Tipo de interés de referencia
El tipo de referencia es aquel fijado por una entidad oficial y que sirve como base para calcular la tasa de interés que se pagará por una operación financiera. Esto, añadiendo usualmente un diferencial llamado spread.
Es decir, el tipo de referencia funciona como un «piso» o «suelo» al cual se suma un porcentaje adicional. De ese modo, se determina el tipo de interés de un préstamo.
Algunos tipos de interés conocidos son:
- Euríbor: Es la tasa de interés al que los bancos de la eurozona se prestan el dinero entre ellos. El European Money Markets Institute (EMMI) lo calcula diariamente.
- Líbor: Es la tasa basada en los tipos de interés al que los bancos británicos se prestan el dinero entre sí en el mercado interbancario. Su publicación diaria está a cargo de la Asociación de Banqueros Británica.
- Tasa de interés preferencial o prime rate: Es el tipo de interés que cobran los bancos estadounidenses a sus mejores clientes, es decir, a quienes tienen menor riesgo de caer en impago.
Tipo de referencia y política monetaria
Los bancos centrales fijan un tipo de referencia a partir del cual manejan la política monetaria. Esto, porque dicho indicador sirve como base para los préstamos interbancarios.
Para entender lo anterior, debemos tomar en cuenta que las autoridades monetarias exigen un mínimo de encaje (reserva que no se puede utilizar) a los bancos. De ese modo, aquellas entidades financieras que no alcanzan dicho requerimiento pueden solicitar préstamos de corto plazo otras instituciones superavitarias.
Así, el costo de estos créditos entre instituciones financieras se conoce como la tasa de interés interbancaria. Esta irá variando en el mismo sentido que la tasa de referencia (si una sube o baja, la otra también).
Entonces, el tipo de referencia funciona como una herramienta de política monetaria porque, cuando se eleva, el tasa de interés interbancaria también, encareciendo el coste de los bancos para conseguir fondos. Por lo tanto, subirán los tipos de interés para el público y los préstamos se frenarán.
Por el contrario, si baja el tipo de referencia, también disminuirá el costo de financiamiento. De ese modo, por ejemplo, podría darse un impulso a la economía ante una recesión.
Ejemplo de tipo de referencia
Supongamos que el banco otorga un crédito hipotecario con una tasa de interés variable donde el tipo de referencia es el euríbor más un spread de 5%.
Entonces, si el euríbor está en -0,28%, el tipo de interés aplicable para el préstamo será de 4,72%.
Cabe señalar que, al tratarse de un financiamiento a tipo de interés variable, se hará cada periodo de pago (por ejemplo, cada mes) una actualización del tipo de interés.
Ventajas y desventajas del tipo de referencia
El tipo de referencia es una ventaja para el prestamista tomando en cuenta que se asegura un ingreso mínimo. Sin embargo, la tasa de interés podría ir variando mucho en el tiempo. En consecuencia, los ingresos del acreedor también podrían ser algo inestables.
Por otro lado, desde el punto de vista del deudor, la ventaja del tipo de referencia es quizás que le sirve para entender cómo se calcula el coste de financiamiento.
No obstante, si el tipo de referencia sube mucho, esto podría afectar las finanzas del prestatario.