Pasivo financiero
Un pasivo financiero es toda obligación, deuda o compromiso de pago en un plazo exigible determinado, que puede ser en el corto, medio y largo plazo.
Se considera pasivo financiero:
- La obligación contractual de entregar efectivo o cualquier activo financiero.
- La obligación contractual de intercambiar un activo o pasivo financiero en condiciones que previsiblemente sean desfavorables para nosotros, es decir, que disminuyan su precio y provoquen una pérdida.
- Obligaciones que exijan el rescate de unas cantidades o una distribución de beneficios por parte de éstas. Como por ejemplo acciones sin derecho a voto.
Por el contrario, no se consideran pasivos financieros:
- Los contratos que obliguen a entregar bienes, derechos o la prestación de algún servicio.
- Las deudas que hayan sido contraídas con alguna administración pública.
Ejemplos de pasivos financieros
Son ejemplos de pasivos financieros los siguientes:
- Contrato en el que nos comprometemos a dar acciones de una empresa o dinero en efectivo.
- Contratos de préstamo, permuta de intereses o swaps, obligaciones con derechos de recompra.
- Acciones sin derecho de voto y acciones que se pueden rescatar.
- Débitos por operaciones comerciales: proveedores y acreedores varios.
- Deudas con entidades de crédito.
- Obligaciones y otros valores negociables emitidos: tales como bonos y pagarés.
- Derivados con valoración desfavorable para la empresa: entre ellos, futuros, opciones, permutas financieras y compraventa de moneda extranjera a plazo.
- Deudas con características especiales.
- Otros pasivos financieros: deudas con terceros, tales como los préstamos y créditos financieros recibidos de personas o empresas que no sean entidades de crédito.