Crecimiento sostenido
El crecimiento sostenido hace referencia a un patrón de comportamiento en el crecimiento económico. Su principal característica es que, en un escenario de crecimiento sostenido, el crecimiento presenta una marcha de crecimiento constante en el largo plazo y, por ende, poco volátil.
El crecimiento sostenido es el nombre que recibe un patrón de crecimiento económico en una economía. Este hace referencia a un crecimiento que se muestra muy estable. Es decir, persistente en el largo plazo, y donde la tasa de crecimiento presenta una escasa volatilidad. En este sentido, un crecimiento constante en el largo plazo, y que sufre pocas variaciones a lo largo del tiempo.
Origen del concepto de crecimiento sostenido
Debemos saber que hablamos de un concepto relativamente nuevo. Pues, hasta el siglo XIX, no se descubrió que el nivel de PIB per cápita, así como su crecimiento, con el paso del tiempo, podría mejorar el nivel de vida de una población en un plazo aproximado de una o dos generaciones.
En otras palabras, una pequeña variación en el crecimiento hoy, en el largo plazo presenta un impacto muy grande sobre el nivel de ingreso per cápita de la población.
Así pues, debemos saber que hablamos de un crecimiento exponencial. Por ello, la importancia del crecimiento sostenido es el desarrollo constante y la mejora continua del nivel de bienestar. Una situación que, de la misma forma pero a la inversa, relata la teoría del estancamiento. Una teoría que, de la misma forma que el crecimiento sostenido y la regla del 70 lo hacen con el crecimiento, resalta el estancamiento, como producto de una desaceleración muy notable en el presente.
Regla o ley del 70
Al igual que ocurre con el interés compuesto, la regla del 70 muestra el tiempo necesario para que una variable doble su tamaño.
En este sentido, la regla del 70, en la que se basan los defensores, así como el propio crecimiento sostenido, muestra que una economía es capaz de doblar su tamaño, si esta logra sostener un crecimiento del 1% a lo largo de 70 años.
Por esta misma regla de tres, si esta economía, en lugar de crecer al 1%, lo hace al 2%, esta, en 35 años, habrá doblado su crecimiento, y con ello habrá mejorado la situación de partida para la propia ciudadanía.
De la misma forma, una economía que presente un crecimiento sostenido del 2%, cuando pasen 70 años, esta economía habría doblado su tamaño dos veces. Mientras que si lo hace al 1% durante 35 años, habrá crecido un 50%.
Para su cálculo, basta con dividir 70 entre el crecimiento anual registrado. El resultado que obtenemos es el número de años que tardará una economía en doblar su crecimiento, si esta creciese a esa tasa de crecimiento de forma constante.
Por tanto, esta regla nos muestra que este crecimiento sostenido, por ese carácter exponencial, provoca un crecimiento muy elevado en el largo plazo. No obstante, como veremos ahora, muchos críticos han cuestionado este crecimiento, así como la amenaza que supone este crecimiento sostenido para lo que ellos denominan «crecimiento sostenible».
Crecimiento sostenido y crecimiento sostenible
El crecimiento sostenido, con el paso del tiempo y el deterioro del medioambiente, ha sido duramente cuestionado por muchos economistas. La continua necesidad de sostener el crecimiento para lograr un mayor desarrollo, de la misma forma, está provocando un mayor deterioro del medioambiente. Esto se debe a esa mayor explotación de recursos para, interanualmente, incrementar la producción y, con ello, el crecimiento del PIB.
Por ello, muchos economistas han recomendado que, pese a esa necesidad de sostener el crecimiento, se desarrollen nuevos indicadores. Indicadores más completos y precisos, para medir el bienestar. El producto interior bruto (PIB) ha sido muy cuestionado por muchos economistas, que no recomiendan el uso de este indicador como indicador de bienestar. Esto se debe al hecho de que hablamos de un indicador que solo crece cuando se incrementa la producción.
Y es que, en un mundo que avanza hacia una mayor reutilización de recursos, así como una economía circular, un indicador que solo crece cuando se incrementa la producción puede no recoger fielmente la realidad.
Es por ello que, aunque se hable de la necesidad de sostener el crecimiento, debemos tener en mente la necesidad de hacerlo, pero hacerlo de forma sostenible. Muchos han sido los economistas que han dicho que, de seguir así, los objetivos del crecimiento sostenido, así como los del sostenible, podrían llegar a enfrentarse. Por ello, es preciso que, aunque se precise crecer a ritmos elevados para fomentar un mayor desarrollo, ese crecimiento implemente criterios ambientales para lograr que ese desarrollo, aun siendo sostenido, sea sostenible con el medioambiente.