Horizonte de largo plazo
El horizonte de largo plazo es una perspectiva temporal de varios años desde la que se toman las decisiones referentes a una inversión.
Cuando hablamos de horizonte de largo plazo, estamos haciendo referencia al tiempo. Y, más concretamente, estamos haciendo referencia al espacio temporal que esperemos que dure una inversión. En este caso, varios años.
Así, podemos hablar tanto de inversiones con horizonte de largo plazo como de inversores con horizonte de largo plazo.
- Inversión con horizonte de largo plazo
Es una inversión que se hace pensando en el largo plazo. El inversor que la realiza no necesariamente tiene por qué ser un inversor de largo plazo. Simplemente, puede que realice algunas inversiones con este horizonte temporal.
- Inversor con horizonte de largo plazo
Es un inversor que se caracteriza por invertir a largo plazo. Lo cual no quiere decir, al igual que en el caso anterior, que todas las inversiones que realice tengan que ser de largo plazo. Eso sí, la mayoría serán de largo plazo.
¿A partir de cuantos años hablamos de horizonte de largo plazo?
Sin duda, el aspecto más complicado cuando hablamos de horizontes temporales es cuantificarlos. Ya que si bien podemos realizar definiciones genéricas como:
- Corto plazo: Dentro de poco.
- Medio plazo: Un tiempo razonable.
- Largo plazo: Dentro de mucho.
Estas definiciones, aparentemente con poco valor no ofrecen respuestas pero sí ofrecen preguntas. ¿Cuánto es poco, razonable y mucho?
Cada inversor debe definir su propio espacio temporal y, a partir de ahí, ver dónde en qué plazos se siente cómo invirtiendo.
En cualquier caso, y sin perjuicio de lo anterior, en términos estándar se establecería lo siguiente:
- Corto plazo: Menos de un año.
- Medio plazo: Entre 1 y 3 años.
- Largo plazo: Más de 3 años.
Bajo este mapa de ruta, cada inversor puede modificar esos plazos. Y, a partir de ahí, definir su horizonte temporal de inversión.
Para finalizar, un ejemplo de horizonte de largo plazo es la inversión en bolsa desde el punto de vista de la inversión en valor. La corriente de inversión en valor establece que para ser rentable en bolsa es necesario estar invertido más de 5 años e incluso más de 10 años. Ya que, de ese modo, se podrán aprovechar las ineficiencias en las valorizaciones de los activos.