Los problemas técnicos sufridos por British Airways el pasado fin de semana provocaron multitud de cancelaciones de vuelos y numerosos retrasos. Según un informe de Citigroup, esta serie de fallos técnicos podrían salirle muy caros: nada más y nada menos que 100 millones de euros.
Por su parte, el presidente y consejero delegado de British Aiways, Alex Cruz, ha sido objeto de fuertes críticas por un fallo en los sistemas informáticos que dejó en tierra a más de 75.000 personas. A pesar de todo el revuelo generado, la agencia de rating Standard&Poor’s ha mejorado la calificación de la compañía aérea al considerar a British Airways como una empresa sólida y valorar los fallos informáticos de la aerolínea como un problema puntual.
Compensaciones a los afectados
Se estima que el fallo informático sufrido por British Airways podría suponer un coste que rondaría los 100 millones de euros. Estos costes se han obtenido al sumar los 60 millones de euros que podrían alcanzar las compensaciones a los pasajeros más los 40 millones de euros que no se pudieron ingresar en un día.
Conviene señalar que cada pasajero que haya sufrido un retraso de más de tres horas puede recibir 250 euros si su viaje era de hasta 1.500 kilómetros. La cifra de las compensaciones aumenta si nos referimos a vuelos de hasta 3.000 kilómetros, por los que habrá que indemnizar a los pasajeros con 400 euros, mientras que hablaremos de compensaciones de 600 euros para vuelos con distancias superiores a los 3.000 kilómetros.
A pesar de todo, el informe de Citigroup prevé que esto no supondrá un problema a largo plazo para la compañía, dado que se trata de un problema coyuntural que puede solucionarse con una mejora en los sistemas informáticos.
Fuertes críticas a Álex Cruz
El español Álex Cruz, como presidente y consejero delegado de British Airways, ha estado en el ojo del huracán de todas las críticas. Son muchas las voces que han pedido su dimisión. A pesar de todo, Willie Walsh, como consejero delegado de International Airlines Group (IAG) ha mostrado su apoyo a Cruz.
Son muchas las personas que han censurado la política de reducción de costes llevada a cabo bajo la dirección de Álex Cruz. Muchos creen que el empecinamiento por reducir costes ha causado errores en la gestión y en los sistemas informáticos. En este sentido, los sindicatos afirman que se debe al trasladar 700 puestos de trabajo del Departamento de Sistemas de Reino Unido a la India. Por su parte, Álex Cruz, niega que la externalización de puestos del Departamento de Sistemas a la India esté relacionado con los fallos técnicos sufridos por British Airways.
Cruz, tras cosechar importantes éxitos al frente de la aerolínea Vueling, tomó las riendas de British Airways en 2009. El directivo español se ha caracterizado por defender las compañías aéreas de bajo coste. En su etapa al frente de Vueling logró un equilibrio entre aerolíneas low cost como Ryanair y empresas del sector con un perfil más tradicional, como puede ser el caso de Iberia. A pesar de todo, Álex Cruz, se enfrenta a duras críticas procedentes de los consumidores, la prensa y los sindicatos por su política de reducción de costes.
Subidas de los precios de los billetes y mejora de la calificación
Las compañías aéreas British Airways e Iberia, comunicaron por carta a las agencias de viajes que a partir del mes de noviembre, se cobrará un suplemento de 8 libras y 9,5 euros respectivamente por reservar billetes a través del sistema GDS (Sistema de Distribución Global). Por el contrario, ambas aerolíneas no cobrarán este suplemento si los billetes se reservan a través de la página web de las propias compañías aéreas, en oficinas, por teléfono o a través de agencias de viajes, siempre y cuando utilicen una conexión NDC (New Distribution Capability). El motivo de la introducción de este suplemento es que British Airways trata de recuperar los costes tecnológicos.
El incidente sufrido en los servicios informáticos de British Airways, que ha dejado a tantos pasajeros en tierra, provocó caídas en bolsa del holding IAG (International Airlines Group). Recordemos que British Airways supone el 60% del tráfico aéreo de IAG.
A pesar de todo, la agencia de rating Standard&Poor’s, ha mejorado la calificación de British Airways, pasando de BB a BB+. Al parecer, Standard&Poor’s considera a la aerolínea británica como una compañía con perspectivas estables y una buena posición competitiva en el sector. Por el contrario, como amenazas para British Airways, Standard&Poor’s señala las posibles variaciones en los precios del petróleo, la vulnerabilidad a los cambios en los ciclos económicos y otros acontecimientos no previstos.