Revolución mexicana
La Revolución mexicana (1910) comenzó como un levantamiento contra el general Porfirio Díaz. Sin embargo, la insurrección terminó desembocando en una prolongada guerra civil en México que se perpetuó a 1917.
El general Porfirio Díaz, como presidente de México, había gobernado el país durante más de treinta años. Sus intenciones de permanecer en el poder terminaron por provocar levantamientos en su contra.
Causas de la Revolución mexicana
No solo los factores políticos condujeron a una revolución, sino que los aspectos sociales también tuvieron un importantísimo peso en la Revolución mexicana. Así, el desigual reparto de la riqueza, la pobreza y las penosas condiciones laborales de los trabajadores, también generaron un gran malestar entre la población. De hecho, los trabajadores mexicanos realizaban largas y agotadoras jornadas laborales a cambio de bajos salarios.
Por tanto, el deseo de Porfirio Díaz de proseguir en el poder, así como su incapacidad para responder a los graves problemas sociales que atravesaba México, terminaron por conducir a la revolución.
El levantamiento contra Porfirio Díaz
¿Cuándo fue la Revolución mexicana? En 1910, el gran enemigo común de los revolucionarios era Porfirio Díaz. Por ello, tomando como consigna “Sufragio efectivo, no reelección”, el político liberal Francisco Ignacio Madero llamó a levantarse a la población para expulsar del poder a Díaz.
Oficialmente, la historia considera el 20 de noviembre de 1910 como fecha del inicio de la revolución, siendo cada 20 de noviembre celebrado como el Día de la Revolución Mexicana.
Sin embargo, vale mencionar que el político Aquiles Serdán fue descubierto dos días antes (el de 18 de noviembre de 1910) por la policía en posesión de armas. Acorralados, Serdán y sus hermanos resistieron, pero finalmente terminaron muriendo. Precisamente la muerte de los Serdán contribuiría notablemente a encender la llama de la revolución.
La etapa de Madero
El levantamiento de Francisco Ignacio Madero animó a otros líderes a sumarse a la causa contra Porfirio Díaz. Cabe destacar los nombres de Emiliano Zapata, Pancho Villa, Pascual Orozco y Álvaro Obregón. Ante el empuje de los revolucionarios, Porfirio Díaz no pudo resistir y el 25 de mayo de 1911 renunció a su reelección como presidente de México.
Finalmente, Francisco Ignacio Madero resultó elegido presidente, ascendiendo al poder un 6 de noviembre de 1911. El gobierno de Madero trató de dar respuesta a las demandas sociales de los mexicanos, sin embargo, se topó con la oposición y los enfrentamientos de otros líderes de la Revolución mexicana. Mientras Zapata reclamaba amplias reformas agrarias, Orozco reivindicaba profundas reformas sociales.
En medio de estos enfrentamientos, respaldado por las fuerzas de Pancho Villa, Madero logró conservar el poder durante dos años frente a la presión de las fuerzas de Zapata y Orozco. No obstante, después de diez convulsos días de golpe de estado denominados “la decena trágica” Madero abandonó el poder en febrero de 1913. Días después, Madero terminó siendo asesinado.
Victoriano Huerta en el poder
Con la salida de escena de Madero, Victoriano Huerta ascendió a la presidencia de México. Sin embargo, Huerta se encontró con un fuerte rechazo y tildado de usurpador por quebrar el orden constitucional, se enfrentó a un levantamiento del ejército constitucionalista, encabezado por Venustiano Carranza. Poniendo en marcha el Plan de Guadalupe, un acorralado Victoriano Huerta no tuvo más remedio que dejar la presidencia.
Constitucionalistas contra convencionistas
Tratando de unir a los líderes de la Revolución mexicana, Venustiano Carranza convocó la Conferencia de Aguascalientes. Sin embargo, las divisiones continuaron, lo que dio lugar a una lucha entre constitucionalistas y convencionistas. Así, Carranza se erigía a sí mismo como líder de la revolución y de los constitucionalistas al tiempo que establecía su administración en la ciudad de Veracruz. Por el contrario, los convencionistas serían liderados por su presidente Eulalio Gómez.
Una larga y sangrienta guerra civil asoló México hasta noviembre de 1916. Finalmente, el resultado de tan prolongada lucha resultó favorable a los constitucionalistas de Carranza.
La Constitución de la Revolución mexicana
Con la guerra tomando un cariz favorable a Carranza y hacia los constitucionalistas, llegó el momento de redactar una constitución para México. Precisamente la Constitución mexicana marca el final de la etapa de la Revolución mexicana.
Entre los elementos más importantes que recogía la Constitución de 1917 se encuentran los siguientes:
- Derechos y libertades individuales para todos los mexicanos.
