Diferencia entre préstamo y crédito
La diferencia entre préstamo y crédito radica en el tiempo, así como en la forma en la que se dispone la cuantía de dinero por parte del deudor.
En materia financiera, un préstamo y un crédito comparten características en común. Sin embargo, la diferencia fundamental se encuentran en el tiempo y forma en que se dispone el dinero.
Así, cuando el acreedor (denominado prestamista) concede un préstamo lo hace durante un tiempo acotado y de una vez. Por ejemplo, Juan acude al banco y pide un préstamo para comprarse un coche por una cuantía de 12.000 euros. Si el banco termina concediendo el préstamo a Juan, le dará los 12.000 euros de una vez. Juan, como deudor (denominado prestatario), deberá devolver esos 12.000 euros (todo el dinero) más unos intereses bajo las condiciones establecidas.
Por su parte, cuando el acreedor concede un crédito no lo hace, relativo al tiempo como ocurre en el préstamo y no necesariamente todo de una vez. Por ejemplo, Juana, la mujer de Juan, acude al banco y pide un crédito para irse de viaje por una cuantía de 3.000 euros. Si el banco termina concediendo el crédito a Juana, le abrirá una cuenta con 3.000 euros disponibles. En ese momento, Juana se convierte en una deudora potencial. ¿Por qué potencial? Porque si al día siguiente, decide no irse de viaje y no utiliza esos 3.000 euros disponibles no deberá pagar ningún interés. Sin embargo, en el caso de haber pedido un préstamo debería devolver el préstamo más los intereses (o cancelarlo).
Principales diferencias entre préstamo y crédito
Una vez acotadas las principales diferencias con un ejemplo, vamos a detallar aún más la información. Bajo el supuesto anterior, parecería lógico pedir siempre un crédito. Al pedir un crédito siempre tenemos la opción de utilizar o no utilizar una parte. Claro que, esto dependerá de para que sea. Lo detallamos a continuación:
- Los intereses de un crédito suelen ser mayores a los de los préstamos.
- La cuantía de los créditos suele ser reducida. Es decir, no ofrecen créditos para cantidades muy grandes. Por tanto, para determinadas operaciones, no será posible pedir un crédito, tendrá que ser un préstamo.
- Aunque los intereses suelen ser mayores en un crédito, los requisitos para acceder a él suelen ser también más reducidos.
- Como hemos indicado anteriormente, el crédito nos ofrece dinero del que disponer hasta cierto límite (cuantía del crédito), mientras el préstamo nos lo dan todo de una vez.
- En los créditos cabe la posibilidad de cambiar el método de pago. Por ejemplo, empezar pagando cada mes y pasar a pagar cada dos meses. En los préstamos podría estar también disponible esta modalidad, pero es mucho menos flexible.
- Cuando hacemos uso de un crédito y vamos devolviendo dicho crédito, el dinero vuelve a estar disponible. Por ejemplo, nos conceden un crédito de 3.000 euros (límite mensual) y gastamos 2.600. Si en la cuota del mes siguiente devolvemos 600 euros, dispondremos de 1.000 euros (nos quedarán por devolver 2.000).
¿Cuál es mejor?
No existe mejor o peor financiación. Todo dependerá de las necesidades de cada uno y de las condiciones ofrecidas. Habrá empresas o particulares a los que le vendrá mejor un préstamo y a otros un crédito.
Podría ocurrir, aunque es raro, que las condiciones de un crédito sean más favorables (en cuanto a tipos de interés) que las de un préstamo, así que ante mismas cuantías debemos estar atentos.
No obstante, por norma general si vamos a utilizar todo el dinero de una vez suele ser mejor el préstamo. En caso contrario, suele ser mejor el crédito. Con todo, siempre es importante mirar las condiciones.