Diferencia entre ingreso y cobro
Un ingreso significa un aumento del patrimonio por la venta de un bien o la prestación de un servicio y se contabiliza en la cuenta de resultados. Cuando hablamos de ingreso estamos hablando en términos económicos.
Por otro lado, un cobro significa una entrada de dinero en caja por la venta de un bien o la prestación de un servicio y se contabiliza en el balance de situación. Cuando hablamos de cobro estamos hablando en términos financieros.
Es muy importante diferenciar estos conceptos para llevar una correcta contabilidad empresarial.
Ejemplo
Vamos a ver un ejemplo sencillo para dejar claro el significado de ingreso y cobro:
Una empresa de material electrónico vende diez ordenadores al precio de 750 €. A partir de aquí, podemos encontrarnos en dos situaciones, que el cobro sea aplazado o al contado. Si se produce un cobro aplazado, esta venta supondrá un ingreso por valor de 7500 €. Por lo tanto, producirá un aumento de su patrimonio. Ahora bien, al ser aplazado significa que probablemente lo cobre a 30, 60 o 90 días, dependiendo del acuerdo con el cliente. Es por ello que no se trata de un cobro sino de un ingreso. Si la venta tiene lugar cerca del cierre del ejercicio, es posible que el cobro de los 7500€ se produzca al año siguiente. Cuando el cliente finalmente pague por la compra de los ordenadores podemos decir que se ha producido el cobro porque ha habido una entrada de caja, es decir, un aumento en la tesorería de la empresa.
Se pueden extraer las siguientes conclusiones del ejemplo:
- Un ingreso no tiene por qué ser un cobro, ni viceversa.
- Es posible que se produzca un ingreso y un cobro simultáneamente. Esto ocurrirá cuando el cobro sea al contado.
Resumiendo, un ingreso no significa que la empresa cobre por el bien o servicio prestado, únicamente se realizará el apunte contable correspondiente, pero no en calidad de cobro -a no ser que fuera al contado- mientras que un cobro se produce cuando la empresa cobra -valga la redundancia- por el bien o servicio prestado, ya sea en dinero efectivo, en cheque o mediante una transferencia bancaria.