El contrato BOO es un tipo de acuerdo por el cual se puede desarrollar un proyecto de inversión. Bajo esta modalidad, el contratista construye la obra y mantiene su propiedad, operándola y explotándola.
Es decir, el contrato BOO es un tipo de contrato por el cual el contratista retiene la titularidad de la obra luego de culminarla. Así, no tiene la obligación de transferirla al contratante o cliente.
El nombre de contrato BOO proviene de las palabras en inglés Build, Own, Operate, que en español significa construir, poseer, operar.
Este tipo de acuerdo usualmente se firma en el marco de una asociación público privada, siendo el privado el contratista y el contratante, el Estado.
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Una asociación público privada es una modalidad a través de la cual se desarrollan obras públicas, pero convocando a empresas privadas que aportarán sus recursos, experiencia, tecnología, conocimientos y equipos. Asimismo, el riesgo se distribuye entre el privado y el Estado.
A través de este tipo de asociaciones, se suelen llevar a cabo grandes obras de infraestructura, por ejemplo, para brindar servicios públicos. Para estos proyectos, una de las posibles modalidades de contrato es el contrato BOO, pero no es el único.
Características del contrato BOO
Entre las características del contrato BOO podemos destacar:
- A diferencia de otras modalidades, como el contrato BOT o BOOT, el contratista no transfiere en ningún momento la propiedad del proyecto al contratante.
- El contratista tiene el derecho a cobrar por el uso de la obra desarrollada.
- Aunque el contratante, el Estado, no obtiene la propiedad de la obra desarrollada, sí puede intervenir como regulador. Esto, por ejemplo, supervisando que la tarifa que cobre el contratista a los usuarios se ajuste a los objetivos. Puede ser que el Gobierno busque que los ciudadanos puedan adquirir el servicio prestado a una tarifa que sea accesible. Recordemos que la obra desarrollada puede estar destinada a brindar un servicio público.
- Este tipo de contrato puede catalogarse en la práctica como una privatización.
Ejemplo
Un ejemplo de contrato BOO podría ser el siguiente: El Gobierno busca impulsar la construcción de una planta de tratamiento de aguas residuales en las afueras de la ciudad capital. Para esto, convoca a un concurso público y elige la propuesta de la empresa HU Contratistas.
Se acuerda firmar un contrato BOO, por el cual la compañía desarrolla la obra y mantiene su propiedad. En este caso, la firma no cobra directamente a los ciudadanos, sino al Estado por los servicios que serán prestados en el tratamiento de las aguas. Esto, durante un plazo especificado en el contrato.