Las criptomonedas se han asentado como un activo importante en el mundo de la inversión, por eso hemos preparado esta guía para principiantes de cómo invertir en criptomonedas.
Las criptomonedas llegaron a nuestras vidas como el alumno aventajado de la mayor innovación tecnológica de la historia de la humanidad, la tecnología blockchain.
Hoy en día existen varias formas de invertir en criptomonedas que te vamos a explicar en esta guía. Antes de nada, y al igual que cuando vas a invertir en cualquier otro activo es importante que entiendas cómo funciona .
Qué son las criptomonedas y el blockchain
Lo primero de todo debes entender qué son y cómo funcionan las criptomonedas y cómo funciona la tecnología sobre la que se apoya, es decir qué es el blockchain.
Esta nueva tecnología de interacción social, porque no te dejes engañar, el blockchain sirve principalmente para mejorar las relaciones sociales a todos los niveles, tiene aplicaciones en muy diversos aspectos de nuestra vida.
Ejemplo de esto son, los inmuebles, los seguros, la gestión hospitalaria y, por supuesto, el comercio y las finanzas. Los cuales van a ser completamente remodelados en las próximas décadas gracias a esta innovación.
Las criptomonedas, o siendo más preciso, la tokenización de activos y servicios, es la aplicación blockchain más prometedora hasta la fecha. Es posible que seas escéptico y pienses que no es para tanto.
El primer paso que tenemos que dar es desterrar el concepto de criptomonedas y empezar a hablar de criptonegocios que llevan a cabo sus modelos de negocio con base en la tecnología blockchain.
En la presente guía, te voy a ayudar a dar los primeros pasos en la inversión en criptos. Te explicaré cómo operar en el increíble mercado de criptos y, sobre todo, lo más importante, cómo hacerlo de manera segura.
¿Listo? Comenzamos.
Invertir en criptomonedas con seguridad
La primera regla a la hora de invertir en criptomonedas es que la seguridad es lo más importante de todo el proceso. Y la segunda regla es no olvidar nunca la primera.
Uno de los mayores desafíos de toda revolución es el periodo de prueba y error que hay que pasar. No es nada nuevo y ya lo vivimos en la anterior revolución tecnológica, la de internet. Los hackeos de cuentas, suplantación de identidades y problemas con los dominios web no son cosa del pasado, pero hoy existe mucha mejor infraestructura, seguridad y conocimiento que hace 20 años.
En el mundo cripto sucede lo mismo con el agravante de ser una tecnología bastante más compleja y que evoluciona a mayor velocidad. Al principio sólo existía Bitcoin y su atención era minoritaria, mientras que hoy en día contamos con un ecosistema que no deja de crecer.
Todo este torrente inagotable de evolución y depuración no pone las cosas fáciles a los inversores primerizos. Piensa en ello como el bautismo de los nuevos buceadores. Antes de su primera inmersión, aprenden nociones teóricas sobre el efecto de la presión en tus pulmones y las ponen en práctica en una piscina de manera controlada.
Esta guía es precisamente eso, te voy a dar las nociones básicas para sentirte seguro antes de lanzarte a tu primera barrera de coral.
Niveles de seguridad: ¿Dónde se guardan tus criptomonedas?
Lo primero que te tienes que grabar a fuego es que hay diferentes niveles de seguridad a la hora de operar y que, a mayor seguridad, menor comodidad en la operativa. Lo siento mucho, pero en este caso, no podemos montar el mueble de Ikea a lo loco sin mirar las instrucciones. En el mundo cripto nunca sobran piezas, pero al menos no necesitas una caja de herramientas que sólo usas una vez en tu vida.
¿Cuáles son los diferentes niveles de seguridad? Vamos a verlo en detalle.
1. Criptomonedas a través de un custodio
La opción más rápida y sencilla es comprar las criptos a través de una plataforma transaccional especializada. Coinbase sería el ejemplo más representativo y conocido en el mercado, pero hay muchos otros como Gemini, Binance, Etoro, bit2me y similares.
