Fabricante
El fabricante es aquel empresario o compañía que a partir de materias primas desarrolla productos terminados, es decir, dirigidos al consumidor final.
En otras palabras, el fabricante produce bienes finales que irán al mercado, pasando a ser distribuidos a través de una cadena de suministro.
Lo anterior quiere decir que el fabricante vende su producto al mayorista, quien a su vez tiene como cliente al minorista. Este último finalmente pondrá a disposición del público la mercadería en cuestión.
Para ser competitivos en el mercado, los fabricantes deben buscar la mayor eficiencia posible. Esto, como veremos adelante, dependerá de la naturaleza de la demanda.
Tipos de producción de los fabricantes
Los fabricantes pueden producir de las siguientes maneras:
- En masa: Se producen grandes cantidades de unidades idénticas de un mismo producto. Se busca automatizar las tareas para alcanzar un mayor volumen de producción sin necesidad de aumentar (tanto) el número de trabajadores. Para implementar un sistema de este tipo se necesita una demanda alta y frecuente de la mercancía. De lo contrario, quedaría stock sin vender.
- Por lotes: Se producen varios artículos idénticos en una cantidad limitada. Requiere utilizar una plantilla o modelo y eso permite reducir el tiempo de fabricación. Ejemplo: Confección de camisetas de forma exclusiva para un solo evento deportivo.
- Bajo pedido: La empresa fabrica la mercancía cada vez que un cliente la solicita, siendo el resultado diferente en cada oportunidad. Esto significa que no quedará stock sin vender. Sin embargo, requiere que el productor tenga a su disponibilidad los insumos necesarios para satisfacer la demanda. Puede ser, incluso, que la compañía mantenga listas las partes de su mercadería para su ensamblaje en el momento que reciba un pedido.
Fabricantes y tecnología
La tecnología ha permitido la automatización de distintos procesos de producción. Así, tareas mecánicas que antes desarrollaban trabajadores hoy las pueden realizar máquinas.
Lo anterior es relevante prácticamente para todos los fabricantes pues, de no incorporar las nuevas tecnologías, la firma perdería competitividad en el mercado.
Por su parte, los empleados que vienen desarrollando tareas que se pueden automatizar se verán obligados a aprender nuevas habilidades o a cambiar de rubro para mantenerse en el mercado laboral.
Otro fenómeno importante a analizar es que con la globalización los procesos de producción se han internacionalizado. Es decir, las partes de un coche, por ejemplo, pueden fabricarse en un país y ensamblarse en otro.