Coste indirecto

El coste indirecto es aquel que afecta al proceso productivo de uno o más productos que vende una empresa, y que no puede medirse y asignarse directamente a una de las etapas productivas o a un producto concreto si no que hay que asumir un criterio de imputación coherente.

Es decir, un coste indirecto afecta a varios productos y para asignar este coste a cada producto es necesario plantearse la siguiente pregunta: ¿Cómo podría repartir este coste entre las unidades que produzco? Cuando produces un coche sabes que es necesario ponerle 4 ruedas, pero… ¿sabes cuánta electricidad necesitas en la producción de cada coche? Esta es la principal diferencia con el coste directo, ya que los costes directos pueden asociarse de forma muy clara al producto final y sin necesidad de establecer un criterio de imputación.

El coste indirecto es una categoría de coste clasificado en función de su relación con la producción.

Tipos de coste indirecto

Principalmente podemos diferenciar los siguientes tipos de costes indirectos:

  • Coste indirecto de producción: Son los costes vinculados al proceso de producción de aquellos factores que contribuyen a obtener el producto final, a excepción de los costes directos (materia prima o mano de obra). Por ejemplo, podrían ser costes indirectos de producción la amortización de las máquinas, el mantenimiento, el personal supervisor, control de calidad, arrendamientos o la electricidad, entre otros. Como podemos ver, estos costes están vinculados al proceso de producción pero no afectan directamente al mismo y, además, generalmente no pueden repartirse sin necesidad de establecer un criterio de imputación.
  • Costes indirectos generales: Son los costes considerados como no necesarios para la fabricación de productos, si no que pertenecen a áreas funcionales utilizadas para el correcto desarrollo de la actividad empresarial. Suelen ser principalmente los costes comerciales o de administración.

Criterios de imputación de un coste indirecto

Como ya hemos comentado anteriormente, la principal característica de los costes indirectos es la necesidad de establecer un criterio coherente de reparto.

Existen diversos criterios de imputación, siendo los más habituales los siguientes:

  • Unidad producida: Como su propio nombre indica, consiste en repartir los costes indirectos en función de las unidades producidas.
  • Precio de venta: En este caso, los costes indirectos se imputan en función del precio de venta del producto por las unidades vendidas, es decir, en función del peso del producto en el volumen total de ventas.
  • Unidad de obra: Reparto de los costes mediante las horas de cada máquina o los kilos de materia utilizada en cada producto, por ejemplo.

Ejemplo de coste indirecto

Con el fin de sintetizar lo descrito anteriormente y aplicarlo a un ejemplo real, a continuación veremos un ejemplo tanto de tipos de costes indirectos como de los posibles criterios que podría seguir la Dirección de una empresa para repartirlos entre todos los productos:

  • Alquiler de la fábrica. La manera más habitual sería repartirlo según las unidades producidas.
  • Suministros (electricidad). Podría distribuirse en función de las horas de fabricación empleadas con cada máquina para las diferentes líneas de fabricación.
  • Mano de obra indirecta. Según el tiempo empleado para la producción.
  • Transporte. Su distribución podría realizarse en función de las unidades vendidas por el precio de venta de cada una.
  • Amortización de la maquinaria. En el caso de contar con varias máquinas, su distribución podría realizarse entre las horas trabajadas en cada máquina y a su vez entre la cantidad de productos fabricados en cada una de ellas. En el caso de tener solo una máquina, la imputación podría realizarse directamente mediante el número de unidades producidas.

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Javier Valencia , 12 de julio, 2019
Coste indirecto. Economipedia.com