Este tipo de plataformas, además de ofrecerte la posibilidad de comprar y vender un buen número de tokens, aunque también ofrecen servicios de guardia y custodia.
El funcionamiento es muy similar al de los bancos tradicionales en los que depositas tu dinero en ellos para que te lo custodien. La diferencia sustancial y abismal en este sentido es que los bancos tienen garantías gubernamentales que aseguran ciertas cantidades, lo que redunda en mayor confianza y seguridad del sistema. Adicionalmente, la infraestructura bancaria lleva décadas asentada, y aunque obsoleta en ciertos aspectos, funciona muy bien en lo básico.
Hoy en día, existe un riesgo real de que las plataformas para criptos sufran hackeos que conlleven a la pérdida de los tokens sin posibilidad de reclamar a ninguna autoridad.
Los casos de Mt.Gox en 2014 cuando se robaron 850.000 bitcoins o de Bitfinex en 2016 con sus 120.000 bitcoins robados son suficientemente ilustrativos. Más recientemente, en 2018, hackers norcoreanos robaron el equivalente a 534 millones de dólares de la plataforma japonesa Coincheck.
Sin duda alguna que la seguridad de estas plataformas va a ir mejorando y la regulación de alguna manera jugará un papel importante en ello. Pero de momento, no es la opción más segura, aunque sí la más sencilla y cómoda.
2. Autocustodia de tus criptomonedas
El siguiente nivel de seguridad sería optar por un sistema de autocustodia en lugar de confiar en la custodia de terceros. En el mundo tradicional sería el equivalente a sacar el dinero del banco y guardarlo en una caja fuerte en tu casa.
Las cajas fuertes en el mundo cripto se denominan monederos, son así de modestos los tokens, y los hay de dos clases: monederos fríos y calientes.
Monederos fríos y monederos calientes
La diferencia entre ambos tipos es una vez más, el nivel de seguridad que busques, siendo los fríos más seguros al no estar conectados a la red.
- Los monederos fríos: Se basan en un soporte físico similar a un USB y por tanto se pueden romper o perder. Eso sí, no por ser muy seguros dejan de tener ciertos inconvenientes importantes. Además, siempre los tendrás que conectar en algún momento cuando quieras operar con los tokens de su interior.
- Los monederos calientes: Son virtuales, sin sustento físico e igualmente guardan la llave privada que da acceso a tus tokens. Al estar conectados a la red tienen un nivel de seguridad inferior a los fríos, pero son obviamente más cómodos y sencillos de manejar. MetaMask es el monedero caliente más conocido. Para los monederos fríos, Ledger y Trezor serían muy buenas opciones.
Ambos tipos de monederos tienen la misma función, controlar la llave privada que da acceso a los activos digitales que contienen. Una llave privada no es más que la contraseña necesaria para acceder al contenido, es el equivalente a vuestra contraseña en una cuenta corriente tradicional. Esta llave privada, conocida como frase semilla, se compone de entre 12 y 24 palabras aleatorias que te da el monedero la primera vez que lo configuras.
No hay nada más importante en el mundo cripto que la llave privada. Guárdala de la manera más segura que conozcas porque si la pierdes, no hay marcha atrás. Es como olvidarte del cumpleaños de tu novia o no felicitar a mamá el Día de la Madre, nada de lo que hagas después podrá arreglarlo.
En los monederos virtuales no existe la posibilidad de recuperar la llave privada si se pierde, no hay mensaje de recuperación de contraseña como estamos acostumbrados con los emails. Por esa razón, la mejor manera de guardar esta frase semilla es hacerlo en el mundo físico, no la apuntes en una aplicación del móvil, hoja Excel o correo electrónico.
Eso sería como comprar una puerta blindada, pero dejar las llaves puestas por fuera. De hecho, si tienes una caja de seguridad física en casa, ese sería el mejor sitio para guardar una copia.
