Fondo de inversión cerrado
Un fondo de inversión cerrado es aquel que no permite la entrada a nuevos inversores y/o la realización de nuevas inversiones por parte de los inversores ya existentes.
Un fondo de inversión puede convertirse en un fondo cerrado tanto de forma provisional como permanente. Esto puede deberse a diversos factores, pero el principal suele ser la de mantener la eficiencia en la gestión del fondo de inversión.
Hay fondos de inversión que llevan a cabo una estrategia de inversión muy específica, o con unos límites definidos. En ellos, si el capital obtenido proveniente de los inversores es de gran dimensión, se puede hacer complicado ejecutar el estilo de inversión de manera eficiente. Cuando esto ocurre, se suele cerrar el fondo, ya sea a la entrada de nuevos inversores o a la realización de nuevas inversiones por parte de los actuales inversores.
Cabe destacar adicionalmente, que los fondos de inversión cerrados también pueden limitar la realización de reembolsos a los inversores actuales. Es decir, tienen la capacidad de establecer un periodo de tiempo durante el cual ningún inversor puede retirar su capital.
Factores que originan la transformación en un fondo de inversión cerrado
Existe una serie de factores específicos que, llevan a los gestores del fondo a convertirlo en un fondo cerrado, para drenar la entrada de más capital en el mismo. Veamos algunos de esos factores:
- Liquidación de fondo: La baja demanda y/o los crecientes reembolsos por parte de los inversores puede llevar al cierre del fondo. Para que, posteriormente se lleve a cabo la liquidación de este y devolver el capital a los inversores.
- Exceso de capital: Algunos fondos podrían perder eficiencia si llegan a tener un volumen de capital muy elevado. Imaginemos el ejemplo de un fondo de inversión que solamente invierta en pequeñas compañías del sector inmobiliario. Donde, el tener una gran dimensión de capital, podría obligarle a comprar más acciones de lo esperado de las compañías que tiene en cartera. Y, por ende, podría perjudicar la rentabilidad esperada de esas inversiones.
- La regla de la diversificación: Existe una regla de diversificación que establece, que los fondos de inversión no pueden invertir más de un X porcentaje de su patrimonio en una compañía. Por tanto, si aumenta la demanda del fondo, podría presionar a los gestores a comprar activos de una compañía que no desean. Por lo tanto, en estos casos, los gestores del fondo suelen cerrar el fondo para evitar esta situación.
Ventajas e inconvenientes de un fondo cerrado
Para entender mejor la visión de un fondo cerrado desde la perspectiva del inversor, vamos a ver alguna ventaja acompañada de alguna desventaja de este tipo de fondo. Como principal ventaja tendríamos:
- Alineación de intereses entre gestor e inversor: Que el gestor del fondo decida cerrarlo a nuevas inversiones es una ventaja clara para el inversor. Puesto que, está más preocupado en conseguir la rentabilidad objetivo para los inversores, en lugar de captar más capital para el fondo.
Con relación a las desventajas para el inversor, podríamos destacar:
- Restricción de suscripciones y reembolsos: Cerrar el fondo supone para los inversores actuales un drenaje de su liquidez tal y como se ha comentado en apartados anteriores. Ya que, se limita o restringe el reembolso de sus participaciones. En cuanto a inversores nuevos, supondría una prohibición a entrar en el fondo. Lo que se podría traducir en una pérdida potencial de rentabilidad ante la imposibilidad de poder invertir en el mismo.