Empresa individual
Una empresa individual es aquella forma de organización empresarial en la que únicamente trabaja un individuo. El mismo es propietario y gestor de la deriva económica de su empresa.
Debido a su distinguible forma jurídica, una empresa individual es una forma común que adoptan personas físicas de todos los sectores económicos para arrancar o abordar pequeños proyectos económicos y empresariales.
A menudo esta modalidad empresarial es identificada con el papel de los trabajadores autónomos y los empresarios individuales o por cuenta propia y emprendedores.
Generalmente este tipo de empresas con una sola persona integrante suelen dedicarse a servicios auxiliares o de apoyo a otras estructuras de mayor número.
Es decir, lógicamente una empresa individual no puede acometer proyectos de producción industrial o volúmenes altos.
Rasgos principales de una empresa individual
Este tipo de estructuración empresarial cuenta con algunas características que la definen:
- El individuo que la conforma es al mismo tiempo gestor, propietario y trabajador de la misma.
- Por este motivo, a menudo múltiples tareas o disciplinas administrativas recaen sobre este profesional. A menudo externaliza puntos recurriendo a terceros, como gestorías o asesores para facilitar su labor. Tal es el caso de la declaración de impuestos o la gestión de la contabilidad.
- El punto anterior supone una acentuada agilidad o rapidez para la toma de decisiones comerciales o estratégicas.
- Tanto los recursos necesarios para la constitución de la sociedad mercantil, en forma de capitales, como los posibles beneficios serán pertenecientes al trabajador por cuenta propia.
- Existen por lo general menos trabas burocráticas y administrativas para originar este tipo de empresas, por lo que comúnmente son muy numerosas.
Por otro lado es frecuente que este tipo de empresas se beneficien de la unión a la hora de defender sus derechos profesionales o laborales en uniones o asociaciones de pequeñas empresas.
La intención es multiplicar su representatividad y defender su importancia en los tejidos productivos de los territorios que ocupan.
Ejemplos de empresa individual
En el día a día económico existen multitud de ejemplos prácticos de empresa individual. Desde transportistas autónomos a los mandos de un camión siendo reclamado para envíos, hasta un taxista, pasando por un profesional organizador de eventos.
Es decir, es posible aplicar este tipo de estructura empresarial a muchos ámbitos económicos y comerciales, si bien es cierto que es en el sector servicios donde es más frecuente o común.
Con el auge pronunciado de las nuevas tecnologías y la proliferación del entorno digital muchos nuevos profesionales han abordado nuevos proyectos profesionales mediante este mecanismo de estructura empresarial.
Gracias a la digitalización es más fácil llegar a mayor número de potenciales clientes y se han eliminado anteriores barreras geográficas que posibilitan y mejorar el trabajo de estos profesionales. Así sucede en trabajos telemáticos, asesores fiscales o profesionales del mundo del marketing y la comunicación.