Tecnología textil
La tecnología textil es aquella tecnología que se centra en el desarrollo y mejora de atributos en ropa y derivados textiles.
En otras palabras, la meta principal de esta tecnología es conseguir un valor añadido que haga que la prenda posea una o más características diferenciadoras del resto.
¿Para qué sirve la tecnología textil?
Incluir o dotar de atributos extra a un elemento que en principio cumplía una sola función es una de las consecuencias del uso de la tecnología de forma continua. Un ejemplo puede ser el teléfono móvil, que incluye una cámara de fotos e incluso un GPS, todo en un solo dispositivo.
De esta forma, la ropa no ha sido una excepción. La simple razón de elegir una prenda porque nos resulte únicamente barata y agradable estéticamente ya no son los únicos factores a tener en cuenta. Dentro de la tecnología textil podemos encontrarnos características que hacen de una prenda un producto completo y específico. Muestra de ello son las tecnologías de captación térmicas de ciertas prendas de invierno, o las tecnologías que favorecen la transpiración del cuerpo en ropa deportiva.
Luego, son cada vez más las grandes marcas de ropa las que apuestan por un modelo de innovación en el campo de la tecnología textil, persiguiendo con ello, una diferenciación frente a la competencia más allá de lo simplemente estético o económico (precios).
Ejemplos de tecnología textil
Algunos de los ejemplos que podemos encontrarnos de la aplicación de la tecnología textil en ropa son:
- Ropa deportiva: En lo que respecta a la ropa deportiva nos encontramos que grandes marcas como Adidas, Nike o Puma utilizan tecnologías que favorecen el rendimiento del usuario a través de una mejor transpiración. Ejemplos son las tecnologías ‘Climacool’, ‘Dri-FIT’ y ‘Dry Cell’.
- Ropa clásica y de etiqueta: La mejora estrella de camisas, trajes y similares es la tecnología que o bien hace más fácil el planchado, o bien evita que la prenda se arrugue después del lavado y durante su uso. Ejemplos son las tecnologías ‘Easy Iron’ y ‘Non Iron’ de Zara.
- Ropa térmica: Otras tecnologías son más simples y lo que persiguen es la retención del calor. Ejemplo es la tecnología ‘Tech Termic’ de la línea de ropa deportiva de invierno de Sprinter, Boriken.
- Ropa profesional: En otro orden se encuentran las prendas y accesorios textiles que ayudan a realizar mejor ciertos trabajos. Ejemplos de ello son los chubasqueros, chalecos antibalas, la ropa de motociclismo, e incluso los trajes de buceo.
Cabe destacar que en este último apartado la tecnología textil (el de ropa profesional) es donde más fuerza ha tenido desde sus comienzos. Así, desde el ámbito profesional, es cuando se ha democratizado la utilización de ciertas tecnologías para un uso comercial entre el público.