Bimetalismo
El bimetalismo, o doble patrón, es un tipo de sistema monetario donde país establece el valor de su moneda en función al oro y a la plata. Es decir, toda emisión de dinero debe ser respaldada con reservas de cualquiera de estos dos metales.
Es otras palabras, la unidad monetaria en un modelo de bimetalismo debe ser definida a través del uso de la plata y el oro. Ambos son los elementos clave para el intercambio y pago de bienes y servicios a través de la acuñación y/o almacenamiento.
Visto de otro modo, mediante este sistema, tanto la posesión de oro como de plata sirven como respaldo de los países a la hora de emitir dinero.
Este modelo fue especialmente importante y vigente en el siglo XIX. Sin embargo, paulatinamente fue perdiendo presencia a nivel internacional debido a diferentes causas. Estas fueron, principalmente:
- La depreciación de la plata en ciertos periodos.
- El protagonismo del oro como metal más almacenado e intercambiado (por la mayor aplicación del patrón oro).
- El desarrollo del concepto moderno de dinero a finales de dicho siglo XIX y a lo largo del siglo XX. Así, ganó más aceptación el dinero fiduciario.
La base del funcionamiento de un sistema bimetálico es la asignación legal de valor tanto al oro como a la plata, así como la definición del tipo de cambio oro-plata. De este modo, se garantiza la estabilidad y el funcionamiento del modelo de doble patrón.
Ventajas y desventajas del bimetalismo
La principal ventaja que supone un sistema de doble patrón es que en situaciones de riesgo o inestabilidad económica es más fácil contrarrestar la inestabilidad o atenuarla. Es decir, si el oro o la plata sufriesen una importante caída de valor, siempre será posible compensar las pérdidas de la economía con el mantenimiento del otro metal, cosa que no puede ocurrir en sistemas de patrón único o monometálico.
La gran aceptación que tuvo este sistema fue porque se contaba con mayores recursos al ser dos metales los que se tenían en cuenta como elementos de transacciones. Sin embargo, la experiencia ha demostrado que mantener el bimetalismo como modelo es altamente complejo y poco eficiente para las economías modernas.