Fondo de gestión activa
Un fondo de gestión activa es un tipo de fondo de inversión en el que la sociedad gestora o gestor cambia con frecuencia determinada la combinación de activos en los que invierte.
La gestión activa es un estilo de gestión. Es decir, existen muchos tipos de fondos de inversión atendiendo a distintos parámetros. En este sentido, en los fondos de gestión activa los gestores van cambiando la composición de la cartera de activos con cierta frecuencia con el objetivo de maximizar su rentabilidad y/o minimizar sus riesgos. Se utilizan tanto para renta variable como para renta fija.
Los gestores de fondos de gestión activa, aunque no traten de replicar a un índice como en la gestión pasiva, sí que utilizan uno para medir su rendimiento e intentar superarlo.
Por ejemplo, un fondo de inversión que invierte solo en acciones (renta variable). Si el fondo es de gestión activa, el gestor irá cambiando las acciones en las que invierte. Así mismo, irá cambiando también la proporción de capital que invierte en cada una de ellas. A diferencia de los fondos de gestión pasiva, en los cuales los gestores no cambian las acciones en las que invierten ni tampoco su peso. A menos, eso sí, que el índice de referencia modifique su composición.
¿Qué objetivo tienen los fondos de gestión activa?
El objetivo de los gestores de los fondos de gestión activa es intentar batir al índice de referencia o benchmark. Con lo cual, no basta con invertir en las mismas acciones que componen ese índice de referencia, o con invertir en la misma proporción.
Para ello, utilizan técnicas de análisis técnico, análisis fundamental, análisis macroeconómico o análisis cuantitativo. Intentan predecir mediante diversas herramientas qué valores serán aquellos que se comportarán mejor. O, lo que es lo mismo, invertir en aquellos valores que obtendrán más rentabilidad que la media.
La mayoría de fondos de inversión son de gestión activa. ¿Por qué? Porque para que su fondo sea más atractivo para los inversores intentan generar más rentabilidad de lo que un inversor obtendría simplemente invirtiendo en un índice de referencia. A través, por ejemplo, de un ETF.
Si el fondo no promete obtener más rentabilidad que la media ¿Qué atractivo tiene para el inversor pagar una comisión mayor? Sería como pagar un precio mayor, para obtener un beneficio menor.
Ventajas y desventajas de la gestión activa
Este estilo de gestión presenta, como casi todo, varias ventajas y otras tantas desventajas. Ni todo es bueno, ni tampoco todo es malo. Todo dependerá de la habilidad del gestor para obtener más rentabilidad que la media del mercado.
Ventajas
- Posibilidad de obtener más rentabilidad que la media.
- Capacidad para adaptar la inversión al perfil de riesgo de forma más eficiente.
- Pueden minimizar las pérdidas en momentos de crack bursátil si la gestión es adecuada.
Desventajas
- Posibilidad de obtener menor rentabilidad que la media del mercado.
- Si la gestión no es adecuada pueden existir pérdidas mayores que las del benchmark.
- Se pagan mayores comisiones.
En conclusión, lo que se presentan como ventaja, también puede acabar siendo una desventaja. Como decíamos al principio, todo dependerá de la calidad de la gestión. La cual depende, principalmente, de la habilidad, experiencia y conocimiento del gestor.
Críticas a la gestión activa
La gestión activa ha sido muy criticada a lo largo de la historia por un sector de pensamiento. Existen, en general, dos formas de pensar respecto a los movimientos bursátiles. Por una parte, están aquellos que piensan que los movimientos de la bolsa se pueden predecir. Y, por otra, se presentan aquellos que dicen que predecir la bolsa es imposible, debido a que los mercados son eficientes.
Los que piensan que la bolsa se puede predecir utilizan todo tipo de técnicas y análisis para generar beneficios superiores a la media. En contraste, los que piensan que esto es absurdo son partidarios de la teoría del paseo aleatorio y de la inversión a través de fondos de gestión pasiva.
¿Quién está en lo correcto? Existen casos de gestores que han superado —como Warren Buffett, Francisco Paramés o Peter Lynch— sobradamente la rentabilidad de los índices de referencia de forma consistente en el tiempo. Y, por supuesto, existen casos en los que esto no ha sido así. Con lo cual, no se puede generalizar ni en un aspecto ni en otro. Lo correcto, en este sentido es invertir como cada uno crea correcto acorde con su forma de pensar al respecto. Que, repito, no es ni más ni menos válida. Simplemente es diferente.