Seguro de protección de datos
Un seguro de protección de datos es aquel cuya cobertura son las pérdidas financieras que se produzcan como resultado de las violaciones de la protección de datos regulada en las leyes.
Por tanto, estamos ante un producto de protección, como el de hogar o el del coche. Solo que, en este caso, lo que cubre es la posibilidad de que vulneremos las leyes de protección de datos, lógicamente, de forma involuntaria.
Imaginemos que por un ataque cibernético se filtran los datos de un cliente. Este nos demanda y el juez decide que debemos pagarle 10.000 dólares. Pues este seguro lo que hace es cubrir esa pérdida de la empresa.
El seguro de protección de datos y la ley
En todos los países del mundo existen leyes de protección de datos e incumplirlas conlleva sanciones muy elevadas. Además, si se demuestra que hubo intencionalidad, hasta podría ser un delito penal.
En el caso de una empresa, este gasto imprevisto puede suponer un problema financiero. Por ejemplo, puede afectar a su liquidez. Así, un seguro de protección de datos permite recuperar el dinero de estas sanciones o la defensa judicial, entre otras coberturas.
Recomendaciones en el seguro de protección de datos
Ya tenemos un seguro de protección de datos y ocurre lo impensable, una brecha de seguridad. Veamos qué recomendaciones podemos seguir para volver a cumplir con las leyes:
- Lo primero es volver a tener los datos actualizados. Debemos comprobar que están habilitados, el origen y el nivel de aceptación del usuario.
- Hay que volver a autorizar los datos para que cumplan con las leyes de protección.
- Los datos que no tengan consentimiento del titular deben ser protegidos de nuevo.
- Plantear un sistema de auditorías y de evaluaciones periódicas del sistema.
- Revisar los contratos de terceros para garantizar que también cumplen con las leyes.
Coberturas del seguro de protección de datos
Debemos tener en cuenta que, dependiendo de la compañía, las coberturas ofrecidas podrán variar. Veamos las más habituales:
- En primer lugar, la responsabilidad civil en que podamos incurrir. Es decir, el daño o perjuicio causado.
- Las multas o sanciones de los diversos organismos que regulan la protección de datos.
- Gastos de defensa por posibles reclamaciones de clientes o empleados.
- Gastos ocasionados por el incumplimiento y relacionados con la imagen de la empresa.
- Protección contra ciberataques que vulneren las leyes de protección de datos.
- Por último, el seguro de responsabilidad civil también ofrecerá cobertura en el gasto de asesoramiento de profesionales expertos.