Instituciones inclusivas
Las instituciones inclusivas son aquellas que incentivan la participación de todos los ciudadanos en la producción económica y en la labor política.
Es decir, las instituciones inclusivas son las que alientan y facilitan que las personas puedan generar riqueza. Además, procuran que todos los individuos sean considerados en las decisiones del Gobierno.
Cabe recordar que una institución es una organización pública o privada, creada para cumplir una determinada función; pudiendo ser esta política, cultural, social, económica, militar, etc. Se caracteriza por tener una estructura y un grupo de personas que se relacionan entre sí.
Las instituciones inclusivas son lo contrario de las instituciones extractivas.
Origen del término «institución inclusiva»
El término institución inclusiva fue planteado en el libro «¿Por qué fracasan los países?», de Daron Acemoglu y James A. Robinson. En dicha obra se discute por qué algunas naciones son ricas y otras pobres, y cuáles son las variables que determinan el desarrollo económico.
En el mencionado libro se llega a la conclusión de que son los países con instituciones inclusivas los que generan más prosperidad.
Acemoglu y Robinson hacen referencia, particularmente, a las instituciones políticas y económicas relacionadas con aquellos aspectos como la protección de la propiedad privada, la educación, los servicios públicos básicos, el libre comercio, entre otros.
Los autores sostienen que la diferencia entre los países ricos y los pobres está en la calidad de sus instituciones y no, por ejemplo, en la geografía. Esto, debido a que existen países desarrollados que no poseen recursos naturales, pero sí han logrado generar riqueza. Pensemos, por ejemplo, en Suiza.
De igual modo, Acemoglu y Robinson cuestionan que el desarrollo dependa de la cultura, pues hay poblaciones muy cercanas que comparten valores, y que, aun así, tienen niveles distintos de desarrollo. Pensemos, por ejemplo, en los territorios ubicados en la frontera entre Estados Unidos y México.
Tipos de instituciones inclusivas
Tras ver explicar el concepto y conocer su origen, es importante conocer los dos tipos que existen:
- Instituciones políticas inclusivas: Aseguran que el poder no se distribuye de manera limitada y proponen una sociedad plural. Por ejemplo, las democracias representativas.
- Instituciones económicas inclusivas: Aceptan la competencia y no impiden que otras organizaciones demuestren sus habilidades y capacidades. Por ejemplo, mediante leyes antimonopolio.
Sin embargo, puede ocurrir que un país tenga instituciones políticas extractivas y, al mismo tiempo, instituciones económicas inclusivas y viceversa. De hecho, el libro escrito por Daron Acemoglu afirma que China presenta una situación peculiar.
Por un lado, tiene unas instituciones políticas extractivas, las cuales se mantienen sobre unas ideas inmutables. Y, por otro lado, tiene instituciones económicas inclusivas gracias a su creciente apertura comercial con el resto del mundo.
Diferencia entre instituciones inclusivas e instituciones extractivas
En «¿Por qué fracasan los países?» se contrapone el concepto de instituciones inclusivas con el de instituciones extractivas. Estas últimas son, según el libro, aquellas diseñadas para que solo una élite se beneficie de las riquezas con las que cuenta un país.
Lo que se plantea en la citada obra es que las instituciones inclusivas son aquellas que favorecen que más personas puedan alcanzar un desarrollo económico y puedan participar en las decisiones del Estado. En cambio, las instituciones extractivas excluyen y mantienen la riqueza en unas cuantas manos.
El enfoque de Acemoglu y Robinson puede ser aplicable al análisis de distintos países, como aquellos de América Latina, donde la desigualdad podría ser explicada por la falta de instituciones inclusivas.
Cabe precisar que en el artículo nos hemos referido a naciones ricas y pobres. Sin embargo, quizás es más apropiado hacer alusión al concepto de desarrollo. Este considera no solo el nivel de ingresos, pues implementa otros indicadores como la salud y la educación.
Un ejemplo de este tipo de indicadores sintéticos podría ser el índice de desarrollo humano (IDH).