Desarrollo humano
El desarrollo humano es un concepto que hace referencia a los elementos necesarios para que una persona pueda desarrollar sus cualidades y capacidades, sin ningún tipo de discriminación.
El concepto de desarrollo humano se remonta a hasta los antiguos filósofos griegos como Platón y Aristóteles que se cuestionaban sobre el bien del hombre. A lo largo de los siglos, los filósofos han dado diferentes respuestas a esta pregunta.
Pese a que en la economía clásica, austriaca, neoclásica e institucionalista no se hacía mención del ‘desarrollo humano’, ciertamente existía la noción de ‘bienestar’. Muy ligado a la producción y comercialización de bienes y servicios.
Relación con el desarrollo económico
De hecho, el desarrollo económico se entendía como la capacidad de una región o país para generar riqueza (medida con el PIB), incrementar el consumo de su población y así aumentar el ‘bienestar social’.
Sin una preocupación por la distribución de la riqueza generada, se suponía que bastaba con incrementar la producción para que aumentara el ingreso pér capita. No obstante, aunque incremente el valor per cápita eso no significa que la mayoría de la población tenga una mejor calidad de vida.
En medio de estas discusiones, el concepto de ‘desarrollo humano’ cobró importancia dentro de la teoría económica, especialmente con las publicaciones de Amartya Sen y economistas de su campo. Considerando el desarrollo humano como el proceso de incrementar las capacidades de todas las personas.
En este sentido, el desarrollo humano traspasa las fronteras de la economía hacia otras campos como el de la psicología o incluso la medicina.
Los derechos humanos y el índice de desarrollo humano (IDH)
La Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) fue aprobada por todos los países miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1948. Ahí se establecían unas garantías mínimas que deberían ser proporcionadas por todos los Estados del mundo.
Por tal motivo, la DUDH se consolidó como un elemento clave para la gobernanza global y la cooperación internacional. No obstante, era muy complicado cuantificar el avance en el cumplimiento de los derechos humanos.
Para remediar la situación, se diseñó un indicador fácil de implementar en los diferentes países del mundo. El índice de desarrollo humano (IDH) serviría para cuantificar el incremento de las oportunidades que tienen las personas para vivir una vida larga y saludable (esperanza de vida), para adquirir conocimientos y habilidades (años de escolaridad) y para acceder a recursos necesarios para un nivel de vida decente (PIB per cápita).
El informe del IDH es elaborado y publicado anualmente desde 1990 por la ONU. Se ha posicionado como uno de los mejores indicadores para conocer cuál es el estado de la población de un país, más allá de su nivel de producción. En esta publicación se explica más detalladamente este indicador y aquí tú mismo puedes calcularlo.
El índice de progreso social (IPS) y otros aspectos del desarrollo
Como ya se señaló en este artículo, el índice de progreso social (IPS) es un indicador que hace una valoración más completa del bienestar social, a partir de 50 variables sociales, culturales y ambientales.
La intuición indica que el IPS sería un mejor indicador que el IDH porque tiene en cuenta muchas variables adicionales. Sin embargo, tras un ejercicio estadístico propio, se encuentra que la mayor parte de las variables consideradas en el IPS tienen una correlación del 95% con el IDH.
A partir de dicho hallazgo se pueden sacar dos conclusiones. La primera conclusión es que las tres variables del IDH (salud, educación y producción) captan de buena manera las condiciones generales del bienestar en un país.
La segunda conclusión es que existen diferentes aspectos del desarrollo —que desde la teoría económica neoclásica son ignorados— que marcan la diferencia. Dichos aspectos incluyen la libertad política, la libertad religiosa, la equidad de género, la seguridad, entre otros.