Estacionalidad
La estacionalidad es un concepto frecuentemente utilizado en el estudio económico. Supone que gran parte de las variables económicas experimentan fluctuaciones o cambios regulares a lo largo del tiempo, lo que las convierte en predecibles y facilita su estudio temporal.
El hecho de que se den las citadas variaciones regulares hace que muchos aspectos de la actualidad sean esperables. Es decir, con frecuencia se forman patrones de conducta en las series históricas que pueden ser clasificados en periodos de tiempo y que muestran la evolución de algún aspecto económico, como la demanda de bienes o servicios, la oferta, el consumo, los datos de empleo, los precios, entre otros.
Habitualmente suelen definirse estacionalidades dentro de periodos anuales, aunque es posible también expresar sus fluctuaciones en periodos mensuales o trimestrales, aunque es menos frecuentemente.
Los diferentes periodos en los que se va dando esta variabilidad pueden considerarse como estaciones y de ahí el nombre que se le da a este fenómeno o comportamiento.
Ejemplo de estacionalidad
Un claro ejemplo de esto lo encontramos en el análisis de los datos de desempleo en un país o zona de playas y en las que evidentemente el paro disminuye en periodos de verano. Entonces, desestacionalizar permite ver la variación en los datos de empleo real sin tener en cuenta este importante efecto.
Otro ejemplo relacionado con el consumo puede ser el mercado de ropa de abrigo. En dicho sector la demanda asciende en épocas de menores temperaturas, al igual que el consumo de calefacción. Sin embargo, el requerimiento de estos bienes y servicios disminuye en los meses de primavera y verano cada año.
Importancia de medir la estacionalidad
Siguiendo estos ejemplos, se entiende la importancia de este patrón estadístico a la hora de mejorar pronósticos por parte de productores de bienes y servicios. Ellos son capaces de adaptar en gran medida sus plantillas y requerimientos de materias primas según la oferta que vayan a poner en marcha en cada punto del calendario. Esto, debido a que conocen el comportamiento que acostumbra a tener la demanda.
A menudo esta característica condiciona las variables sobre las que se aplica, con frecuencia distorsionando sus significados. Para ello, los estudios estadísticos tratan de desestacionalizar estas series temporales. De ese modo, se obtienen lecturas realistas en las cuales el tiempo tiene menos efecto.