Teoría de McClelland
La teoría de McClelland es un modelo orientado a la motivación mayoritariamente dentro del ámbito empresarial y del campo de las organizaciones. Su creador, David McClelland, hace hincapié en tres aspectos destacados: la motivación de afiliación, la de logro y la destinada al poder.
La teoría de McClelland, también conocida como la de las tres necesidades, centra su base principal en el hecho de suplir estas necesidades (afiliación, logro y poder), en mayor o menor medida, dependiendo del individuo. De ese modo, se buscaría crear una fuente de motivación para que la persona pueda alcanzar los objetivos propuestos.
La motivación es algo que mueve a los seres humanos para conseguir propósitos y objetivos que desean. Se puede dar en muchos ámbitos, por ejemplo, laboral, personal, académico, entre otros.
Dentro de la psicología de la motivación, hay que destacar un hecho relevante: La pirámide de Maslow, que llevó a cabo Abraham Maslow.
Esta teoría introducida por Maslow, supone un gran avance en el campo de la psicología motivacional. Según Maslow, existían cinco categorías de necesidades que ordenaba teniendo en cuenta la importancia para el ser humano para vivir. Estas son necesidades fisiológicas, de seguridad, de pertenencia, de reconocimiento y la de autorrealización que estaba arriba de la pirámide.
Posteriormente, aparecieron otras teorías relacionadas con la motivación, entre ellas, la que nos ocupa en este artículo.
La teoría de David McClelland versa sobre tres tipos de necesidades. Estas son compartidas por cualquier tipo de persona, sin distinción.
¿Cuáles son las características principales de la teoría de McClelland?
Para conformar su teoría, McClelland distingue tres tipos de necesidades:
- Necesidad de afiliación: Las personas necesitan formar parte de un grupo social. Les gusta colaborar y conocer las opiniones del resto. Para algunos sujetos suplir esta necesidad es más importante que para otros. La necesidad de afiliación es algo que se ha demostrado a lo largo de la historia por la importancia que supone para las personas. Según McClelland, los individuos que valoran más esta necesidad desarrollan un papel más destacado como empleados que como jefes y líderes de la organización, ya que no suelen ser muy diestros a la hora de dar órdenes o fijar los objetivos. Se sienten más cómodos colaborando y no compitiendo.
- Necesidad de logro: Los individuos que destacan en este tipo de necesidad tienden a sentirse motivados por los retos. Les encantan los desafíos y suelen llevar a cabo un trabajo individual aunque sienten interés por conocer distintas opiniones sobre su propio desarrollo.
- Necesidad de poder: Se da en un alto nivel en aquellas personas que disfrutan compitiendo con el resto. Buscan ser reconocidos socialmente e influir en la sociedad, pero buscando siempre sus intereses. McClelland diferencia el poder personal y el poder socializado. El primero se basa en obtener los máximos beneficios para uno mismo y el segundo tiende a ser más consciente de los demás.
Este tipo de necesidades son claramente perceptibles en el ámbito de las organizaciones, ya que van a influir a la hora de que los individuos desarrollen un tipo de trabajo u otro.
Además, también tienen especial importancia a la hora de conocer cómo se desarrollan las relaciones dentro de la empresa entre los líderes y los empleados.
Ejemplo de la teoría de McClelland
Esta teoría es muy interesante a la hora de llevarla a la práctica dentro de la empresa. Se puede implementar para llevar a cabo una gestión óptima del equipo corporativo.
Se puede conocer a cada miembro en función de estas necesidades y así indagar más sobre sus expectativas, fortalezas y deseos. De esta forma, se podrá averiguar lo que supone una mayor motivación para cada persona y se podrán delegar responsabilidades y tareas en función de esta investigación basada en dicha teoría.