Mercados financieros internacionales
Los mercados financieros internacionales constituyen un sistema donde actores de distintos países comercializan instrumentos de inversión. Estos son, principalmente, participaciones en empresas y deuda (pública y privada).
En otras palabras, los mercados financieros internacionales agrupan a inversionistas e instituciones de varias nacionalidades. Dichos agentes participan de la compra y venta de activos financieros como acciones, bonos, derivados, entre otros.
Características de los mercados financieros internacionales
Las principales características de los mercados financieros internacionales son:
- Al igual que los mercados financieros locales o domésticos, sirven para transferir recursos desde los ahorradores hacia los inversores.
- Las empresas emiten acciones o instrumentos de deuda (bonos) en estos mercados para recaudar capital y financiarse.
- Los precios responden a la oferta y la demanda más rápido que en otros mercados. Es decir, un cambio de ánimo en los inversionistas se refleja muy pronto en la cotización. Por ejemplo, si se conoce una noticia negativa de la empresa AZ, las acciones de esa compañía deberían bajar casi en simultáneo.
- Permiten a los grandes inversionistas globales diversificar su portafolio. Es decir, los agentes podrán adquirir valores de distintas partes del mundo y de diferente nivel de riesgo.
- Se caracterizan por la liquidez. Así, los productos financieros, siempre que tengan demanda, pueden venderse y convertirse fácilmente en efectivo.
- Los límites de los mercados financieros son cada vez menos claros, creándose un sistema más global. Esto significa un mayor volumen de negociaciones, pero también un desafío para los entes reguladores.
Subgrupos en los mercados financieros internacionales
En los mercados financieros internacionales se pueden distinguir varios subgrupos como los siguientes:
- Mercado de divisas: Es el conjunto de plataformas físicas y virtuales donde se transan monedas de distinta denominación. Por ejemplo, pueden cambiarse dólares por euros, a un precio que se denomina tipo de cambio y que depende de la oferta y la demanda.
En épocas de incertidumbre los inversores suelen recurrir a este mercado para invertir en una moneda fuerte. Es decir, buscan adquirir una divisa que presente poca volatilidad en su precio, lo que usualmente se asocia al dólar.
- Mercados bursátiles: Es el espacio, alternativo al sistema bancario, donde las empresas buscan buscan financiamiento. De ese modo, venden acciones, cediendo un porcentaje de participación en su organización a cambio del aporte del inversionista.
En este mercado, además, se puede vender la deuda de compañías (y del gobierno), por ejemplo, colocando bonos. Dichos instrumentos funcionan de la siguiente manera: El inversionista paga una prima y a cambio recibe un pago periódico (cuota). Así, usualmente al final del periodo de financiamiento, se devuelve el aporte inicial.
- Mercados de derivados: Es el espacio (físico o en la web) donde se transan derivados financieros. Estos son instrumentos cuyo precio depende del desempeño de otro activo subyacente. Por ejemplo, puede tratarse de un derivado ZC basado en la Bolsa de Valores de Lima (BVL).
Entonces, si el índice de la BVL sube, también lo hará la cotización del derivado ZC.
- Mercados de materias primas: Es aquel donde se comercializan materias primas, como los metales y el petróleo. Esto, a través de opciones y futuros (que son un tipo de derivado financiero).
Por ejemplo, imaginemos que un inversionista adquiere un contrato a futuro de oro. Entonces, se está comprometiendo a comprar el activo en una fecha posterior determinada, y a un precio fijado.
Cabe señalar además que los precios de los materias primas dependen fundamentalmente de la oferta y la demanda. En cambio, la cotización de otros activos financieros obedece a su rentabilidad esperada a futuro.