Coeficiente de apertura externa
El coeficiente de apertura externa de un país es una medida útil para conocer qué tan internacionalizada está una economía determinada. Pues muestra el nivel de dependencia respecto al resto del mundo. Esto último, calculando el peso comercio exterior para la actividad económica total.
El coeficiente de apertura externa se origina al agrupar las exportaciones e importaciones totales de bienes y servicios. Para ello, dividiendo este conjunto entre el PIB en un periodo determinado.
En ese sentido, la principal función que cumple este mecanismo es la de indicar la influencia que tiene el comercio internacional para la economía de un país. Así como, también, su nivel de riqueza o renta.
Cuanto mayor sea la internacionalización de la economía de un estado, mayor será la dependencia que este tenga respecto al exterior. Dicho fenómeno ha ido intensificándose en los últimos tiempos y se estudia bajo el término de globalización.
Caber resaltar que la firma de tratados comerciales entre países, así como la creación de uniones económicas o alianzas comerciales, han supuesto un impulso a la internacionalización.
Suele observarse que las economías de mayor tamaño presentan un coeficiente de apertura externa menor. Esto responde a que cuentan con múltiples medios de producción y consumo a nivel interno. De esta forma, no dependen tanto del comercio, como sí sucede con países más pequeños que se benefician de las ventajas del comercio internacional.
Cálculo del coeficiente de apertura externa
El coeficiente de apertura externa (CAE) es la suma de las exportaciones (X) y las importaciones (M) como porcentaje del PIB (producto interior bruto). Todas estas variables son presentadas a precios corrientes.
El resultado es una cifra que va de 0 a 1 y suele multiplicarse por 100 para expresarse como porcentaje. Si el CAE equivale a 0 nos encontramos ante un país que no realiza actividades de comercio con el exterior, de manera autárquica.
Por el contrario, en caso el CA tome el valor de 1, estaríamos ante un país que exporta todo lo que produce e importa todo lo que consume o invierte.
Habitualmente los valores observados en la realidad están comprendidos entre ambas opciones, resultando que por encima de 0,5 hablamos de estados cuya apertura al exterior es pronunciada (en más de un 50%), mientras que por debajo encontramos otros que apuestan de manera más clara por su mercado interno (con menos del 50% de apertura).
De la fórmula se deduce que tanto el aumento de las importaciones como de las exportaciones influyen positivamente, lo que lógicamente indica que hay mayor volumen de operaciones con mercados externos.
Comparando los resultados obtenidos del CAE en distintos momentos para un determinado país es posible analizar la evolución que el coeficiente ha experimentado. Así, puede haber avanzado la apertura con el paso del tiempo o, por el contrario, quizá aumentó la apuesta por el mercado interior incentivando medidas propias del proteccionismo económico.