a operar, el valor de mi casa digital ha aumentado exponencialmente.
Como no la utilizo todo el tiempo, la alquilo para eventos privados, exposiciones de NFT y otros servicios, por lo que obtengo un rendimiento en tokens canjeables tanto en el mundo virtual como real.
¿Te parece demasiado? ¿No le ves el uso, más allá del monetario, a tener una casa virtual? En parte puedes tener razón, hoy en día la tecnología no ha llegado a ese punto de desarrollo. Pero piensa un poco más hacia delante y verás las posibilidades inmersivas que ya empezamos a ver en youtube.
Por ejemplo, ¿Te gustaría estar presente en las charlas, vídeos, webinars de los canales que sigues? Ya hoy en día se están grabando vídeos de este tipo. El objetivo es que, con ayuda de gafas de realidad virtual, puedas tener una experiencia en 3D de todo lo que sigues hoy en día.
En tu propia vivienda virtual tendrías todo esto y mucho más, tan solo tu imaginación pondrá los límites. ¿Quieres que una de las habitaciones esté en el centro de un volcán? Hecho. ¿El salón que de a una playa paradisiaca? Concedido. ¿Abrir la puerta del baño y que esté en mitad del océano? Bueno, si eso es lo que quieres… También. Incluso, tu apariencia virtual y las reglas de la física no tienen porqué ser las del mundo real.
Y esto solo es el principio.
El Mañana del Metaverso ha llegado hoy
La realidad muchas veces supera la ficción, y en este caso no es una excepción. Es posible que os sorprendan los actuales usos del Metaverso en campos tan diferentes como la gestión de las ciudades o el diseño de nuevos automóviles.
Shanghái acaba de incluir al Metaverso como una de las tecnologías clave para su próximo Plan Quinquenal. Han reproducido toda la ciudad real en una réplica virtual en la que podrán simular, en tiempo real, cualquier cambio, iniciativa o idea que quieran implantar en la ciudad real.
De este modo, se ahorrarán millones de USD en pruebas y podrán probar de manera segura cualquier idea o proyecto que se les ocurra. Es el túnel del viento de los prototipos de F1, pero llevados al siguiente nivel.
Hablando de coches, BMW, ya lo ha implantado en el diseño de sus futuros modelos.
A medida que la tecnología vaya mejorando, podrían incorporar otras opciones. Como, por ejemplo, acelerar el tiempo de la ciudad virtual para ver los efectos a largo plazo, sin tener que esperar tanto tiempo en el mundo real.
Estos ejemplos ponen de manifiesto lo rápido que gira el mundo, hasta hace poco no sabíamos que existía un concepto como el Metaverso. En cambio, ya se está utilizando en negocios reales, con operaciones reales de millones de dólares. Ya conoces el dicho: el cambio sucede poco a poco y luego de repente.
La popularización de esta idea por parte de Facebook tuvo siempre esta finalidad. Ya te he avanzado al inicio, que el cambio de nombre es más estético que de fondo. No en vano, el 70% de los ingresos de la plataforma vienen de la publicidad.
Con todo lo expuesto hasta ahora, imagina el potencial de ingresos por publicidad que puede generar la expansión de los universos virtuales. Si no te puedes expandir más en el mundo real, ¿cómo no lanzarte a otro mundo que es esencialmente infinito?
En el mundo laboral, también se presentan oportunidades y soluciones de las que carecemos en estos momentos. El Metaverso podría ser, además, la solución a uno de los mayores problemas de la revolución del Home Office como es la falta de creatividad espontánea.
La historia de la humanidad está llena de grandes inventos que surgieron de conversaciones de pasillo o de ideas que surgieron tomando un café con los compañeros. Todo eso se pierde con el home office y se podría recuperar con el Metaverso. Tomaremos cafés, virtuales o no, con mucha más gente que antes, pero sin salir de nuestras casas.
Las minas virtuales e infinitas del Rey Salomón
La leyenda cuenta que todo lo que tocaba el Rey Midas se convertía en oro, y es muy probable que pase lo mismo con el Metaverso. Pero cuidado, al igual que no todo lo que tiene una etiqueta Bio, es saludable, no todo lo que empiece por Meta va a ser una buena opción de inversión.
Hace unos años ya vivimos la fiebre de la inteligencia artificial. Todas las empresas mencionaban una IA que muchas veces no existía, para sacar provecho de esa megatendencia. Algo muy parecido y posiblemente de manera exponencial va a suceder con los metaversos. Todo el mundo va a querer tener uno en cada hogar.
