Tipos de globalización
Los tipos de globalización son las distintas formas en las que los países del mundo se integran.
Usualmente, se asocia la globalización con el intercambio comercial. Sin embargo, se trata de un fenómeno mucho más amplio.
Cabe señalar que, en sentido estricto, la globalización es un fenómeno basado en el aumento continuo de la interconexión entre las diferentes naciones del mundo. Esto se puede dar en las cuatro áreas principalmente.
Globalización económica
El primer tipo de globalización es la globalización económica. Esta se refiere al intercambio de bienes y servicios entre los distintos países del mundo. Esto es impulsado a través de los tratados de libre comercio y la conformación de bloques económicos.
Asimismo, en este área también se da la integración financiera, por la cual los individuos pueden invertir. Por ejemplo, pueden invertir el mercado bursátil de una nación extranjera. En consecuencia, existe un mayor flujo de capitales entre países.
Además, este tipo de globalización también involucra el libre movimiento del capital humano. Esto significa que las personas de un país tienen la opción de ir a trabajar a otro. Sin embargo, este es un paso usualmente posterior, y más complicado de conseguir, a la admisión del libre intercambio comercial.
Globalización cultural
La globalización cultural está relacionada al hecho que, con el intercambio de información, las prácticas culturales de un lugar del mundo se conocen en otro.
De ese modo, se van haciendo universales ciertas costumbres, celebraciones o elementos representantivos. Por ejemplo, en un gran número de países se celebra la Navidad.
Globalización social
La globalización social implica que todas personas del mundo deberían ser tratadas de la misma forma y comparten valores similares.
En este sentido, existen organizaciones que defienden, por ejemplo, que se respeten los derechos humanos que se consideran universales, como el derecho a la vida.
Globalización tecnológica
La globalización tecnológica se refiere a que las personas en diferentes partes del mundo tienen acceso a las mismas herramientas tecnológicas, como el Internet y las redes sociales.
Además, debemos reconocer la tecnología como un elemento transversal que permite la globalización en las áreas previamente mencionadas. Esto, por ejemplo, al facilitar la difusión de información, por lo que las personas en Europa, por ejemplo, puede aprender sobre las costumbres japonesas.