Suspensión de pagos
La suspensión de pagos es la situación económica en que una empresa, organización o persona física se encuentra cuando, debido a la ausencia de liquidez, no puede hacer frente a sus obligaciones de pago de forma temporal.
La suspensión de pagos, a pesar de ser una grave situación para la empresa, tiene algo positivo. Este algo positivo recae en que la situación no es definitiva. La empresa no puede pagar sus deudas o no puede hacer frente a sus obligaciones de pago de forma temporal. Ahora bien, si esa situación se prolonga en el tiempo, la empresa podría declararse en quiebra.
Por acotar un poco más el término, se trata de una situación de iliquidez o no liquidez. Es decir, la empresa no tiene efectivo para pagar, por ejemplo, a sus empleados. Sin embargo, esto podría deberse a que clientes que no pagan en su debido tiempo a la empresa. Es por eso, que una empresa prestar mucha atención a la calidad crediticia de sus deudores.
Características de la suspensión de pagos
La suspensión de pagos posee las siguientes características:
- Es una situación reversible: Es decir, una empresa puede incurrir en suspensión de pagos y recuperarse. Todo dependerá de la razón de fondo por la cual una empresa haya entrado en suspensión de pagos. Lo importante es, en caso de que se supere, reforzar las medidas de la empresa para evitar caer en la misma situación.
- Los activos son más que los pasivos: El total del activo (maquinaria, edificios, muebles, efectivo, naves industriales) es mayor que las deudas que se deben (préstamos, salarios, pagos pendientes, hipoteca)
- Ausencia de liquidez: Como ya hemos indicado, el rasgo distintivo respecto a una quiebra se centra en la falta de liquidez de forma temporal.
Posibles soluciones a la suspensión de pagos
Entre las posibles soluciones se encuentran:
- Modificar el período de pago a proveedores y/o trabajadores
- Conseguir un préstamo para cubrir las deudas y pagarlo cuando tenga el dinero
- Mantener un fondo de maniobra que permita cubrir las deudas en estos casos
- Contratar un factoring
Es de vital importancia prestar atención a las posibles soluciones. Y no sólo eso sino, en caso de resolver dicha situación poner cartas en el asunto para que no vuelva a ocurrir. Por ejemplo, imaginemos una empresa que tiene tan sólo un cliente. Si ese cliente mañana decide no comprar o no tiene dinero para comprar, afectará a la empresa de forma inmediata. De ahí que, en la medida de lo posible, sea tan importante diversificar.