Francia arde de indignación. El denominado movimiento de los chalecos amarillos ha alzado la voz con contundencia contra la subida de los impuestos a los carburantes. Nacido en octubre en la red social de Facebook, el movimiento de los chalecos amarillos, al margen de partidos políticos y sindicatos, se hace eco del descontento por la subida de impuestos y por la pérdida de poder adquisitivo.
Han sido numerosas las protestas que han tenido lugar en tierras galas. El pueblo francés se muestra muy descontento con la subida de impuestos que pretende implementar el gobierno de Macron. Desgraciadamente, una persona falleció al ser atropellada accidentalmente durante las protestas.
Ahora bien, en Economipedia, más allá de la frialdad de las cifras de los hechos, trabajamos para explicar de manera clara la actualidad económica. Así pues, comencemos por explicar qué es el movimiento de los chalecos amarillos.
Malestar entre la ciudadanía francesa
Es un hecho que la clase media y trabajadora francesa está perdiendo poder adquisitivo. Esto, a largo plazo, termina generando un creciente descontento entre la población francesa. Y es que, los sueldos de los franceses, cada vez dan para menos. Para colmo de males, un incremento de los impuestos a los carburantes supondría una disminución de la renta disponible de los franceses. Uno de los efectos negativos que podría tener sobre la economía el aumento de los impuestos sobre los carburantes sería una disminución del consumo privado, lo que podría influir negativamente en el Producto Interior Bruto francés.
El gobierno que preside Emmanuel Macron había fijado una subida de impuestos a los carburantes de 3,9 céntimos por litro para la gasolina y de 7,6 céntimos por litro para los vehículos que consuman diésel. A todo ello habría que añadir tasas adicionales de 6 céntimos para el gasóleo y de 3 céntimos para la gasolina.
El problema se encuentra en que un amplio número de trabajadores que residen en zonas rurales y en pequeñas ciudades necesitan el coche para poder desplazarse a sus trabajos. Estamos hablando de que el 93% de los franceses que viven en las áreas rurales disponen de un coche propio. Está claro que el problema es mucho más grave en las zonas rurales, pues en estas zonas es mucho más complicada sustituir el transporte privado por el transporte público y otros medios de transporte alternativos.
Esta medida tiene un fuerte impacto sobre los ciudadanos franceses, dado que les afecta especialmente a sus bolsillos. Tal es el esfuerzo que están haciendo las clases trabajadoras, que según el diario Le Monde, éstas están llegando a emplear más del 15% de su presupuesto en el consumo de gasolina.
Con la pérdida de poder adquisitivo y el gran esfuerzo que hacen los hogares franceses para pagar el combustible, la indignación popular ha ido en aumento, dando lugar al movimiento reivindicativo de los chalecos amarillos.
La transición energética
Ahora bien, en el impuesto a los carburantes en Francia entra otro elemento en juego. Se trata del desarrollo sostenible, es decir, de garantizar la satisfacción de las necesidades sin poner en riesgo el medio ambiente. He aquí donde se enmarca el Plan de Transición Energética.
Buscando reducir las emisiones contaminantes causadas por la combustión de combustibles fósiles y tratando de cumplir con lo dispuesto en los Acuerdos de París, el gobierno francés está haciendo esfuerzos por la lucha contra el calentamiento global.
Toda transición energética conlleva un considerable esfuerzo. Supone el cambio de un modelo de consumo e implica adoptar nuevas energías. El problema que el cambio a otras formas de energía supone unos costes que, en el caso de Francia, están recayendo sobre los hombros de la clase trabajadora.
Con el gobierno francés dando la batalla por la transición energética, todo apunta a que los coches de diésel y gasolina pasarán a ser sustituidos en el futuro por coches eléctricos. Esto supondrá que toda la sociedad se implique en un gran cambio energético. La industria europea, si no quiere perder la batalla con China, deberá reconvertirse para producir vehículos más respetuosos con el medio ambiente.
Así pues, se hace necesaria una transición energética para preservar el medio ambiente. El problema se encuentra en que, a corto plazo, el precio del carburante se encarece y los sueldos de los trabajadores no aumentan. De ahí el profundo malestar expresado por la población francesa.
Marialis Fabiola Perez Gomez dice
Habrá que buscar nuevas alternativas de energia no dañina para la capa de ozono y que a la par, no recaiga tanto sobre la clase trabajadora. Es una lastima que por protestar haya ocurrido un accidente de atropellamiento. les mando muchos saludos, gracias por su post.
José Francisco López dice
Muchísimas gracias por comentar Marialis. La verdad es que debemos cuidar nuestro planeta, es el único que tenemos. Y más importante, siempre llevar mucho cuidado en ese tipo de manifestaciones que a veces tienen un final fatal.
Un saludo !
Jean-Marc Alma dice
Siendo frances, tengo que decir que en Francia hay una especie de contradiccion perpetua, hay frentes Antimacron que no existian cuando tenian que elegir entre Lepen y Macron, el Frances es capaz de pagar un croissant en Paris 55 centimos mas que en el resto de Europa, tener uno de los parques automovilisticos mas jovenes de Europa, pero aun asi no pagar tres centimos mas por litro.
juan carlos dice
creo que es una falta de razonamiento lógico de todo lo que pasa
1.- se sabe ya hace mas de 40 años que el consumo de combustibles sólidos se va a acabar. (por sobre explotación , consumo , nocividad para el planeta . etc. etc.)
2.- medidas para prevenir,,, ninguna
3.- segundas alternativas o plan B …. NINGUNA.
Culpable .. el gobierno
Quien lo eligio … el pueblo
Quien tiene la respuesta … NOSOTROS TODOS Y CADA UNO.
Si cambiamos nuestros habitos y elegimos nuestros dirigentes adecuados. Tambien cambiara nuestro bienestar.
Los paises del norte no tienen este tipo de problemas .. porque ?????
José Francisco López dice
Quizás sea cuestión de cultura. La educación también es diferente y viven con otra filosofía de vida.
¡ Saludos y muchas gracias por comentar Juan Carlos !