Bien público

Un bien público es aquel cuyo consumo es indivisible y que puede ser compartido por todos los miembros de una comunidad sin exclusión. Usualmente su gestión está a cargo del Estado.

En otras palabras, un bien público es, en general, accesible para cualquier persona sin mayor restricción. Su titularidad y administración le pertenece normalmente al gobierno o autoridad correspondiente.

Algunos ejemplos de bienes públicos son el alumbrado de las calles, los parques, las playas, entre otros.

Propiedades y distinciones de los bienes públicos

Teniendo en cuenta su definición, podríamos afirmar que estos bienes tienen tres propiedades que les diferencian de los bienes privados:

  • Se consumen conjuntamente, dando utilidad a más de un usuario a la vez.
  • No se puede excluir a un individuo o a un colectivo de su consumo.
  • No hay rivalidad, es decir, si una nueva persona lo consume no afecta ni limita el acceso al resto de ciudadanos.

Tipos de bienes públicos

Podemos clasificar a los bienes públicos según el rigor con el que se cumple las condiciones descritas en el subtítulo anterior:

  • Los bienes públicos puros: Son los que cumplen a rajatabla los tres puntos anteriores. Por tanto, serían bienes públicos en el sentido más estricto. Nos referimos, por ejemplo, el alumbrado o la defensa nacional.
  • Los bienes públicos impuros: Cumplen la primera y la segunda propiedad, pero no la tercera, es decir, su consumo es parcialmente rival. En estos casos, el consumo de una nueva unidad por parte de un individuo disminuye la cantidad disponible para el resto, aunque en menos de una unidad. Este es el caso de las vías públicas. Una carretera inicialmente pueda ser utilizada a la vez por muchos conductores. Sin embargo, llegará un punto en el que la entrada de un vehículo adicional supondrá una disminución en la velocidad y la seguridad de todos los demás.

Si nos centramos en el principio de “no exclusión”, la segunda de las propiedades mencionadas, también podemos hacer otro tipo de clasificación:

  • Bien público no excluyente: Cuando no es posible impedir el acceso a quien no paga por él.
  • Bien público excluyente: Se puede impedir que un individuo lo consuma si no paga por el mismo. Un ejemplo serían las autopistas con peaje. Así, se establecen controles para que los conductores realicen el abono correspondiente como condición para poder seguir circulando por la carretera en cuestión.

Para entender mejor este concepto también puedes leer tipos de bienes.

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Ana Cabello , 29 de abril, 2016
Bien público. Economipedia.com