Igual te estás preguntando cuándo es más recomendable usar un tipo de monedero u otro. No hay una respuesta única que se ajuste a todo el mundo. Aunque una buena estrategia sería utilizar los monederos calientes para los tokens que operas más a menudo y el frío para los de más largo plazo. De esta manera, balanceas entre seguridad y conveniencia.
En esta guía te enseñamos a invertir en criptomonedas con tu propio monedero.
Por donde empezar a invertir en criptomonedas
No te voy a engañar, no puedo detallarte exactamente una única manera de operar. Los pasos concretos a seguir van a variar mucho o poco en función de la plataforma que utilices, el tipo de monedero, el sistema operativo de tu ordenador e incluso del tipo de navegador.
Lo que sí puedo hacer es explicarte una manera de operar utilizando la plataforma y monedero más habituales que te sirva de guía general. Una de las ventajas de la revolución digital es que en general, los procesos para apertura de cuenta y configuración de las aplicaciones son muy sencillos e intuitivos, por lo que no vas a tener ningún problema.
Aclarado este importante punto, te recomendaría empezar por la elección de la plataforma de transacción especializada. Hay muchísimas opciones disponibles en el mercado, pero lo que debes revisar primero son las comisiones de transacción, los tokens disponibles para operar y que esté disponible en tu zona geográfica. La cripto-regulación en muchos países aún no está avanzada, por lo que no todos los países están registrados en las plataformas.
Los tokens disponibles también son un factor importante, ten en cuenta que según CoinGecko, hay más de 13.000 tokens en el mercado y su número no para de crecer. Inicialmente no debería suponer un problema porque buscarás las criptos más grandes y conocidas.
Lo que ocurre a medida que avanzas en este mundo, es que probablemente tengas que usar varias plataformas. Tranquilo, primero vamos a gatear que ya tendremos tiempo de correr.
Coinbase
Coinbase, a pesar de no ser la más barata, sería una buena plataforma para comenzar. Es la más grande, maneja el mayor volumen de activos y tiene una oferta de decenas de tokens disponibles. El proceso de apertura de cuenta es sencillo y en menos de 10-15 minutos lo tendrás listo. Tan fácil como ir a su web y comenzar a registrarse: https://www.coinbase.com/es/signup
En la mayoría de estas plataformas, y Coinbase no es una excepción, puedes ligar una cuenta corriente tradicional y/o una tarjeta de crédito. La tarjeta de crédito tiene la ventaja de que es más rápida y sencilla para hacer los fondeos, pero las cantidades que puedes enviar son menores que con la cuenta corriente.
Sinceramente, el sistema te guía paso a paso en todas las etapas y explica muy bien los pros y contras de todas las opciones. Adicionalmente, la sección de ayuda aporta muchísima información sobre sus servicios y sobre el ecosistema digital en general.
Una vez configurada la apertura de cuenta, y seleccionado el modo de pago, ya puedes pasar a lo bueno de verdad, la compra de los tokens. El tradicional banner de Buy/Sell te llevará al desplegable de operaciones:
Ciertamente las opciones de trading son bastante simples y se limitan a comprar a mercado el token escogido, y como mucho, programar una compra recurrente. Si tienes mayores conocimientos de trading y necesitas opciones más sofisticadas, puedes utilizar la opción de trading avanzado. El sistema es menos amigable y requiere estar familiarizado con los gráficos y la terminología del mercado de valores, pero no tardarás en acostumbrarte.
Hasta aquí hemos cubierto el primer nivel de seguridad, tus tokens están comprados en la plataforma y depositados en ella. El siguiente paso sería decidir si te interesa enviarlos o no a un monedero digital. Y ya te contesto yo, sí, te interesa, pero eso lo veremos en la siguiente guía sobre seguridad avanzada.
¡No te la pierdas!
José Primo Esono Etoho dice
Buenas, a todos decir que me interesa mucho esta plataforma digital y quiero aprender sobre el mundo del cripto