La reforma del sistema público de pensiones es una cuestión que está sobre la mesa del gobierno francés y de los sindicatos. Vamos a conocer en qué consiste una reforma en la que habrá quien gane y quien pierda.
Francia es uno de los países europeos en el que se pagan mayores cotizaciones sociales. Ahora bien, esto se traduce en unas pensiones más elevadas. Así, la ciudadanía francesa se muestra orgullosa del funcionamiento de su sistema de pensiones, pues es uno de los más generosos.
Sin embargo, la reforma de las pensiones que propone Emannuel Macron ha generado una fuerte oposición por parte de los sindicatos y de buena parte de la ciudadanía francesa. Y es que, el cambio en la forma de cálculo de las pensiones o la unificación de los distintos regímenes de cotización puede provocar que los futuros jubilados cobren una pensión menor.
Para comprender en qué consisten las propuestas del gobierno francés, vamos a analizar los puntos más importantes de esta reforma.
Un solo régimen
En primer lugar, la reforma busca unificar los numerosos regímenes de cotización del sistema francés. Estamos hablando de que existen hasta 42 tipos distintos de regímenes. Tantas modalidades hacen que el sistema resulte demasiado complejo y poco transparente.
Con 42 regímenes diferentes existen grandes diferencias en la cotización entre los distintos sectores laborales. De ahí que muchos trabajadores franceses tengan miedo a cambiar de empleo en el último tramo de su vida laboral, puesto que pueden ver reducida su pensión.
Así pues, el presidente Macron aboga por un sistema de régimen único. De este modo, sin importar el tipo de trabajo todos los franceses aportarían lo mismo por cada euro cotizado. El punto polémico de esta medida es que, al haber 42 regímenes, habrá trabajadores de ciertos sectores que se vean perjudicados, pues verán reducida su futura pensión. Entre quienes podrían salir perdiendo se encuentran los funcionarios, los trabajadores de la gran industria o los empleados del sector de las infraestructuras. Pero los trabajadores de los sectores más vulnerables, ganarán con este sistema.
Sistema de puntos
Un segundo apartado muy importante en la reforma de las pensiones francesas es el sistema de puntos. De este modo, las cantidades por las que se cotiza a la Seguridad Social generan puntos. Estaríamos hablando de 0,55 euros de pensión por cada punto. Al llegar a la jubilación se calcularía el número total de puntos y se obtendría la pensión bruta que percibiría anualmente.
También es importante tener en cuenta el modo en que se aplicaría esta reforma. Implantar un cambio tan importante en el sistema de pensiones no es algo que pueda hacerse de manera inmediata, sino que se introducirá de modo progresivo. Por tanto, habría una etapa de transición de 5 años, quedando la reforma totalmente operativa para el año 2025.
Ahora bien, los derechos que los trabajadores franceses tengan con el sistema actual se mantendrían. Así, las cantidades cotizadas en el pasado se convertirían en puntos que se sumarían a los que se a los puntos que se acumulen con el nuevo sistema.
Actualmente, para los trabajadores de la empresa privada, se utilizan los últimos 25 años de la carrera profesional para calcular la pensión. Por lo general, se tiende a cobrar un salario mayor durante el tramo final de la vida laboral. He aquí donde llega otro punto polémico, pues se pretende tener en cuenta toda la vida laboral para el cálculo de la pensión. Por ello, muchos franceses se encontrarían con unas menores pensiones al llegar a la jubilación.
La edad legal mínima de jubilación
Otro punto marcado por la controversia es la edad mínima de jubilación. En Francia, actualmente, un trabajador puede solicitar la jubilación a los 62 años. Las recetas tradicionales abogan por retrasar la edad legal mínima de jubilación. Ahora bien, el caso francés muestra ciertas diferencias. En este sentido, un francés podría jubilarse a los 62 años, pero no tendría derecho a percibir el 100% de la pensión que le otorgan los puntos. De hecho, se estaría pensando en establecer los 64 años como edad mínima para poder cobrar el 100% de los puntos cotizados.
Un capítulo igualmente interesante es la cotización durante los periodos de baja. En este aspecto se ha propuesto que la cotización sea la misma tanto en los periodos de trabajo como en los periodos de baja laboral. Por otra parte, la pensión de un ciudadano francés aumentaría un 5% por cada hijo.