Pago a cuenta
Un pago a cuenta es el cumplimiento parcial de un compromiso de pago realizado con anterioridad a la fecha prevista para dicha liquidación.
Existen ocasiones en las que, por medio de un pago a cuenta, un individuo o una empresa deudores tienen la posibilidad de liquidar con anticipación un compromiso de deuda o pago.
El campo económico en el que este método es más frecuente es el fiscal, en el que se emplean pagos a cuenta para abonar con anterioridad tributos o impuestos de manera parcial y anticipada.
De ese modo, el pago trimestral de impuestos como el IVA o las retenciones mensuales de IRPF son ejemplos sencillos de esta práctica económica. De igual forma sucede con los impuestos de sociedades abonados por las sociedades mercantiles.
En estos casos y en muchos otros a la finalización del ejercicio fiscal existirá una liquidación fiscal del impuesto.
Dependiendo de este cálculo definitivo será posible la devolución de una cantidad de dinero que se haya tributado de más, o por el contrario un pago complementario al ser necesario un mayor abono de impuestos al previamente calculado en los pagos fraccionados.
Tipos de pagos a cuenta existentes
Por su naturaleza y dentro del ámbito tributario, se distinguen tres modalidades de pago a cuenta diferentes:
- Retenciones. Son partes porcentuales de rentas o salarios que el Estado retiene como modo de pago impositivo futuro. Llegado el momento de final de periodo del impuesto la Administración liquidará el importe de impuesto final teniendo en cuenta ya estos cobros anteriores.
- Ingresos a cuenta. Es común en pagos en especie. Como no se trata con cantidades dinerarias sobre las que realizar una retención, el pagador calcula en términos monetarios el importe correspondiente que habría que abonar al Estado.
- Pagos fraccionados. El deudor fracciona el pago de su impuesto adelantando parcialmente su pago antes de la liquidación final. Muchos profesionales están obligados a realizar su tributación de este modo.