Inversión core-satélite
La inversión core-satélite es aquella en la que constituimos una cartera mixta de capitalización asimétrica en la que el núcleo estará formado por productos indexados de gestión pasiva y el satélite, con inversiones de participación activa.
Por tanto, en el centro o core, lo que hacemos es crear una cartera de inversión en activos que requieren de una gestión mínima. De ahí que se denominen de gestión pasiva, ya que prácticamente funcionan solos.
Por su parte, el satélite se centrará en productos financieros más arriesgados. Estos necesitarán de más tiempo para gestionarlos, aparte de buscar rentabilidades superiores a la del mercado. De ahí que se denominen de participación activa.
Inversión core satélite y la regla de Pareto
La ley o regla de Pareto, también llamada del 80-20, nos dice que el mayor desempeño de una actividad suele darse en el menor tiempo dedicado a esta. Es decir, que el 20% de tu tiempo de trabajo repercute en el 80% de tu desempeño.
Esta regla se aplica en marketing, el 20% de clientes genera el 80% del ingreso, o a la inversión core-satélite. Es recomendable que entre el 70% y el 80% de la inversión esté en el núcleo y el resto en el satélite. De esta forma, la seguridad será lo primero, aunque ganemos menos.
Eso sí, estos dos porcentajes podrán variar en función del perfil inversor o de la educación financiera recibida. Para alguien arriesgado, puede ser interesante un 60-40, mientras que una persona conservadora optaría por un 80-20. Un perfil intermedio sería un 70-30.
Ventajas de la inversión core-satélite
Veamos algunas ventajas de esta estrategia de inversión:
- Los costes de los activos de gestión pasiva son muy bajos y pueden ayudar a minimizar los gastos del inversor.
- Ambas se complementan. La primera ofrece la seguridad para poder arriesgar en la segunda. De esta forma, tenemos asegurado el ingreso y podremos invertir con más calma.
- La indexación pasiva del core permite replicar de forma orgánica los mercados, mientras que la participación activa del satélite permite adelantarse a ellos.
- En realidad, es una cartera diversificada, con inversiones a largo plazo mayoritarias y a corto plazo minoritarias. Por ese motivo, se beneficia de ambas.
- Ambas carteras tienen una rotación diferente. La del núcleo es muy baja y permite menos comisiones. Sin embargo, la del satélite es muy elevada.
Productos de inversión core-satélite
Para terminar, vamos a poner un ejemplo de una cartera en que se lleva a cabo una estrategia de inversión como esta.
- En el núcleo tendremos productos indexados pasivos. Un producto típico son los fondos indexados. El objetivo es la estabilidad y seguridad.
- En la otra parte de la inversión core satélite tendremos productos que requieren de una gestión activa y son más arriesgados. Por ejemplo, las materias primas, los bienes raíces o bonos de alto rendimiento.