La unión del Mercado de Capitales es un plan de acción de la Comisión Europea que tiene por objetivo mejorar la movilidad de capitales y el acceso a financiación de sus 28 estados miembros. Es una iniciativa muy ambiciosa creada en noviembre de 2014 y liderada por el presidente de la Comisión, Juncker, que pretende facilitar el acceso al crédito entre empresarios particulares, inversores profesionales, pequeñas y medianas empresas o cualquier empresa que busque invertir o tener acceso formas de financiación más accesibles y diferentes a las tradicionales reduciendo sus costes.
El mercado de capitales en la UE presenta muchas asimetrías entre países, debido a sus infraestructuras, a sus distintos regímenes fiscales, diferencias en las barreras de entrada por sectores productivos, distintos niveles de poder adquisitivo o desarrollo de estructuras productivas entre países. Históricamente, el sector bancario ha monopolizado el acceso a la financiación de empresas y particulares, realizando una actividad económica de forma muy apalancada, debido a que su negocio se ha originado a través de la captación de depósitos entre el público para conceder préstamos a tipos superiores y con ello, obtener un amplio margen de negocio bancario.
Tras la crisis, el acceso al crédito y a la liquidez se ha reducido considerablemente, la desinversión se ha llevado a cabo forma constante y ha incidido en el crecimiento de los países de la UE en términos de producto interior bruto, así como en la reducción, año tras año, de un 10% en la formación de capital bruto, además de un incremento exponencial de las tasas de desempleo, llegando en algunos países hasta tasas cercanas al 30%.
Por tanto, debido a esta situación, la Unión del mercado de capitales pretende mejorar el acceso al crédito y poder tener un impacto directo en las sinergias positivas que se generan en los negocios a través de éste, gracias a otras fuentes de inversión cuya finalidad es favorecer el crecimiento y la creación de puestos de trabajo. Como bien sabemos, en contextos de tasas de interés bajas, los inversores buscan rentabilizar sus ahorros a través del acceso a los mercados de capitales, por otro lado, los pequeños empresarios buscan incrementar sus recursos propios e incrementar capitales con la finalidad de poder crecer, expandirse y generar empleo.
Objetivos de la Unión del Mercado de Capitales
Una fuerte unión del mercado de capitales en Europa complementada con el negocio tradicional bancario tendría las siguientes ventajas:
- Atracción de mayores capitales a la UE de países de la UE y países del resto del mundo.
- Mejores conexiones financieras hacia proyectos de inversión en la UE.
- Un sistema financiero más estable y mejor regulado que permita dar una elevada seguridad a sus inversores.
- Profunda integración financiera y una mayor competencia.
Retos de la Unión del Mercado de Capitales
- La inversión en Europa se mantiene muy concentrada en el sector bancario. Siguen existiendo fuertes barreras de entrada.
- Existen diferencias muy significativas en las condiciones de financiación entre los países miembros de la UE.
- Diferentes reglas y prácticas de mercado para la negociación de instrumentos financieros titularizados y emisiones privadas de deuda.
- Los accionistas e inversores rara vez acuden a emisiones de deuda soberana fuera de sus fronteras o países.
- El número de PYMES que no tienen acceso a financiación es muy elevado todavía. Existen fallos de información por elementos culturales y de confianza.
- Mejora en la información de los inversores, búsqueda de mayor transparencia con registros de riesgos centralizados a nivel europeo.
- Sistemas de pagos y control contable a través de cámaras que regulen las transacciones financieras y que permitan tener una monitorización más eficiente de las transacciones que se negocian.
- Reforzar el marco regulatorio en el ámbito financiero.
- Mejor conexión entre las bolsas de los países de la UE.
- Evitar barreras impositivas entre países e informar con mayor transparencia y precisión en la fiscalidad de las transacciones que se realizan, normalizando y unificando las estructuras fiscales dentro de la UE.
Es importante tener en cuenta que todos los proyectos en relación con la integración del mercado de capitales de la UE deben ir en línea con las políticas de la UE, entre ellos, podemos destacar el respeto al medio ambiente y al cambio climático proyectado para el año 2030, mejorando la eficiencia energética mediante un uso moderado del carbón. En este aspecto, no demos olvidar que la Agencia Internacional de la Energía dice que el control del incremento de la temperatura en un 2% requiere de un 35% más de inversión hasta el año 2050, aproximadamente 35 trillones de dólares. Por otro lado, la Comisión Europea estima que se necesitarán 200 billones de euros de inversión anual para cumplir con los objetivos planteados para 2030. Como consecuencia, viendo las grandes necesidades de financiación que existen en todos los agentes que intervienen para financiar estos proyectos, es más que necesaria la integración del mercado de capitales en la UE. Por último, no debemos olvidar que el vigoroso crecimiento de EEUU ha sido gracias al alto nivel de desarrollo de su mercado de capitales que ha permitido que las empresas puedan acceder a financiación. Debemos recordar que, aproximadamente un 70% de las empresas en EEUU, se financian a través de esta estructura.
La crisis financiera ha supuesto una importante fragmentación financiera dado que muchos bancos no han podido prestar dinero, de tal forma que los agentes económicos han tenido que buscar financiación a través de otras vías. Esta diversificación en el acceso al crédito, ha hecho que el riesgo se distribuya entre más agentes económicos y, de esta forma, ha permitido amortiguar los efectos de los riesgos sistémicos originados en el sector bancario durante el pasado y que ya sabemos que en el último bucle del circuito macroeconómico, generan elevadas tasas de paro. Este impacto es tremendamente negativo para una economía.
La Unión del Mercado de Capitales debe permitir que se proporcionen métodos de financiación y productos financieros que permitan obtener liquidez, rentabilidad y una equitativa distribución de la riqueza, de lo contrario, el mercado no sería eficiente. Además, se deben de dar las condiciones para que los inversores y los ahorradores se sientan seguros en sus decisiones para estimular, a su vez, la inversión extranjera directa, y que ésta permita corregir contundente la lacra del desempleo y favorezca el desarrollo de estructuras sociales más justas y con mayores coberturas. En definitiva, debe realizarse de tal forma para que sea un ejemplo hacia el resto del mundo y que contribuya al bienestar de las personas, sin anteponer otros intereses, estableciendo infracciones muy graves para aquellas personas que no respeten las reglas o que busquen aprovecharse de los fallos jurídicos para obtener un beneficio propio.