Concurso de Acreedores: Qué es y Cómo Funciona
- Se activa cuando una persona o empresa no puede pagar sus deudas.
- Puede iniciarse de forma voluntaria o involuntaria.
- Su objetivo es renegociar las deudas y encontrar una solución para que los acreedores recuperen parte del dinero.
¿Qué es un concurso de acreedores?
El concurso de acreedores es un procedimiento judicial que tiene lugar cuando una persona o empresa se ve imposibilitada para hacer frente a los pagos pendientes, es decir, cuando no puede pagar sus deudas.
Concurso de Acreedores: Explicación Sencilla
Dicho de otra manera, el concurso de acreedores es como un «plan de rescate» para personas o empresas que se encuentran en una situación financiera complicada. Es un proceso legal que ayuda a ordenar las deudas y buscar una solución para que puedan volver a la normalidad financiera.
Este procedimiento puede iniciarse de dos maneras:
- Voluntario: Cuando el propio deudor presenta la solicitud, justificando su incapacidad económica.
- Forzado: Cuando un acreedor lo solicita, basándose en embargos pendientes, incumplimientos tributarios, impagos a la Seguridad Social, o deudas salariales.
El concurso de acreedores protege principalmente a los trabajadores, postergando a aquellos que puedan haber influido en la mala situación económica de la empresa. Además, busca permitir la continuidad del negocio mediante la presentación de un convenio de pago que puede incluir quitas y esperas.
Sin embargo, la mayoría de los concursos terminan en liquidación debido a la falta de financiación necesaria para seguir operando, ya que las empresas no logran obtener créditos nuevos o aportaciones de capital.
¿A quién protege el concurso de acreedores?
De hecho, en este procedimiento se protege más a los débiles —los trabajadores— y se posterga a aquellos que han tenido influencia en la mala situación económica o que puedan beneficiarse del concurso. Ejemplo de esto último, podrían ser los administradores de la sociedad o personas relacionadas con el concursado.
Por otro lado, no hay que olvidar que el concurso de acreedores está diseñado para ofrecer la presentación de un convenio que permita pagar a los solicitantes y, de igual modo, conseguir la continuidad del negocio de la compañía. Para facilitar esta tarea, el empresario deudor puede mostrar una propuesta de pago a sus acreedores que contemple el 50% de quita del importe de sus créditos y una espera, o calendario de pagos, de hasta cinco años.
Sin embargo, el 90% de los concursos de acreedores acaban en liquidación ya que, en esta muy difícil coyuntura, se precisa dinero fresco que permita seguir financiando las actividades empresariales. Y, a efectos prácticos, no siempre se consigue que los bancos concedan un nuevo crédito o que los socios hagan nuevas aportaciones al capital social. Todo lo cual repercute en el incumplimiento del convenio y la entrada de plano en la fase de liquidación.
Es más, en la inmensa mayoría de los casos se pasa directamente a la fase de liquidación o bien porque la cartera de ventas de la empresa ha disminuido a niveles insostenibles, o bien porque no consigue suficiente financiación -tanto propia como ajena- o por otras causas, como puede ser el aumento de impagados.
Fases por las que atraviesa el concurso de acreedores
1.- Declaración de concurso, con adopción, en su caso, de medidas cautelares.
2.- Administración concursal, nombramiento de administradores y rendición de cuentas.
3.- Determinación de la masa activa, la cual comprende todos los bienes patrimoniales de la empresa. En esta punto se incluyen también los créditos necesarios para la actividad empresarial.
4.- Determinación de la masa pasiva o, en otras palabras, de aquellos créditos (deudas) contraídos por la empresa y que se pueden incluir en el concurso (créditos concursales).
5.- Convenio o, en su caso, liquidación de bienes.
6.- Calificación y efectos del concurso.
En algunos países se diferencia entre suspensión de pagos y quiebra. Lo que conlleva que el concurso de acreedores siempre está precedido de una suspensión de pagos, y en caso de no llegar a un acuerdo, la compañía quiebra. En contraste, existen otros países que no diferencian entre una y otra. Esto es, tanto una compañía en situación de iliquidez (suspensión de pagos) como en una de insolvencia (quiebra) pueden solicitar un concurso de acreedores. Y, a partir de él, intentar salvarse.
Por último, en caso de que no se apruebe el convenio, se procederá a la liquidación de la empresa y se pagará a los acreedores según su deuda correspondiente y según de la calidad crediticia de su deuda.
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¿Qué es un concurso de acreedores?: Un concurso de acreedores es un proceso legal que se inicia cuando una persona o empresa no puede pagar sus deudas, con el objetivo de reorganizar sus finanzas y pagar a los acreedores.
¿Quién puede solicitar un concurso de acreedores?: Puede ser solicitado por el propio deudor (concurso voluntario) o por los acreedores (concurso forzado).
¿Cómo protege el concurso de acreedores a los trabajadores?: El proceso prioriza el pago a los trabajadores, protegiéndolos más que a otros acreedores que pudieron haber contribuido a la situación financiera negativa.