Las opciones de inversión son muy variadas, desde la manera indirecta de invertir en ello a través de las empresas de soporte: tarjetas gráficas (NVIDIA), microprocesadores de alta capacidad (ASML) o periféricos como las gafas de realidad virtual (Google, Apple e incluso Meta ya tienen proyectos en marcha).
Otras opciones pueden ser las empresas más especializadas en entornos digitales, como son las compañías de videojuegos Unity Software, Roblox o Tencent (dueña del 51% de Epic Games, creadora del famosísimo Fortnite).
El éxito o el fracaso pasa en cierta medida por el desarrollo de todas estas grandes empresas. Pero probablemente, la joya de la corona, la verdadera mina del Rey Salomón, aún no se haya creado. Al igual que se tuvo que crear toda la infraestructura que soporta la red de internet, vamos a asistir a la construcción en vivo de las autopistas digitales para el uso y disfrute del Metaverso.
Las redes sociales son, por ejemplo, un subproducto muy lucrativo de internet. De igual manera, surgirán nuevas aplicaciones derivadas del Metaverso. ¿Vacaciones paradisíacas sin salir de tu casa? ¿Cenas románticas en la superficie lunar? ¿Una carrera contra Usain Bolt en la final de los Juegos Olímpicos de Pekín? ¿Pasear por la muralla China durante kilómetros y kilómetros? ¿Asistir a una clase sobre el Imperio Romano en el Coliseo como era durante la época imperial?
Por no mencionar el momento en que los avatares virtuales puedan trabajar al mismo tiempo en el que sus alter ego humanos, se dediquen a otras cosas en el mundo real. La multiplicación de los panes y los peces en formato digital.
Repite conmigo: No hay límites.
Pero sí, muchos desafíos.
Una vez abierta, la Caja de Pandora no se puede volver a cerrar
La civilización tardó varios siglos en que el tráfico de personas y mercancías tuviera pocas restricciones y fuera ágil y sencillo. De hecho, hoy en día siguen existiendo en muchos lugares del mundo y la pandemia ha demostrado la fragilidad de nuestro sistema.
Todas estas preguntas se van a ir contestando y actualizando con el tiempo, pero no deberían asustarnos o hacernos desear que no sucedan. El ingenio humano es la fuerza más poderosa jamás creada y estoy seguro de que el balance de lo que viene será excepcionalmente positivo.
En el Metaverso, o mejor dicho, Metaversos, va a ocurrir algo similar. Las empresas que los creen intentarán cerrar lo máximo posible a sus “residentes” para conseguir la mayor parte del pastel.
Por no mencionar, los que se creen espontáneamente por particulares, ah, ¿qué pensabas que solo las grandes compañías iban a poder crear su universo de bolsillo? No, no, una vez que se popularice y democratice, cualquier emprendedor va a poder ofrecer su propia experiencia particular.
Si estás pensando que esa democratización puede tardar muchos años en llegar, quizás te convendría repasar lo que está pasando en el mundo blockchain, por ejemplo. Hoy en día, hay miles de negocios creados de manera espontánea utilizando el ecosistema de Ethereum, Solana y demás criptomonedas. ¿O son criptouniversos?
Sin duda alguna, los debates éticos y morales se van a tener que ir solucionando sobre la marcha. La delimitación de los derechos y obligaciones de las contrapartidas virtuales va a ser un tema de debate durante mucho tiempo y generará un nuevo campo para la jurisprudencia, e incluso los derechos humanos.
Pero no por ello debemos asustarnos por lo que viene o desear que no suceda. Al fin y al cabo, hoy en día tomamos esas decisiones en muchos ámbitos de la vida: prioridad en los trasplantes, reglas de evacuación de las ciudades o restricciones en tiempos excepcionales, como por ejemplo las pandemias. ¿Te suena?
La definición de magia es aquello que sabemos que no es real y a pesar de ello somos incapaces de distinguirlo de la realidad.
Nos esperan tiempos mágicos e inesperados. ¡Abracadabra!
Invertir en el metaverso es posible y para ello necesitas un buen bróker. Aquí te dejo nuestra guía de los mejores brokers para invertir desde España para que puedas elegir el que mejor se adapta a ti.
Josue dice
"La leyenda cuenta que todo lo que tocaba el Rey Salomón se convertía en oro (…)"
La leyenda es sobre el Rey Midas, no de Salomón.
José Antonio Ludeña dice
Hola Josué,
¡Muchas gracias por ayudarnos a mejorar! Ya hemos corregido la errata.
Un saludo de parte de todo el equipo de Economipedia 🙂