Crisis del petróleo de 1973
La Crisis del Petróleo de 1973 es una crisis internacional que tuvo lugar en el año 1973 con la decisión de varios países del golfo pérsico de no exportar petróleo a países occidentales.
La determinación del bloque árabe de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de llevar a cabo un embargo petrolífero a las naciones occidentales fue un acto de represalia a los países que apoyaron a Israel en la Guerra del Yom Kippur. Esta medida de castigo provocó un incremento de los precios del petróleo y en consecuencia un fuerte aumento de la inflación. Otros de los efectos de esta crisis fueron el aumento del desempleo y un bajo crecimiento económico.
Orígenes de la crisis
Entre el final de la Segunda Guerra Mundial y bien entrados los años 70, Japón, Estados Unidos y Europa consumían petróleo masivamente. Es decir, en occidente existía una fuerte dependencia del petróleo. Mientras tanto, el valor del dólar estadounidense caía de valor entre otras cosas como consecuencia de la guerra de Vietnam. La economía norteamericana comenzaba a mostrar síntomas preocupantes como una desaceleración en el crecimiento.
Por su parte, el presidente Nixon decidió desligar el dólar del patrón oro, dando por finalizado el sistema pactado en los acuerdos de Bretton Woods. A todo esto hubo que añadir un gran detonante: La guerra del Yom Kippur. Los países árabes de la OPEP decidieron establecer un embargo a los países occidentales que apoyaron a Israel en aquel conflicto.
Desarrollo y consecuencias de la crisis
Debido a la fuerte dependencia que existía del petróleo procedente de Oriente Medio, los países occidentales se vieron sumidos en una grave crisis económica mientras el precio del petróleo aumentaba. El precio del barril de petróleo aumentó de los 2,90 dólares a los 11,90 dólares.
Ante un aumento desorbitado de los precios del petróleo y los problemas de suministro, muchos países optaron por reducir su dependencia del crudo apostando por otras fuentes de energía. Francia, por ejemplo, apostó por la energía nuclear, mientras que Estados Unidos y Canadá optaron por la quema de residuos de madera.
Mientras tanto, muchos países de la OPEP, que se hallaban en vías de desarrollo, nacionalizaron las empresas petrolíferas y vieron cómo sus ingresos públicos aumentaban notablemente. En otras palabras, los países árabes exportadores de petróleo experimentaron un notable crecimiento económico a corto plazo, pero no fue así a largo plazo.
Ante el embargo llevado a cabo por las naciones de Oriente Medio, se produjeron importantes problemas de suministro energético y las consecuencias sobre los países más desarrollados no tardaron en hacerse notar. Pese a que el embargo duró seis meses (se levantó en marzo de 1974), se produjo un aumento de la inflación y muchos países entraron en una etapa de bajo crecimiento económico. Precisamente en este periodo económico, marcado por una elevada inflación y una economía estancada, se acuñó el término “estanflación”.