Mercado objetivo
El mercado objetivo es aquel grupo de destinatarios al que va dirigido un producto o servicio concreto. En sus orígenes, los mercados objetivos eran grupos de individuos que se agruparon por edad, género o perfil social.
Los mercados son considerados conjuntos de compradores potenciales y se tiene en cuenta el concepto humano, además de los anteriores mencionados.
Los usuarios pueden tener diferentes perfiles de compradores dependiendo de como realice una compra o cuales son las decisiones que toma al respecto. A veces también se utiliza el perfil del cliente ideal para conocer el mercado objetivo de una empresa.
Factores para determinar un mercado objetivo
Los principales factores a tener en cuenta para determinar un mercado objetivo son los siguientes:
Geográficos
Se toman en cuenta las regiones geográficas a la hora de determinar los productos o servicios que van dirigidos a ellas y la ciudadanía que reside en estas.
Por ejemplo, los productos que se destinan a zonas más tropicales como El Caribe, serán más resistentes al calor.
Edad
La edad es un factor a tener en cuenta por los cambios de preferencia que tienen los consumidores a lo largo de su vida.
Por ejemplo, un adolescente puede estar interesado en deportes de riesgos y un adulto en deportes más tranquilos como la natación. Los productos irán orientados a este factor teniendo en cuenta estas claves.
Sexo
Se puede optar por dividir el mercado objetivo por el sexo para orientar las campañas depende del artículo que se publicite o hacerlo de manera que resulte atractivo para ambos sexos.
Por ejemplo, un perfume orientado a la mujer, pero que cause atención en el hombre como un posible regalo de valor.
Ventajas y desventajas de definir el mercado objetivo
Destacan las siguientes:
- Se optimizan recursos: Conocer el mercado objetivo al que se dirige una empresa permite seleccionar los canales más adecuados para comercializar los productos o servicios. Definir la estrategia, comunicación, distribución y promoción para ello, ahorrando costes si este paso está claramente definido.
- Crear un servicio o producto más eficaz: Al realizar una investigación previa, se conocerá mejor la demanda y se podrá orientar la oferta para satisfacer las necesidades de público en concreto.
- Creación de nuevos productos o servicios: Conociendo el mercado objetivo se podrán definir y crear productos que suplan sus necesidades. En ocasiones se producen estos productos tras conocer el mercado al que se dirige una empresa.
- Conocer la demanda potencial del producto: Conocer factores sociales, demográficos o económicos, entre otros, dará una idea más concreta y clara sobre la demanda potencial que existe para el producto o servicio creado.
No obstante, definir un mercado objetivo puede tener sus desventaja. Estas desventajas se centran, en especial, en la mala definición de las ventajas. Es decir, puede que crear un producto nuevo no sea una buena idea o que realmente no se conozca la demanda potencial del producto. En esos casos, definir un mercado objetivo puede ser una mala idea.
Por otra parte, puede que definir un mercado objetivo y obrar en consecuencia, limite en exceso el público al que va dirigido y nuestras ventas se reduzcan.