Emisión de deuda
La emisión de deuda es una forma de financiación que consiste en la emisión de títulos financieros que prometen un pago futuro a cambio de un precio, es decir, consiste en pedir dinero prestado mediante la emisión de títulos financieros en forma de deuda.
El objetivo principal es colocar la deuda entre los inversores ofreciendo una rentabilidad por la tenencia de estos títulos. Las emisiones de deuda son una importante fuente de financiación tanto para las empresas a nivel privado como para los Estados a nivel público.
Las entidades financieras, empresas o Estados que colocan esta deuda buscan financiarse para poder hacer frente a sus pagos y a sus proyectos de inversión.
- En el caso de un estado, lo que buscará será hacer frente al mantenimiento de su sistema de bienestar social, que incluye desde pagos a proveedores de todo tipo de servicios hasta inversiones con el fin de mejorar los servicios públicos para el bien común.
- Por otro lado, una empresa buscará colocar deuda para hacer frente a sus compromisos de pago más inmediatos y para realizar inversiones estratégicas que le permitan continuar con su actividad principal.
Existen diferentes tipos de deuda, con diferentes plazos o vencimientos, rentabilidades, cupones, emisiones sobre el valor nominal, a la par o por debajo del valor nominal.
Un inversor podrá adquirir deuda a través de un intermediario financiero accediendo a subastas, por medio de la apertura de cuentas en el Banco Central de cada país o comprando la deuda a través de entidades financieras o bróker, que permitan realizar la compra-venta de los títulos de forma inmediata cargando por ello una comisión.
Es importante tener en cuenta que el inversor dispondrá de una cuenta de efectivo o transaccional y una cuenta de valores dónde se depositarán los títulos.
Mercados de negociación
Es importante mencionar que los inversores podrán adquirir deuda pública o deuda privada. Al mercado de colocación de deuda se le conoce como mercado primario, por otro lado, el mercado de negociación dónde cotiza la deuda se le llama mercado secundario y cotiza en base 100. Un ejemplo de mercado secundario y su funcionamiento lo podemos ver aquí.
Por tanto, la existencia de un mercado primario es fundamental para que un mercado pueda ser eficiente. En Europa, el modelo de financiación de las empresas se basa en un 17% en la emisión de deuda y en un 66% en la solicitud de préstamos bancarios, a diferencia de EEUU, dónde el modelo de financiación a través de emisión de deuda representa el 76% y el préstamo bancario el 12%.
Por tanto, en EEUU las empresas se financian a través de su propia gestión de recursos y las emisiones de deuda, de este modo, podemos decir que sus mercados de renta fija están más desarrollados y más internacionalizados, a diferencia de Europa. Es por ello que Europa tiene que tender hacia un modelo de integración del mercado de capitales, que permita la integración, la transparencia y accesibilidad de sus inversores a los mercados de deuda de todos los países de la Unión.
Si bien es cierto que existen críticas a este modelo, ya que se puede reducir el papel de los bancos en la concesión de préstamos, no es menos cierto que los mismos bancos pueden emitir deuda y financiarse, paliando algunos de los riesgos en los que incurren a la hora de conceder préstamos bancarios, y de esta forma, evitar el riesgo de contagio entre ellos.
Es importante mencionar que cada tipo de deuda tiene una calificación crediticia en base a la solvencia de su emisor, y son las agencias de calificación crediticia o de rating aquellas que valoran la emisión de los títulos de deuda, siendo Fitch, Standard & Poor’s y Moody’s las más reconocidas a nivel mundial.