- Fin de la esclavitud.
- Una educación de carácter laico.
- Fortalecimiento de los derechos de los trabajadores.
- Libertad de credo con su expresión limitada a domicilios privados y templos religiosos.
- Reparto de la tierra y nacionalización de las propiedades de la Iglesia.
- México se conformaba como un país democrático y con un modelo de Estado de república federal.
- Separación de poderes: ejecutivo, legislativo y judicial.
No obstante, los enfrentamientos no terminaron con la Constitución de 1917 y en los años siguientes, los más destacados líderes de la revolución fueron asesinados. Prueba de ello son las muertes de Pancho Villa, Álvaro Obregón, Emiliano Zapata y del propio Venustiano Carranza.
La economía de la Revolución mexicana
El estallido de las hostilidades en México tuvo importantes efectos sobre el trabajo. En este sentido, el tamaño de la mano de obra se redujo como consecuencia del servicio militar, las muertes o simplemente por la huida de las zonas de conflicto. No obstante, en los núcleos industriales más importantes del país, seguía existiendo una importante oferta y demanda de trabajo.
Respecto a la mano de obra, la Revolución mexicana se caracterizó por importantes reivindicaciones laborales de los trabajadores, especialmente en lo relativo a los salarios. Así, se crearon sindicatos de trabajadores como, por ejemplo, la Casa del Obrero Mundial.
La agricultura también sufrió importantes cambios, pues en el norte se apostó fuertemente por cultivos como los garbanzos y el algodón, mientras que en el área centro sur del país las cosechas de tipo comercial dieron paso al cultivo de productos alimenticios de primera necesidad como el maíz y los frijoles. Cabe señalar que el año 1915 fue especialmente duro para México debido a las nefastas cosechas, que cayeron al cincuenta por ciento.
El transporte ferroviario era esencial para el comercio y para el abastecimiento de la población. No obstante, las vías férreas fueron acaparadas para usos militares. De ahí que el ferrocarril fuese saboteado como parte de los enfrentamientos bélicos. Fruto de los problemas relacionados con el transporte fue la proliferación del mercado negro. Ahora bien, con la llegada de nuevas mejoras técnicas en los transportes, se comenzó a emplear aviones y camiones.
Otra consecuencia de las dificultades con los transportes fue que las áreas industriales de México sufrieron la recesión en 1913 y en los dos años siguientes. Esta situación no se solventó hasta 1916, cuando se recuperaron los niveles de producción. Tampoco hay que olvidar el crecimiento que experimentaron fuentes de energía como el petróleo y la energía eléctrica.
Los efectos de la revolución fueron terriblemente duros en el sector financiero. Así pues, el desmoronamiento de la banca en 1914 empeoró en los años 1915 y 1916, pues no había una autoridad bancaria. El bando constitucionalista aprovechó esta circunstancia pues, al estar en posesión de los núcleos comerciales del país, pudo financiar mejor su campaña militar.
Por último, cabe destacar que, tras la aprobación de la Constitución mexicana de 1917, la economía de México se situó en una posición de importante dependencia con respecto a la economía de los Estados Unidos.
Corridos en la Revolución mexicana
Los corridos fueron composiciones musicales que tuvieron una gran popularidad durante la Revolución mexicana. Estos servían de medio para contar la vida de héroes como Francisco Ignacio Madero, Emiliano Zapata, Francisco Villa o Felipe Ángeles.
Estas canciones fueron en parte un instrumento de propaganda política. Pero además permitieron conocer, más allá de la obra de los héroes mencionados, anécdotas y hechos históricos de la revolución.
Uno de los corridos más conocidos es el de Adelita:
Si Adelita se fuera con otro
le seguiría por tierra y por mar
si es por mar en un buque de guerra
si es por tierra en un tren militar.
Si Adelita quisiera ser mi esposa,
y si Adelita ya fuera mi mujer,
le compraría un vestido de seda
para llevarla a bailar al cuartel.
Las adelitas fueron mujeres que participaron de la revolución, no solo cumpliendo labores de apoyo de índole doméstico, sino en el mismo campo de batalla.
Consecuencias de la Revolución mexicana
Las principales consecuencias de la revolución mexicana, en resumen, fueron las siguientes:
- La renuncia de Porfirio Díaz.
- La creación de la nueva constitución de 1917.
- Separación entre el Estado y la Iglesia.
- Reforma agraria por la cual se entregó tierras a los campesinos, conformándose una nueva clase de ejidatarios, es decir, dueños de los ejidos. Estos son terrenos de propiedad comunal y que no pueden hipotecarse, sino que los agricultores los explotan directamente.
- Reconocimiento de derechos laborales como la sindicalización.