Historia del liderazgo

La historia del liderazgo describe el comportamiento de aquellos principales mandatarios, o gobernantes, a lo largo de la historia. Es decir, la manera de dirigir de estos gobernantes desde que los individuos comenzaron a organizarse en sociedad.

Como sabemos, podemos definir el liderazgo como la capacidad que tiene un individuo para influir, motivar, organizar y llevar a cabo acciones para lograr sus fines y objetivos. Ello, involucrando a personas y grupos.

Sin embargo, esta capacidad no es la misma en la Edad Media que en la Edad Contemporánea. Mientras que en la Edad Media se dominaba a los esclavos mediante la fuerza, en la Edad Contemporánea son los valores y la inspiración los que motivan a muchos individuos a cumplir órdenes y seguir al líder.

Cuando el ser humano abandona la caza y la recolección y comienza a establecerse en sociedad, estas sociedades que se van conformando presentan una estructura jerárquica y estamental. Esto quiere decir que, entre los individuos, existen algunos que presentan esa capacidad para influir en la vida de las personas, mientras que otros deben limitarse a cumplir con lo que dicten los primeros. En este sentido, dictando órdenes y leyes que, por su condición de gobernante y líder, deben respetarse.

También ocurría lo mismo con los líderes sociales. La propia ciudadanía, pudiendo servirnos de ejemplo las propias religiones, también presentaba líderes sociales que inspiraban o sometían a sus adeptos mediante su discurso y sus decisiones. Estos líderes sociales, como los gobernantes, también han visto cómo esa forma de liderar y la capacidad de hacerlo ha evolucionado a lo largo de la historia.

En este sentido, no podemos decir que era la misma forma de liderar la de Adolf Hitler que la de Barack Obama. Tampoco es comparable la forma de liderar de Napoleón Bonaparte con la de Emmanuel Macrón, por ejemplo.

Las formas de liderar, como todo, han evolucionado a lo largo de la historia. Desde dictadores en la Edad Antigua hasta presidentes en la Edad Contemporánea, todos han liderado y todos lo han hecho de una forma muy distinta. Algo que, en cierto modo, nos lleva a definir el liderazgo a través de la historia.

¡Veamos!

El liderazgo transaccional: El liderazgo antiguo

Desde el inicio de los tiempos, el liderazgo predominante era el liderazgo transaccional.

Esta forma de liderazgo era la ejercida por los distintos gobernantes que han ido apareciendo a lo largo de la historia. Este es un liderazgo basado, principalmente, en el premio y el castigo para lograr el compromiso de la ciudadanía.

De esta forma, los líderes que practicaban este tipo de liderazgo, hasta el siglo XX en casi todo el planeta, ordenaban a la ciudadanía y le inspiraban, pero con la salvedad de que recurrían al miedo que suscitaba un castigo severo para ganar autoridad.

Este mismo liderazgo, conviene resaltarse, era el mismo que ejercían los líderes sociales. Aunque ellos no hicieran uso de la fuerza, exponían estos mismos castigos, pero de otra manera. En la religión, por ejemplo, el premio era «ir al cielo», por lo que, de no ser creyente el ciudadano, se le condenaba con «ir al infierno».

Este tipo de liderazgo era muy autoritario, muy orientado a la tarea y no tanto a las personas. Propio de reyes, señores feudales, así como otros ejemplos.

El liderazgo transformacional: El liderazgo moderno

Aunque todavía existen ejemplos claros de liderazgo transaccional en el planeta, la nueva tendencia transformacional, como consecuencia de la desaparición de las sociedades estamentales, entre otros factores, ha cambiado íntegramente la forma de liderar de estos líderes.

El liderazgo transformacional, para que nos hagamos una idea, es aquel en el que el líder trata de inculcar los valores, así como la misión y la visión que estos poseen a los seguidores. De esta forma, mediante la inspiración, el empoderamiento y el acompañamiento, el líder trata de inspirar a sus seguidores, a los que condiciona en tanto en cuanto sea su capacidad de persuadir y de motivarlos.

Lo mismo ocurre con los líderes sociales. Estos hoy cuentan con seguidores por su capacidad de influir en ellos. Pero no por el miedo a ser castigados, o por otros aspectos más relacionados con el liderazgo transaccional.

Este tipo de liderazgo es más democrático, participativo y enfocado en las personas. Un liderazgo propio de un CEO de una empresa, o el liderazgo demostrado por un presidente de un Estado democrático.

Críticas al respecto

En este artículo hemos definido dos tipos de liderazgo muy marcados a lo largo de la historia, los cuales establecen esa división entre una etapa antigua y una moderna.

Sin embargo, sí es cierto que, tomando como referencia la definición de líder y de liderazgo, muchos son los expertos que se han opuesto a calificar el liderazgo en la antigüedad como auténtico liderazgo.

Dado que se sometía a la ciudadanía y las tareas se llevaban a cabo por imposición, el líder no influía en la persona, sino que dominaba su vida de forma directa. Además, el propio castigo, que en ocasiones era la muerte, condicionaba esa influencia en gran medida, pues, de no llevar a cabo la tarea, su vida estaba en peligro, junto a sus libertades.

Por tanto, podemos hacer esa distinción entre estos dos tipos de liderazgo a lo largo de la historia, pero cabe señalar que no estamos hablando (en la antigüedad) de un liderazgo puro, sino influido por unos gobernantes con rasgos autoritarios.

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Francisco Coll Morales , 08 de agosto, 2021
Historia del liderazgo. Economipedia.com